En las últimas cuatro columnas presenté cuatro de las "10 buenas leyes" que venimos proponiendo para el próximo período parlamentario: "Nueva Ley del Puerto Libre, Turismo e Industrias no Contaminantes", "Ley de Insularidad", "Margarita Tecnológica" y "Polo Industrial Pesquero". Son temáticas que me alegra hoy sean tema de debate y adhesión en toda Nueva Esparta.
En cada recorrido, asamblea o contacto directo uno va enriqueciendo su capital social y visualiza mejor las ansiedades, necesidades y sueños de la gente. Por ello quiero aprovechar este espacio para responder a una pregunta recurrente de militantes y dirigentes jóvenes y de la generación intermedia, que es justamente la gran mina de talento humano a formar para que asuman las muchas vacantes de liderazgo político existentes en muestra sociedad.
La duda es: ¿Un líder nace o se hace? La respuesta es: un líder, político o de cualquier otro orden, se forma a partir de ciertas condiciones genético-personales mínimas y una educación y entrenamiento persistente y constante.
Esto no se logra en un día. Hay que complementar teoría y práctica. Aula y calle. Orientación y ejecución. Planeamiento y desarrollo efectivo. Vocación de conducción y sentido solidario muy grande de responsabilidad social.
Los momentos pre-electorales, como ocurre en el presente, son ideales para captar, motivar y educar recursos humanos para que en dos años sean un refuerzo vital para los cuadros existentes.
El liderazgo es el conjunto de habilidades gerenciales y políticas que un individuo tiene para influir en la forma de ser de las personas o en un grupo determinado, haciendo que este equipo trabaje con entusiasmo, en el logro de metas y objetivos comunes. También se entiende como la capacidad de tomar la iniciativa, gestionar, convocar, promover, incentivar, motivar y evaluar un proyecto, de forma eficaz y eficiente.
Los líderes más exitosos son aquellos que poseen una identidad clara, asentada en valores y en conceptos; y en nuestro caso en el idealismo bolivariano construido por el Gigante y fielmente ejecutado por nuestro Presidente.
Agrego dos condimentos fuertes: además hay que desarrollar un gran dominio de la comunicación oral; un lenguaje adaptado a los medios de comunicación, y ese elemento innato llamado carisma.
Los invito a arrancar este camino bello de construir liderazgos políticos. Escríbanme. Súmense. Es reconfortante ser políticamente útil a la comunidad.
Un fuerte abrazo
Dante Rivas