La Tecla Fértil

Chomsky, una visión al panorama latino-venezolano

Hay una ideología imperativa en Venezuela que solo expresa los intereses y necesidades de la élite socioeconómica del país y tienen el atrevimiento de comprometer al pueblo para que elijan sus candidatos a diputados, tienen adhesión en las masas por lo que ofrecen, pero, algunos llamados tecnócratas son depredadores del poder popular y representan la contrarrevolución en el mapa territorial del país.

La sociedad se encuentra impregnada de pragmatismo socialdemócrata y no del socialismo que predicó Chávez. Esto, ha invadido la economía y están inversamente listos para la interpretación idealista de cualquier fin. Muchos vienen alineándose a las técnicas de guerra, asesorando en la adquisición de equipos de guerra, estando vinculados muy cerca del gobierno bolivariano.

Las protestas, son solo hechas de una acción confusa.

Muchos, se encuentran atrapados entre la verdad y el poder, se manejan en base a lo social y las clases significativas. Desean un camino de eficiencia como de riqueza.

Es la nueva vanguardia socialista, que, utilizan al socialismo como una retorica, teniendo una visión de meritocracia que remplaza todo manejo en la función social, atienden al pueblo en sus problemas, sin cambios fundamentales.

Los errores se vienen cometiendo, pero nadie soluciona. Solo agregan dogmatismo al discurso de izquierda para ser defensores del statu quo, éstos dirigentes son incapaces de percibir sus propios compromisos ideológicos.

El pueblo, quiere tomar parte de un movimiento genuino de cambio social, está dispuesto encarar los hechos y abstenerse de erigir fantasías convenientes,

La acción de estos pensadores radicales es conducir al pueblo a la confrontación y represión, por lo tanto, es un signo de bancarrota, porque rompe con el Legado del Comandante Chávez y apunta hacia una forma estilista y autoritaria de organización, el pueblo hoy, es objeto de injusticia por las colas y de represión por la permanencia del ala militar en cada acción social, porque se llevan parte de lo ofrecido, teniendo sus regenterias de alimentos o comisariatos, otros lo llaman proveeduría militar.

El poder estatal, debe estar protegido del enemigo doméstico y la población no está resguardada del poder estadal, por esto, tanta inseguridad. Hay una triangulación del poder hacia los beneficios del pueblo.

Desde la doctrina Truman, todo se está calentando para actos de guerra y, siempre estaremos en Latinoamérica preparados a una intervención militar de alto nivel por energía, todo comenzó en 1981.

La actitud británica hacia el Caribe desde 2007, ha sido junto a la agencia de espionaje de Washington de romper la privacidad de los venezolanos y, con todo esto, le vendemos petróleo a sus colonias en el Caribe.

Estamos expuestos, los resultados vienen siendo conocidos y las expectativas son muy acertadas, los pactos como convenios sugieren acuerdos comerciales y, de aquí se desprende el neoliberalismo, donde los inversores, como dólares venezolanos empalman sus estrategias contra la Constitución Bolivariana y todo conlleva a un justificativo, por cada acto del gobierno.

Para la oposición, las políticas aplicadas en ésta Venezuela bolivariana es exitosa, sus motivos persisten en el tiempo con la cantidad de dólares percibidos para ofrecer bienes. Esta política estadounidense ha tenido sus gratificaciones. Tenemos una colonización abierta en el país, ahora el Guerrero Guaicaipuro es avasallado por Colón al ser colocado en su pedestal.

Esto, es una sociedad democrática y no socialista, así lo expresa la Carta Magna. La concentración del poder estadal ha sido muy grande, no hay entendimiento entre empresario y trabajador, nadie está interesado en construir una Sociedad Socialista, sino democrática.

El economista chileno Felipe Herrera, fundador y primer presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en los años 60 vislumbra como antídoto a la realidad global que hoy enfrentamos, poner en marcha un proceso de integración: "En el mundo de hoy, en que está constituyéndose un nuevo sistema internacional, en que las relaciones serán entre supernaciones, si América Latina quiere preservar su identidad cultural como una región diferenciada, dotada de sentido político propio, tendrá que integrarse a actos internacionales. De esta manera, la integración debe ser la alternativa de hoy para que América Latina pueda seguir manteniendo mañana su propia imagen; para que esa imagen se proyecte con dignidad y con sentido de futuro hacia otras comunidades del mundo".

El rotundo fracaso que significó la fallida 'Primavera Árabe' debería, tras la desestabilización y fragmentación de los respectivos regímenes de gobierno en cada uno de los países que protagonizaron dicha desintegración, ilustrarnos respecto a lo que la atomización puede provocar en nuestra región sureña. En el Medio Oriente, los países que solían tener el mayor índice de desarrollo lamentablemente sus habitantes se mueren de hambre. Poco menos se podría esperar si una lamentable reacción desestabilizadora infectara a nuestra América Latina.

La integración, a diferencia de la atomización, busca unir a los pueblos de manera pacífica y hacerlos artífices de su propio destino sin tutelajes e injerencias donde el más fuerte subordina al más débil, pretende sinergizar y respetar la cultura, el idioma, las tradiciones y los procesos sociales de cada uno de ellos, sin privar a ninguna nación del pleno ejercicio de su soberanía; pretende asumir una sana interdependencia.

Por otra parte, el cristianismo evangélico es una importante fuerza popular en EE.UU. Más hacia los extremos, el cristianismo evangélico del Fin de los Tiempos, tiene un enorme alcance popular, vigorizado por el establecimiento de Israel en 1948, revitalizado aún más por la conquista del resto de Palestina en 1967 – todas señales de que se acercan el Fin de los Tiempos y la Segunda Venida. Según los dogmáticos religiosos.

Estas fuerzas se han vuelto particularmente significativas desde los años de Reagan, ya que los republicanos han abandonado la pretensión de ser un partido político en el sentido tradicional, porque se dedican en virtual formación uniforme a servir a un ínfimo porcentaje de súper ricos y al sector corporativo, en Venezuela dichas empresas han hecho un jugoso negocio con nuestros dólares. Sin embargo, el pequeño electorado que es servido primordialmente por el partido reconstruido no puede proveer votos, de modo que se han vuelto a otra parte: Latinoamérica.

La única alternativa, en Venezuela es movilizar tendencias que siempre han estado presentes, aunque raramente como una fuerza política organizada: primordialmente nativistas que tiemblan de miedo y odio, y elementos religiosos que son extremistas según estándares internacionales, pero no en EE.UU. Un resultado es la reverencia por supuestas profecías bíblicas, de ahí no solo el apoyo a Israel y sus conquistas y expansión, sino un amor apasionado por Israel, otra parte fundamental del catequismo que debe ser entonado por candidatos republicanos – y demócratas, de nuevo, no demasiado lejos. Edgardo Parra, permitió que territorios baldíos fuesen entregados a protestantes de ascendencia estadounidense con enclaves en Puerto Rico, ahora son tierras diplomáticas avaladas desde Inglaterra, sede de este accionar en América Latina. Los socialdemócratas del chavismo están contentos, se han fortalecido en estos dos últimos años, mientras el pueblo chavista de Chávez padece en las colas para lograr un producto elaborado por una transnacional, cuyos regidores son precisamente protestantes.

Dejando de lado estos factores, no hay que olvidar que la "Anglosfera" – Gran Bretaña y sus retoños – consiste de sociedades de colonos, que surgieron de las cenizas de poblaciones indígenas, reprimidas o virtualmente exterminadas. Las prácticas del pasado deben haber sido básicamente, en el caso de EE.UU., incluso ordenadas por la Divina Providencia. Por lo tanto a menudo existe una simpatía intuitiva por los hijos de Israel cuando siguen un camino semejante. Pero primordialmente prevalecen los intereses geoestratégicos y económicos, y la política no está grabada en piedra.

Recuerde presidente Maduro, las tenazas ya están puestas y nuestros candidatos a diputados no manejan la política internacional sionista y estadounidense. Hoy, en las colas, no hubo alimentos y solo se escuchó un gran quejido contra usted y nadie nombró a nuestro Comandante Supremo, el Neoliberalismo se desarrolló como programa en las vertientes económicas del país.

Chomsky, tiene razón. Las corporaciones nos derrotaron y desestabilizan con sus factores de ensamblaje el comercio venezolano.



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Emiro Vera Suárez

Profesor en Ciencias Políticas. Orientador Escolar y Filósofo. Especialista en Semántica del Lenguaje jurídico. Escritor. Miembro activo de la Asociación de Escritores del Estado Carabobo. AESCA. Trabajó en los diarios Espectador, Tribuna Popular de Puerto Cabello, y La Calle como coordinador de cultura. ex columnista del Aragüeño

 emvesua@gmail.com

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