De Nicaragua (1990) a Caracas (2016)

¿Se repetirá en Venezuela la derrota política de los sandinistas en febrero de 1990?, es una pregunta que ronda después del revés electoral del 6D.

Violeta Barrios de Chamorro como representante de 14 partidos de la burguesía nicaragüense, derroto al Frente Sandinista el 25 de febrero de 1990.

Ortega y sus compañeros fueron desalojados de la dirección del gobierno aunque conservaron importantes posiciones en algunas entidades del Estado, como los aparatos armados.

La izquierda cayó en gran medida como consecuencia de la masiva corrupción de la alta burocracia y de graves errores políticos.

Fueron el verticalismo, el burocratismo, el sectarismo, procedimientos y estilos abusivos en las relaciones con la población, generados por la no diferenciación de estructuras estatales, militares, partidarias y de las organizaciones de masas.

Los sandinistas tardaron en regresar a la dirección del Estado 16 años (2006), periodo en el cual ejercieron la oposición y recuperaron el cariño y la legitimidad entre las masas populares.

Con la debacle electoral madurista de las elecciones del pasado 6 de Diciembre se ha configurado un escenario similar al de la nación centroamericana.

Es mi conjetura.

La descomposición ética y política generada por la descomunal corrupción de la burocracia chavista torno inevitable una crisis de enormes proporciones en la dirección del gobierno y el Estado.

Maduro y su rosca burocrática perdió toda base y se desplazan en el vacío político, sin saber en qué y en dónde puede terminar.

Es inviable una gobernabilidad con la inflación al 200%, con especulación generalizada, con colas, con escasez de la comida, con el bachaqueo de la Guardia en la frontera, con el asalto a las rentas petroleras mediante el fraude cambiario y con el cinismo de la burguesía roja contrarrevolucionaria.

Lo del Parlamento comunal es una grotesca mueca del clientelismo oficialista.

Las renuncias y actos de falso arrepentimiento (de Ministros y gobernadores) de los mandamases rojos tienen olor de farsa.

Solo un bloque revolucionario y popular surgido desde las entrañas de la nación tiene la posibilidad de rescatar las conquistas sociales y democráticas alcanzadas con tanto sacrificio del pueblo de Bolivar.



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Horacio Duque

Politólogo e historiador.

 horacioduquegiraldo@gmail.com      @horacio_DG

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