"Fraude electoral", nueva excusa para la violencia

Esta semana culmina la campaña electoral de las elecciones del 6-D. Para ahorrar espacio presentamos a continuación algunas consideraciones de una selección de analistas políticos que se atreven a realizar pronósticos en cuanto a los resultados. Tenemos las opiniones de Leopoldo Puchi, José Vicente Rangel, Schemel y Michael Penfold (Prodavinci), por una parte, asimismo se incluye a Dieterich, a pesar de sí mismo, porque señala un elemento crucial (violencia). Veamos los vaticinios sobre el 6-D:

  • "En un proceso electoral puede hablarse de que se está frente a un "empate técnico", previo al momento de votación, cuando la diferencia entre una y otra opción en las encuestas no supera el margen de probabilidades de error que ellas mismas establecen. Esta no es la situación en el ámbito nacional de las votaciones del 6 de diciembre, porque en la votación global los sondeos de opinión reflejan una mayoría clara a favor de la oposición. (…) Sin embargo, en al menos 20 circuitos los resultados se anuncian muy reñidos, y entre ellos se encuentran los cinco circuitos plurinominales donde se eligen en cada uno tres diputados" (Puchi)

  • "Las predicciones que estamos dando son para un resultado muy cerrado, muy reñido entre la oposición y el chavismo en este momento", dijo Schemel. Afirmó que la brecha en votos nacionales favorece a la oposición. "La brecha en votos nacionales en estos momentos favorece a la oposición, aunque la brecha se ha venido cerrando, circuitos que el chavismo estaba perdiendo, hoy está ganando", expresó en una entrevista para ‘José Vicente Hoy’, que transmitió Televen. Explicó que "la votación nacional no se corresponde con los resultados electorales por cada circuito. El chavismo puede obtener menos de la mitad de los votos, y aun así ganar la mayoría parlamentaria. O la oposición puede obtener una mayoría en votos nacionales sin lograr una mayoría en el Parlamento (…) Hay que cuidar mucho esto porque puede crear una falsa expectativa y puede provocar eventualmente una frustración y una neurosis en algunos sectores", agregó. Esta elección no se decide por votos nacionales, se decide circuito por circuito, son 87 elecciones distintas, dijo. "Por eso, presentar proyecciones de una votación nacional es incierto, es errado, equivocado y una manipulación del proceso electoral". (Schemel)

  • "Es casi un hecho que el sector opositor no reconocerá un resultado que le sea adverso, e, incluso, uno que no le dé la mayoría calificada que le permita llevar adelante sus planes inscritos en el desconocimiento del ordenamiento constitucional." (José Vicente Rangel)

  • "Tengo la impresión que el chavismo ganará el 6-D. Múltiples informaciones me lo confirman. Es cierto que la situación económica ayuda a la oposición. Pero una elección como la de diciembre, en 87 circuitos, privilegia la organización, capacidad de movilización, mística, liderazgo local y el factor Chávez, todos ellos elementos determinantes." (José Vicente Rangel)

  • "El reto del chavismo en la actualidad parece que ya no es vencer en las legislativas, que a estas alturas lucen perdidas, sino reducir el impacto de un potencial triunfo de la oposición. La diferencia en número de diputados puede determinar en cuál escenario se estará moviendo el país durante los próximos meses. Y cada uno de esos escenarios tiene implicaciones políticas y constitucionales muy diferentes." (Penfold)

  • "Washington tiene, in abstracto, tres estratagemas posibles para destruir a un gobierno latinoamericano. El golpe militar clásico, que se utilizó contra Zelaya en Honduras, en 2009; el golpe parlamentario, que Washington le aplicó al presidente paraguayo Fernando Lugo, en 2012; la "contrarrevolución de color", utilizada en Ucrania y otros países. La estrategia que se aplicará en Venezuela a partir del día 6-D es una combinación de "dos" y "tres"." (Dieterich)

  • "La apología de la toma de poder electoral violenta en Venezuela es el "fraude electoral". Su narrativa va así. Las encuestas de opinión muestran que la popularidad de Maduro está en un 20 por ciento y que cerca de un 80 por ciento de los ciudadanos quiere un cambio de régimen y gobierno. Ambos parámetros se explican por la fuerte y prolongada crisis económica, la inflación, el desabastecimiento y la criminalidad. Son inferencias altamente probables y, para el sentido común, absolutamente plausibles. Para la propaganda global, son memes perfectos. En tal contexto, es imposible que el gobierno gane las elecciones limpiamente. Si proclama que las ganó, demuestra ipso facto (por el hecho mismo) que desconoce la voluntad de las mayorías y que ha cometido un fraude electoral. Se convierte, por lo tanto, en un gobierno "usurpador" de la soberanía popular y todo tipo de resistencia contra él es legítimo." (Dieterich)

Se pueden multiplicar argumentos que coincidan con los presentados, sin embargo, es posible augurar, en esta semana final, que los resultados van a ser reñidos en cuanto al objetivo central de las elecciones parlamentarias: el control de la Asamblea Nacional. Puchi expresa la opinión de un grupo muy pequeño de analistas, un resultado muy peleado y una incertidumbre sobre la fuerza que tendría mayoría en el parlamento y en qué condiciones.

José Vicente expresa la opinión oficial de los votantes o factores políticos chavistas, se a va ganar, aunque sea por escaso margen. A veces pienso, como dice Jesús Puerta, que se trata de un deseo y no un análisis riguroso. En el caso de este periodista de vieja data lo más significativo en sus argumentos refleja un posible escenario post electoral: la violencia por cantar fraude de los sectores de oposición que tienen una agenda oculta de irrespeto a la Constitución. Dieterich asume también esta posición, ve el resultado electoral del chavismo negativo, aunque gane por estrecho margen. La prédica del fraude y el no firmar el acuerdo de reconocimiento de resultados de UNASUR por parte de la MUD evidencia esta posición ya definitiva y sus consecuencias previsibles.

En conclusión, tenemos un posible resultado electoral muy cerrado con una alta posibilidad de violencia por el desconocimiento de los números adversos o poco favorables para la oposición. Claro, nadie desea esta situación, pero no vale esconder la cabeza frente a un cuadro que se consolida a diario. En todo caso, "amanecerá y veremos", pero, como deseo, espero que no sea "un amanecer de golpe" como la imagen del último libreto de José Ignacio Cabrujas sobre el 4 de febrero.



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Nelson Suárez

Docente/Investigador Independiente (Literaratura, Ciencia, Tecnología y Sociedad)

 suarez.nelson2@gmail.com

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