Este 6 de diciembre gana Chávez nuevamente las elecciones parlamentarias, ganan los candidatos impulsados por el portaviones invencible de la política venezolana. Esto no quiere decir que ganan los chavistas de otoño… pero sí que gana la Patria venezolana y la Patria Grande Latinoamericana.
Los votantes al salir de los centros de votación manifiestan, palabras más o palabras menos: "me gusta tu Chávez, pero no tus chavistas", dejando clara la victoria de Hugo Chávez Frías.
La victoria de Chávez en estas elecciones parlamentarias se fundamenta en tres irrefutables razones: Chávez es un gran líder que ama al pueblo y el pueblo lo ama a él. La oposición venezolana es realmente escuálida de líderes y propuestas. Los candidatos opositores nunca volverán porque este pueblo despertó de la alienación capitalista y la guerra económica no surtió efecto.
Los comandos de campaña no tienen una influencia directa en la victoria, como en las otras elecciones esta campaña ha sido fácil de planificar: solo se debe centrar el discurso de convencimiento en tener el corazón de Chávez y llegar al corazón del pueblo. La estrategia perfecta para ganar todas las elecciones está clara: UNIDAD en Chávez, LUCHA por Chávez, BATALLA con Chávez y VICTORIA de Chávez, que es el pueblo.
La revolución bolivariana tiene un líder tan grande que no puede ser vencido ni después de su desaparición física. Chávez es la bandera de los revolucionarios, es el hombre hecho pueblo, hecho idea, hecho vida inmortal. Cada candidato que se apunte a ganador debe llevar esa bandera imbatible.
Los candidatos que se crean victoriosos con los votos de Chávez no deben creerse su falacia, ellos no ganaron, ganó Chávez. Serán muy engreídos los que canten victoria por cuenta propia porque a sus liderazgos ni siquiera pueden endilgárseles los logros alcanzados por la revolución.
El pueblo venezolano tiene sus esperanzas puestas en el proyecto de país que Chávez presentó en el Plan de la Patria. Por eso la victoria está cantada. Aunque no se vea en algunos mal llamados chavistas que ostentan cargos en el gobierno la entrega del Gigante Comandante del Amor.
En su campaña de victoria perfecta dijo: "tú también eres Chávez", pero esa identidad tiene una explicación filosófica: Ontológicamente no podemos ser como Chávez, porque él es único e irrepetible. Axiológicamente los valores de Chávez si pueden ser repetidos por los que nos llamamos sus seguidores.
Ya la revolución bolivariana es irreversible con fundamento en que Chávez es invencible.
Es un dilema de fe saber que hay una diferencia incontrovertible entre el Comandante del Amor Hugo Chávez y algunos de los que nos decimos chavistas. Este ensayo se inspira en la frase de Gandhi "Me gusta el Cristo de ustedes. Lo que no me gustan son los cristianos: no se parecen en nada al Cristo de ustedes". Es una famosa frase que reconoce el valioso aporte de la figura histórica de Cristo y la ambigüedad de los que se llaman sus seguidores. Es una decepción grande saber que la vida de Jesús de Nazaret es tan distinta a la vida de los que decimos ser cristianos. Si solo cumpliéramos el Sermón de la Montaña o en resumen, el mandamiento del amor, pero la facilidad y comodidad del cristiano hace que se utilice el cristianismo para vivir de él. Lo mismo pasa con Chávez y los que nos decimos chavistas.
Para finalizar alerta camaradas, nada de triunfalismos, ganaremos pero si tenemos claro que GANA CHÁVEZ.
Si ganase el candidato o la candidata Fulanito o Fulanita que dice ser chavista, el pueblo pierde.