"Desgraciado el país que necesita héroes".
Bertolt Brecht
La mayoría del pueblo venezolano, y que ya es vox populi, ve con pesimismo la marcha de la economía , aunque algunos son más optimistas frente al 2016, cuando habrá una nueva Asamblea Nacional que será electa el 6D.
No es algo muy diferente de lo que manifiesta la población en general, en las colas de cualquier índole. La mayoría ve con pesimismo, y sin futuro la marcha de la economía.
Los factores que explican este fenómeno de debilidad en términos productivos son altamente negativos. El viento de cola de los bajos precios del petróleo ya no está soplando.
La economía venezolana ha acumulado en estos dos últimos años, según los expertos en la materia económica una serie de distorsiones internas cuya efectos letales requieren medidas que afectarán irremediablemente los niveles de la actividad económica, debilitándolos. Y es un hecho que el gobierno bolivariano presidido por Nicolás Maduro Moros, carece del mínimo margen de maniobra para aplicar políticas productivas que tenía en los años que gobernó Hugo Chávez, a pesar de que se está en un año electoral.
Es evidente que vastos sectores de la población venezolana han perdido durante este 2015 su capacidad adquisitiva, ya que los alimentos, electrodomésticos, vestidos, calzados, automóviles han aumentado vertiginosamente. Las jubilaciones y pensiones, y los planes sociales han quedado rezagados, ante le inflacionario aumento del costo de la vida. Resulta muy difícil pensar que esta situación pueda revertirse con este modelo económico que fracaso en el socialismo real del siglo XX.
Si no se logra un acuerdo, y Venezuela consigue abrir sus puertas al mercado financiero internacional, la economía podría crecer en el 2016; pero si no hay acuerdos, la patria caería en una fatalidad económica. Todos los estudios económicos, coinciden en que el problema más urgente que enfrenta la economía venezolana es la escasez de dólares, y que éste corre el riesgo de infartarse. Si el Gobierno nacional bolivariano no logra abrir un canal financiero para la nación, donde los estados, PDVSA, y los sectores privados, donde los flujos de exportaciones casi inexistentes no petroleras, están afectados por la caída de los precios del petróleo, obligarán al gobierno a optar entre devaluar o incrementar las trabas a las importaciones. Por lo que, viviendo con lo poco que se produce en el país, se profundizará la recesión, y la inestabilidad cambiaria.
Venezuela muestra hoy con muy pocas palabras: enormes y aberrantes colas, el aparato productivo en el suelo, las empresas públicas en manos del estado politizadas y quebradas, el país padece de una grave crisis social y moral, y se ha destruido el poder adquisitivo del bolívar. Hay una gran decepción en la población empobrecida, y ya no creen en el sueño, y la realidad del socialismo que estamos viviendo.
He sido desde mi juventud un partidario del socialismo, pero lo que he ido revisando del siglo XX con la caída de la ex-URSS, y de toda la Europa Oriental, cuando ese modo de producción fracasó. Donde hoy veo a mi país, que las múltiples promesas que alimentaban esta utopía del socialismo del siglo XXI, solo estamos viendo un fracaso económico, y político que está causando terror en la mayoría de la población venezolana, y muchos dicen en cuanta cola a uno le toca hacer, que ya no vale la pena, seguir sosteniendo en el gobierno, a unos burócratas corrompidos, y militares mediocres en la administración pública a costa de su calidad de vida.
Hoy el joven profesional venezolano está viviendo una tragedia, como me dijo un joven ingeniero con 2 años de graduado. "Sr. Perdomo con los dos salarios mínimos, que gano nunca podré comprar un carro nuevo, ni una casa con esta alta inflación". Una dura realidad que está a la vista, y en parte ha empeorado. El gobierno bolivariano logró mantener el sueño socialista en la población, mientras hubo la abundancia de dólares, luego todo se volvió una tragedia. La inflación ha subido en más del 200 % en este año. Éramos un pueblo acostumbrado a tener una buena calidad de vida, y de comprar bienes importados, ahora enfrentamos una horripilante escasez, principalmente en los de artículos de primera necesidad, y las aberrantes colas para comprar, desde una bolsa de leche, o una batería para el carro, es algo desesperante y doloroso, la frustración es grande.
Quien se iba a imaginar que todos a excepción de los enchufados, íbamos a terminar en la pobreza, es doloroso pero hay que decirlo: ha aumentado la pobreza, y caímos en el atraso tecnológico en el internet, y la telefonía móvil por solo mostrar dos ejemplos. Después de violarse el artículo dos de la CRBV, que plantea la verdadera democracia con un estado de justicia social, y de derecho, esto se ha convertido en un secuestro de los poderes del estado, por un puñado de burócratas mediocres que se quieren perpetuar en el poder. El ejemplo: lo que le hicieron a la gente de Marea Socialista, cuando les impidieron legalizarse como partido político.
Dicen representar la liberación del pueblo, y han terminado sometiéndolo en una nueva forma de esclavitud con la escasez, la inflación, la inseguridad, y las colas.
Como hombre de izquierda siempre defendí la no enajenación del ser humano, y esta nomenklatura estalinista en el poder, está sometiendo a la población a través de una enajenación ideológica totalitaria y facistoide.