No hay ningún día más socialista que el Día del Trabajador. En la mayoría de los países el 1º de mayo es una jornada de fiesta de los trabajadores por un acuerdo del Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional, celebrado en París en 1889, y al mismo tiempo, una jornada de lucha revolucionaria y de homenaje a los Mártires de Chicago.
Aquellos bravos sindicalistas anarquistas que luego fueron ejecutados por el gobierno estadounidense por la única causa de defender sus legítimos derechos. Ya existía el imperio y también mujeres y hombres con valor revolucionario para enfrentarlo y derrotarlo.
Aquellos líderes sindicales, llenos de moral y conducta, bregaban por la obtención de la jornada laboral de ocho horas. Un logro ampliamente superado en la Venezuela de hoy.
En nuestra amada patria los sindicatos tradicionales estaban secuestrados por los dirigentes de la vergüenza y la corrupción.
Por eso sabiamente Hugo Chávez lanzó una política de oxigenación y refundación de las estructuras gremiales, para convertirlas en auténticas bases esenciales para la construcción del hombre nuevo.
Nosotros la promovemos para liberar a nuestros trabajadores de ese yugo explotador montado por la Cuarta República para garantizarle al capitalismo condiciones que no les permitía a las familias subsistir dignamente y mucho menos progresar.
De ahí que nuestro Socialismo del Siglo 21 tenga un fuerte contenido clasista irrenunciable, cualquiera sea nuestra condición o posición en la estructura gubernamental.
Nuestra experiencia en el Saime y el INTT, y ahora en el Saren, ratifican con hechos un estilo gerencial que desarrolla la Cultura del Trabajo Feliz y cuida a su talento humano en todos sus aspectos. Estamos convencidos, y los resultados de gestión así lo reconfirman, de que un trabajador contento, seguro y respaldado produce mucho más que uno hostigado, perseguido y humillado.
Vengo de una familia trabajadora, laboro duro cada día y aspiro a que mis hijos también formen familias socialistas, éticas, con sentido de la responsabilidad y el trabajo social.
Tenemos muy claro que para seguir construyendo el socialismo esencial debemos aliarnos aliados con los trabajadores y potenciarlos.
Compatriotas: Estamos en la hora correcta para hacer el cambio total que lidera decididamente el Presidente Obrero. Avancemos unidos en esta senda revolucionaria que venimos construyendo desde hace más de dos décadas y los logros seguirán llegando.
¡Vivan los trabajadores de ayer, hoy y siempre! Cuenten conmigo siempre.
