Si con la legalización del dólar paralelo el gobierno no puede librarse de ese medio perverso para obtener divisas, entonces tendrán que suicidarse los economistas inventores del Sistema Marginal de Divisas (SIMADI). Dice el proverbio que "si no puedes con el enemigo únete a él. Esta idea en cierta forma está contenida en las siguientes frases célebres:
Mandela, Nelson: "Si quieres hacer las paces con tu enemigo, tienes que trabajar con tu enemigo. Entonces él se vuelve tu compañero. "
Kierkegaard, Sören Aabye : "Toma consejo de tu enemigo."
Parece ser que los teóricos economistas del gobierno tomaron estas frases al píe de la letra las cuales tienen sentido en un contexto determinado para la búsqueda de objetivos loables pero en el caso que nos ocupa resulta insostenible aplicar el libre mercado de las divisas como vía para erradicar un vicio específico del capitalismo. Aunque le concediéramos el beneficio de la duda al gobierno no habría mucho que esperar porque ya antes han ofrecido villas y castillos sin haber dado nunca pie con bola en esta guerra económica contra el enemigo capitalista subsidiado por la misma revolución. La confusión es mayúscula y por ende la desconfianza y la pérdida de credibilidad tanto en el gobierno y como en la oposición.
El gobierno se las juega completico en este tercer mercado de divisas donde la regla de oro es la libre oferta y la demanda. Sus operadores ya están listos: los bancos, las casas de cambio y las bolsas de valores. O lo que es lo mismo, el capitalismo puro caballero. Y tienen el tupé de seguir llamándose socialistas. Así quién les puede creer ni un ápice. Es como si oyéramos a Miguelito Rodríguez o a Teodoro Petkoff hablando de revolución. Éstos al fin y al cabo son más sinceros porque no ocultan sus convicciones neoliberales ni se avergüenzan cuando reniegan del socialismo.
Se supone, según el gobierno, que el mercado ilegal de divisas desaparecerá porque no habrá prohibición del mercado paralelo pues en lo inmediato el gobierno procederá a montar una plataforma legal y libre para que este pueda realizarse. Es algo así como garantizar el templo a los mercaderes en vez de expulsarlos. Vaya que interpretación tan singular de las enseñanzas cristianas es la predicada por esta derecha chavista responsable de la política económica cambiaria.
La inflación seguirá viento en popa y detrás, impulsado a remos, irá rezagado el bote de los salarios porque el precio del dólar en tiempo real seguirá fijado, ahora de manera legal, por los dueños mayoritarios del aparato importador, productor y distribuidor de los bienes requeridos para la sobrevivencia.
Por supuesto que la derecha representada en su gremio de empresarios más conspicuo, la tristemente célebre Fedecámaras, no tardó en la voz del inefable de Jorge Roig en aplaudir la iniciativa gubernamental de poner en funcionamiento el Sistema Marginal de Divisas (SIMADI). La derecha es la derecha, sea del gobierno o de la oposición, ellos son blancos y se entienden.
Mientras tanto el gobierno desata una carrera enloquecida de propaganda para justificar la medida de aumentar la gasolina en un país plagado por la corrupción, la devaluación, la inflación, el alto costo de la vida, la especulación y el acaparamiento. Es algo como en medio de la debacle y el caos, por la caída de los precios del petróleo, echarle más fuego a la candela. Quieren enfocar el aumento de la gasolina sin tomar en cuenta su esencia política, su relación simbólica con el Caracazo y la espiritualidad de Chávez concretada en su locura de regalar la gasolina en el país con las más grandes reservas petroleras del planeta.
*Profesor de Filosofía Jubilado de la UPEL
¡NI GOLPE DE ESTADO IMPERIALISTA NI REFORMISMO: REVOLUCIÓN!!!
