Mucha tinta se ha derramado sobre la situación de las Empresas de Producción Social (EPS) en donde se ha expuesto ante la opinión pública los innumerables hechos de corrupción, con informaciones fidedignas venidas de las mismas entrañas del monstruo (Ministerio de Industrias); con datos y contratos ya ejecutados o por ejecutar en donde se demuestra con veracidad pasmosa la codicia de estos funcionarios.
Muchas han sido los llamados y las alertas a través de artículos, notas de prensa y declaraciones, donde se ha relatado con lujo de detalles las malas practicas administrativas, sin ningún apego a la Ley y a las normas y procedimientos que rigen la materia; Tales como la compra de equipos en el exterior a un alto costo de sobreprecio, así como la permanencia de equipos en los almacenes de las aduanas portuarias, con una lenidad tal, donde a veces su estadía supera los dos (2) años; con los consiguientes resultados leoninos a los intereses de estas nacientes empresas. Al parecer nuestra diligencia y en especial los que están en altos cargos, llámese Presidente, Vicepresidente o Ministros, existiera el síndrome de la caperucita roja (allí viene el lobo) que frente a las denuncias de los hechos de corrupción se hacen los locos o desentendidos.
En verdad el Diputado Diosdado Cabello, Presidente de la Asamblea Nacional tiene toda la razón cuando dice que la revolución la hacen los revolucionarios; pero también existe un dicho popular que dice “camaleón que se duerme se lo lleva la corriente”. Nada ganamos en decir y machaconamente repetir y no actuamos; tal es el caso y perdón la comparación del vil asesinato del camarada Robert Serra en donde el Exministro Rodríguez Torres anunciaba planes de asesinatos que la ultraderecha había planificado; así también en videos hechos públicos el terrorista Gómez Saleh vociferaba y fanfarroneaba a grito pelado y no fuimos capaces de tomar los correctivos a tiempo.
Hagamos de la revolución una realidad concreta y palpable; empecemos a limpiar nuestra casa tal como lo manifiesta en todos sus actos el Sr. Diosdado Cabello, así le estaremos dando la fortaleza que nuestra revolución necesita. Un gran ejemplo nos da la historia de la revolución cubana, cuando uno de sus líderes fundamentales desvió su ruta. Nos referimos al General Ochoa héroe de la liberación de la Republica de Angola, se unió a la DEA y a la CIA de EEUU, para traficar droga, al permitir el libre tránsito por la zona marítima de la isla cubana. Fue hecho preso y condenado a la pena de muerte. En nuestro país este grupo de corruptos que se encuentran en el Ministerio de Industrias debe ser exhaustivamente investigado, empezando por los Presidentes de estas “EPS”; si como los miembros de estas Juntas Directivas y todo el personal subalterno que haya cometido o este inmerso en actos delictivos. En la actualidad existen contratos que no resisten ninguna investigación, en donde acuden a la Adjudicación Directa con mucha ligereza apartando el espíritu de la Ley hacia un lado. Tenemos el caso muy concreto de varios equipos de SERLACA ubicados en los almacenes de Palua – estado Bolívar; donde languidecen sin importarle un comino a nadie; así como el contrato de la construcción de la Planta de Aguas Industriales cuyo monto de adquisición se pierde de vista.
Llevemos a la práctica Presidente Maduro ese sacudón que usted tanto lo ha manifestado y marquemos el rumbo correcto que está reclamando la administración pública. Ya para finalizar queremos dejar esta frase en el aire de un compositor chilleno llamado el Temucano cuando dijo “el hombre piensa como hombre y me estoy desconociendo” Nosotros diríamos el revolucionario piensa como revolucionario y su norte es hacer la revolución.
Luis Roa
Luisroa519@gmail.com