Dándole continuidad a los lineamientos presidenciales de seguir construyendo patria a partir del diálogo sincero y sin ventajismos sectoriales, debemos persistir en la necesidad de edificar una unidad nacional operativa para resolver los problemas coyunturales y alentar planes de corto, mediano y largo plazo. Es lo que necesitamos para hacer viable la nación soñada por los libertadores.
Debemos estar claros en que la Venezuela Siglo 21 es posible si pensamos en grande. Con el corazón abierto, con la nación próspera, poderosa y generosa socialmente como meta posible, más allá de la utopía que siempre nos mueve a los revolucionarios.
Nos toca a los jóvenes de la generación intermedia, particularmente a aquellos que tenemos roles de responsabilidad de gobierno, aceptar este reto y asumir la bandera maravillosa, limpia e inatacable que nos etiqueta desde hace 200 años.
Estamos persuadidos de que la democracia permite espacios de confrontación de ideas, principios, estilos de gerencia pública y hasta de fanaticadas deportivas. Jamás perdamos de vista la esencia de nuestro gentilicio que, enmarcado en la Constitución, nos obliga expresamente a desarrollar un espíritu de integración como filosofía indispensable para que la confrontación no nos anule.
La Autoridad Única de Simplificación de Trámites y Permisologías, que tengo el honor de dirigir, es la puerta que ya han elegido miles de ciudadanos para participar con ideas, sugerencias y propuestas que tenemos en cuenta y procesamos. Un diálogo específico conectándose con nuestro Buzón de Sugerencias y Quejas a través de la cuenta @DanterivasQ en Twitter y el correo autramitesypermisos@gmail.com al que los invitamos a acceder.
Evitemos que "lo urgente" postergue el tratamiento de "lo importante" y sigamos aplicando las 3R: revisar, rectificar los errores y reimpulsar los aciertos. Solo así encontraremos los cauces perfectos que nos conduzcan a la superación personal, grupal, y en definitiva del conjunto de la comunidad.
Solo los buenos sentimientos y la lealtad pueden unirnos. El interés material obsesivo, egoísta y personalista jamás ha forjado articulaciones duraderas. La historia, en cualquier aspecto o región, ha demostrado que la unión nos hace tan fuertes como débiles la desunión. Por eso, muchas veces buscan dividirnos desde adentro y desde afuera.
Estas son horas de jugarse por Venezuela, de poner todo al servicio de la gente que más necesita de la ayuda del Estado. Compatriotas: ¡De sentirnos dignos de los próceres que nos legaron esta patria hermosa!
Un fuerte abrazo
