"Una poderosa fuerza se levantó y comenzó a imprimirle ritmo y dirección a un proceso y no habrá fuerza capaz de detenerlo, porque se alimenta de la energía maravillosa que genera la conciencia de un pueblo".
Hugo Rafael Chávez Frías (31 de marzo de 2006)
La oposición venezolana quiere adjudicarse para si la reciente victoria que obtuvo la oposición argentina en el país sureño, para buscar un respiro en las elecciones del venidero 6 de diciembre, una vez que se les agotó el apoyo de Obama y han resultado insuficientes los esfuerzos y los numerosos recursos aportados por la derecha internacional, quien le ha inyectado muchos dólares desde sus centros de poder en New York, Miami, Madrid y Bogotá.
La ceguera política de los devaluados líderes de la derecha venezolana no ha entendido que el problema de sus constantes derrotas, no está en la falta de apoyo internacional y en los excesivos recursos que les han inyectado, sino en su falta de moral y transparencia para ofrecer una auténtica plataforma política que compita contra la opción socialista y revolucionaria, la cual sembró en el pueblo el "Comandante Supremo" Hugo Chávez Frías.
La cínica conducta y el accionar político de la oposición se ha centrado en una estrategia que ha castigado al pueblo venezolano por hambre: es decir, se ha metido con lo más sagrado de un pueblo que es su alimentación y sus productos de primera necesidad; craso error.
Pretender ganar unas elecciones ante una auténtica política de reivindicaciones sociales y de protección para los excluidos por parte del gobierno bolivariano desde el Comandante Chávez hasta el Presidente Maduro, con indicadores que superaron un 80 por ciento de pobreza y ha atendido a más de un 90 por ciento de la población, con misiones, educación y salud gratuita, pago de pensiones y jubilaciones, viviendas y demás servicios públicos, es ofender la inteligencia de los venezolanos.
Si bien el marketing o estrategias electorales que han servido de escudo para manipular países y acceder al poder ha sido el arma de la derecha en países hermanos como por ejemplo México, Colombia o Argentina; es un hecho comprobado de como la pedagogía política de Chávez educó a su pueblo y le enseñó a creer en sí mismo, convirtiéndolo en el verdadero protagonista del poder popular.
Este pequeño detalle se le ha olvidado a los asesores gringos y a sus lacayos de la oposición, quienes habían sacado cuentas de rendir al pueblo por hambre, para cosechar así en las próximas elecciones el descontento y endosar al gobierno revolucionario los problemas engendrados por una derecha y una oligarquía parasitaria, que aspira regresar al poder y el cual más nunca volverá a tener en Venezuela.
Lo que está planteado en las próximas elecciones del 6 de diciembre es el reaccionar de un pueblo, en su mayoría consciente de su papel y además, agradecido por las reivindicaciones que jamás gobierno alguno les había otorgado en la vida republicana de Venezuela.
La mayoría de los venezolanos que por una u otra razón no está conforme con el proceso revolucionario, también está consciente y sabe que la oposición venezolana la representan unos líderes que dan pena ajena.
Los candidatos que actualmente se han presentado al electorado a través de la MUD (Chuo Ramos, Ramos Allup, Antonio Ledezma, María Corina Machado, Henrique Capriles, Lepoldo López, Julio Borges, etc.) se acompañan de seres invisibles "gallos tapados", a quienes nadie conoce; o en otras palabras, le faltan el respeto a la inteligencia de los venezolanos quienes podrían representar una opción de poder, con legítimo derecho en Venezuela.
En realidad el pueblo que acudirá a votar el próximo 6 de diciembre, está consciente de la guerra económica y de los malos ratos que hemos tenido que pasar (nos contamos) en estos últimos años.
Hemos sido víctimas tanto en el chavismo como en la oposición, de una estrategia de genocidas y fascistas quienes han atentado contra los derechos elementales de un pueblo, como lo es su subsistencia y su alimentación (por parte de pelucones y oligarcas)
Cualquier persona con el más mínimo sentido común y libre de manipulación (atribuida al Gobierno) ha abierto los ojos y entiende que a este pueblo venezolano se le ha querido rendir por hambre, para encauzar dicho descontento con el voto.
Esta actitud cínica e hipócrita de la oposición (con la excepción de algunos confundidos) recibirá su respuesta y su castigo en las mesas electorales el próximo 6 de diciembre.
La Revolución Bolivariana recibirá una coherente actuación por parte del bravo pueblo venezolano, tal como lo ha demostrado en el pasado con su conducta: del 27 de febrero de 1989; el 4 de febrero de 1992; las elecciones de diciembre de 1998; paro petrolero del 2002-2003; Golpe de Estado del 11 y13 de abril del 2002 y 12 de febrero del 2014 (Guarimbas) y ahora el próximo 6 de diciembre de 2015 (elecciones parlamentarias)
Lo que veremos como resultado en las venideras elecciones parlamentarias, es la reiterada conducta de un pueblo que no soporta más el engaño de los pelucones y de una oposición apátrida e hipócrita. Ante ello nuevamente los venezolanos responderemos con una conducta revolucionaria, es decir: ante la guerra económica, una guerra de votos.
¡Unidad, lucha, batalla y victoria!... ¡Venceremos!