Franklin Nieves es uno de los fiscales, no "el" fiscal, que instruyó la acusación contra Leopoldo López. Acaba de declarar, desde un recóndito lugar, imaginamos que en Estados Unidos, que las pruebas que se utilizaron para condenar a Leopoldo López eran falsas.
Franklin, desde Miami creemos, no nos cuenta cuáles son esas pruebas "falsas", nos las va a ir contando por capítulos.
Pero yo le puedo echar una mano y "envainarle" el segundo capítulo. Las pruebas falsas son que Leopoldo nunca dijo que no reconocía los resultados electorales, sino más bien que los respetaba y bla, bla, bla. Tampoco dijo que iba a movilizar a la gente que lo apoyaba, literalmente, hasta sacar por la fuerza al presidente electo de Venezuela. Tampoco alebrestó a sus seguidores para que impidieran el libre tránsito de bienes y personas por las calles del país. Sus llamamientos exigiendo a la gente, autoritariamente, "salir a la calle" y enfrentarse a las autoridades legítimas del país, policías y cargos civiles, no ocasionaron ni pérdidas materiales ni muertes. Las pérdidas materiales y las muertes se deben a la negativa del presidente a marcharse cuando él, Leopoldo, se lo exigió.
En fin. Prevemos que esta semana salga libre Leopoldo, nos disculpe y se vaya a su guarimba. ¡Discúlpame esa!
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