Con humildad y auténtica vocación bolivariana he aceptado esta nueva responsabilidad que me ha asignado el Presidente, a quien agradezco su confianza.
Integrar la lista revolucionaria de candidatos a la Asamblea Nacional es sin dudas un fuerte desafío y una decisión meditada para sumarme a los isleños, quienes tienen una misión común: cuidar que la rama legislativa de Venezuela siga siendo un gran soporte a las trasformaciones que venimos generando desde hace 16 años. Una herramienta capaz de encarar exitosamente las dificultades que nos ocupan y que requieren persistencia.
Todos los avances logrados con nuestra gerencia en la Autoridad Única de Simplificación de Trámites y Permisos y las instituciones que venimos acompañando tienen continuidad asegurada. Hay equipos muy capaces que garantizan avances en los planes trazados y que tantas satisfacciones de productividad y eficiencia están brindando a las comunidades.
Tenemos ideas claras para proponer a nuestros queridos vecinos. Entre otras cosas, desarrollar un sistema de estímulos para el fomento de las pequeñas y medianas empresas privadas, empresas conjuntas y mixtas en un marco de máxima corresponsabilidad social del aparato productivo, reconociendo el trabajo de los hombres y mujeres emprendedores.
Rápidamente iniciaremos un diálogo con los actores de la vida neoespartana que tengan vocación isleña, patriotismo y sentido de responsabilidad social, para afinar nuestros proyectos de turismo e industrias no contaminantes presentados en 2013 y que ahora recuperaremos desde una plataforma nacional como la Asamblea.
Se plantearán dos opciones el 6 de diciembre: Una, la del pasado, de diputados que en cinco años no abrieron la boca una sola vez para defender a Margarita y Coche; y otra, la nuestra, renovada, con talento humano que sí puede mostrar gestión exitosa. Con mujeres y hombres comprometidos con la evolución moderna de nuestras islas, con una visión positiva de avances contundentes en todos los frentes.
Nos mueve un alto espíritu democrático de competir abiertamente. Combatir con ideas, discutir mano a mano. Generar foros de debates de candidatos para que el pueblo pueda escoger en directo. Sin intermediarios que distorsionen la realidad.
Aspiro a una campaña limpia a tono con nuestro gentilicio. Seamos un ejemplo nacional de civismo y cultura política por todos admirados. Esta es mi ruta. Vengan. Caminemos juntos. Formemos un gigantesco equipo con fe, elevados propósitos y una garra vinotinto arrolladora. Sin imposibles.
¡Arriba que la victoria es posible!
Un abrazo.