Cuando la Patria se encuentra amenazada, como lo está hoy la nuestra por una potencia imperial, es necesario reflexionar a fondo sobre el sentido renovado de ese concepto mágico que nos viene movilizando desde hace más de 2 siglos.
Tenemos que tener bien claro de lo que estamos hablando. De lo que se está ofendiendo y también de cuál debe ser nuestra actitud como consecuencia lógica, como respuestas naturales de este maravilloso Pueblo tricolor, querido y valorado en todo el planeta.
Con los tiempos, la definición de Patria ha ido evolucionando. Se la delimita con frialdad académica como "el amor que surge hacia la tierra que nos vio nacer, la que tiene encerrada la historia de los antepasados, sus luchas, sus miedos, sus conquistas, sus aciertos y sus errores. Es una herencia de los padres, y justamente, eso significa siguiendo su etimología latina terra patrum = tierra de los padres".
Para nosotros, los bolivarianos, eso va mucho más allá. Para nosotros, como lo dijo el Libertador, la Patria es la América toda unida. En especial la amada Latinoamérica. Allí avanzamos y creamos la UNASUR con la inspiración ejecutiva de Hugo Chávez y la adhesión de todos los países continentales y caribeños, de la más variada colección de idiomas y razas.
Esa concreción, más Petrocaribe, el Alba y la CELAC no nos han sido perdonadas porque implicaron el resurgir de voces postergadas, en muchos casos dominadas vilmente, y que ahora tenían un líder que les restituía derechos y sueños inalienables de soberanía e independencia, especialmente económica. Porque representaron además el entierro del ALCA, una macabra herramienta de perfeccionamiento imperialista para la sumisión de nuestras Naciones.
Nosotros queremos y defendemos nuestra Historia de sacrificios y luchas sin límites, con más esfuerzo y dedicación cada día. Desde nuestros puestos de trabajo labramos presentes y construimos futuros que luego se tornan realidades que benefician a millones de compatriotas que necesitan todavía la mano tutora del Estado.
Hoy con enorme serenidad afirmo que cuanto más grande es la adversidad y la pretensión de dominación, más grandes son nuestras agallas para defender la Patria de todos.
Cierro optimista convocándolos con estas palabras poderosas de José de San Martín: "Cuando la patria está en peligro, todo está permitido, excepto, no defenderla". Démoslo todo por Venezuela, desde donde y como puedan.
Un abrazo de hermano.
Dante Rivas