Pisemos callos sin piedad y compasión, asumiendo las consecuencias. Nos encontramos en una realidad profundamente diferente a los hechos históricos que marcaron todo el siglo XX cual podríamos, en proposición personal, considerar que alcanzó su finale el próximo pasado día 06 de diciembre de este año en curso, 2015.
Nuestro presente texto será de incomodidad tanto para los tirios como para los troyanos sin mirar a los lados, de frente, sin tapujos ni mercedes. Pero debemos considerar que Venezuela como un todo sociológico es profundamente diferente a todos y cada uno de los países que componen nuestra América y ello es lo primero que debemos asumir desde las realidades de los caribes pasando por don Simón Bolívar siguiendo por esa "guerra civil" de casi un siglo de extensión por enfrentamientos entre caudillos en el marco de una realidad objetiva como sería el sin-Estado para alcanzar la realidad gomecista de propuesta neonata de un Estado rentista entrando en contradicción con la "Generación del 28" en los "nuevos tiempos" mundiales de confrontaciones ideológicas a las cuales Venezuela no estaría exenta ni en lo político ni en lo sociológico pero marcada por la Dependencia brutal y petrolera y a un naciente capitalismo profundamente sumiso y alienante cual extendería sus propias contradicciones hasta lo significativo-catalizador del "4 de febrero" (1992) cuando se abriría un espacio-histórico de carácter ideológico-militar que definiría una nueva realidad conceptual que había estado subsumida en los tiempos pretéritos por las propias y sui generis características de lo telúrico-real de la sociología política criolla cuando comenzarían a definirse dos conceptos muy de corte euro-capitalista-histórico e ideológico, momentos cuando comenzáramos a denominar a dos sub-conjuntos sociológico-políticos en "derechas e izquierdas", expresiones no utilizadas previamente, fundamentalmente, durante el periodo de la denominada como 4ta. República cuando señalábamos esa realidad sociológico-política como, sencillamente, "adecos, copeyanos y comunistas".
¿Cuándo podríamos señalar como el momento cuando se definieron los grupos político-ideológicos clasistas tanto aquellos adscritos indiscutiblemente al pensamiento capitalista y aquellos sustentándose en aquellas realidades del socialismo mundial? ¿Fue la "Generación del 28" el comienzo de una nueva realidad político-ideológica que se iría desarrollando hasta alcanzar, como primera etapa, el gobierno venezolano gracias a la "Revolución de Octubre" en contra del Presidente-militar, Isaías Medina Angarita, en octubre del año 1945? Es de frecuencia "olvidar" el carácter de izquierda de aquellas realidades golpistas como lo demostrarían algunas de sus leyes promisoras como la Ley de Reforma Agraria. Al "golpe" lo sustituiría la primera manifestación eleccionaria de un Presidente en la persona de don Rómulo Gallegos elegido el 14 de diciembre (1947) y derrocado por golpe militar no-civil el día 24 del mes de noviembre (1948). ¿Fue un golpe clasista o sería un golpe adscrito a la Dependencia a Washington o sería una conjunción de ambos paradigmas en el marco de aquel capitalismo rentista-dependiente-del-petróleo?
En tanto y cuanto analicemos aquel "hecho histórico" desde la visión positivista estamos conformes en conciencia alienante pero cuando nos adentramos al escenario internacional, inmediatamente, percibimos algunos "detallitos" expuestos en el marco geopolítico que "…no son de desperdicio…" (JVR dixit). Nos referimos, concretamente, al desarrollo ideológico anti-comunista que significó la "Guerra Fría" pero, concretamente, para el "caso-Venezuela" en considerándolo con similitudes actuales en curso en ésta, para nos, nueva etapa de la Política post-contemporánea de Venezuela.
En el marco ante-expuesto de carácter ideológico para Washington era de obligación que el Gobierno de don Rómulo Gallegos más de izquierda que de derechas no tuviera realidad de continuidad cuando percibimos el "carácter de clases" de los partidos políticos en escena; nos referimos, fundamentalmente, a Acción Democrática y al Partido Comunista de Venezuela, ambos partidos políticos, directa e indirectamente, involucrados en los buenos quehaceres del Gobierno adeco de don Rómulo Gallegos y un Legislativo propenso a la sociedad, es decir, al pueblo de "Juan Bimba".
El "Interregno" dictatorial desarrollista alcanzaría su cenit el "23 de enero" cuando una Junta de Gobierno clasista se impondría a las inseguridades que representaban los reales pensares de la sociedad criolla urbana comenzando así las primeras manifestaciones de enfrentamientos entre el sector tradicional de izquierdas social-venezolano y los representantes de los objetivos capitalista-dependientes de esas derechas venezolanas y extranjeras, unas de carácter euro-céntrico-católicas y otras adscritas al mayamerismo-protestante; ambas expresiones de derechas adscritas ideológicamente a los centros de poder capitalistas tanto en Washington, el Imperio, como en las Europas demo-cristianas, en el marco del euro-centrismo; así, demostrativamente, transcurriría toda la realidad global en y durante la 4ta. República.
En nuestra visión siempre nos pareció profundamente extraño, por decir lo menos, que siempre se hablara de "adecos, copeyanos y comunistas", fundamentalmente, y nunca de "derechas e izquierdas"; se hablaba de "revolución y contra-revolución", de "patriotas y vendidos al Imperio", de "bolivarianos y mayameros", hasta el momento histórico cuando las clases comenzaron a definirse en sus realidades ideológicas, cuando las denominadas derechas comenzaron a tener que aceptar que la ideología impuesta de alienación al capitalismo ramplón de las masas criollas entraran en profunda crisis, precisamente, una crisis ideológica. Para que sea de mejor comprensión, ello sería de manifestación cuando "…bajaron los cerros…"; como cuando lo expresara don Rómulo Betancourt durante el primer Gobierno de Carlos Andrés Pérez: "…los habitantes de los barrios se están vistiendo como las personas del Country Club…"; o bien, en los términos actuales: los invisibilizados se hicieron visibles. Se destrozaron paradigmas ideológicos en la sociología venezolana.
El punto de inflexión podría estar en la relación dialéctica de lo representativo de la conjunción de dos "hechos históricos": el "27 de febrero" y el "4 de febrero" con lo representativo y significativo del Gobierno del "chiripero" de don Rafael Caldera Rodríguez. Podríamos considerar que el "27 de febrero" sería el final del camino en el "cul de sac" que tuviera sus comienzos consecuenciales con la traición que representara el Gobierno de don Rómulo Betancourt cual produjera la aceleración del renacer en el inconsciente colectivo e histórico venezolano no solo a nivel de la sociología urbana como también rural del bolivarianismo y de políticas de izquierda cuando la aspiración en praxis no alcanzara sus objetivos por las represiones y las traiciones desde aquel gobierno y durante toda la 4ta. República.
La etapa comprendida entre el "27 de febrero" y el "4 de febrero" se correspondería con el renacer y la profundización de la conciencia de lo social y militar bolivariano-nacionalista y social frente a la realidad que representaba la sólida alienación de un sector de las derechas políticas a las políticas neo-liberales promulgadas e impuestas desde Washington en conjunción con Madrid y Berlín. Era de perogrullo como tal se lo expusimos a un muy importante político que "lo militar-histórico" se expresaría, inevitablemente, que la "democracia en la calle" hablaría con contundencia ante las inoperancias, inmovilidades y el desarrollo de una ideología capitalista-neo-liberal extraña al sentimiento sico-social del venezolano; pero aquellas derechas se expresaban en profundas y serias contradicciones ideológicas en su mismo seno como expresiones asimétricas de las diferentes expresiones históricas de las políticas de las derechas.
En uno de esos sub-conjuntos de derechas se optarían por mantener el control histórico-tradicional de la economía venezolana en su expresión de "capitalismo de Estado" dependiente (curiosamente, aquel candidato presidencial adeco ante un auditórium en la Universidad Simón Bolívar propondría la necesidad imperiosa de rescatar "la bodega y el conuco"), mientras que el otro insurgente sub-conjunto de derechas se adscribían a las nuevas tesis socio-económicas que representaba el "neo-capitalista neo-liberal eurocéntrico" cual tendría que optar, por necesidad, que alcanzar el Poder a cualquier costo imponiéndole, precisamente, en aquel segundo gobierno de Caldera Rodríguez sustentando su legitimidad en "lo-nacional-chiripero", sus políticas neo-liberales gracias al control que ejercía en los ministerios (caso: Teodoro Petkoff).
Es decir, la etapa histórica que se desarrollaría entre el "4 de febrero" hasta el triunfo del Comandante Chávez Frías en aquel diciembre de 1998 sería una etapa llena de contradicciones entre las políticas neo-liberales impuestas y el desarrollo en la sicología colectiva del "nacionalismo bolivariano". Sería un muy interesante proceso no solo político y económico sino un proceso en la propia estructura del Estado rentista venezolano cuando entraría, profundamente, en su propia contradicción existencial requiriendo los necesarios y obligantes cambios profundos estructurales y super-estructurales de aquel y actual Estado rentista. Pero las derechas nacionales estaban inmersas en una profunda contradicción en lo conceptual de los "gustos capitalistas" de las partes: los tradicionales-capitalistas-históricos y los neo-capitalistas neo-liberales; los primeros buscando mantener su status quo histórico-tradicional mientras que los segundos buscando incorporarse al "nuevo mundo capitalista" donde la neo-Dependencia tendría características muy particulares y específicas en el marco de la relación financiero-económica de Venezuela con los ductores y conductores de la "nueva visión del capitalismo" estadounidense conjuntamente con "sus socios y aliados" en el marco de la realidad de la Globalización y la correspondiente responsabilidad de Venezuela en la "nueva división internacional del trabajo" global.
El triunfo de Chávez Frías cual sería confrontado vehementemente desde mucho antes de su triunfo electoral en referencia más arriba, significó "una sólida bofetada a la soberbia de las derechas más anti-comunistas" y "contra-nacionalista y contra-bolivarianas". Esas derechas que se adscriben a lo más rancio tradicional de lo conceptual del liberalismo del siglo XIX y de la Dependencia absoluta en cuanto a la concepción del "neo-mundo judeo-cristiano", actualmente, en curso de su manifestación más transparente tanto en el desarrollo de la "nueva política Obama" (JVR dixit), el desarrollo de las políticas militaristas de la OTAN y, en nuestro patio, las políticas ya en curso y en ejecución de Mauricio Macri como "modelo centro-europeo-católico" de nuevo corte post-Pinochet. Es decir, del enfrentamiento entre ambas orillas del Atlántico.
Pero estamos en Venezuela y es en nuestra Patria donde se confrontarán las derechas agresivas contra las democráticas izquierdas; es decir, se confrontarán las políticas capitalistas-fachas contra las políticas sociales-socialistas; cuando el Poder Popular se tendrá que confrontar en la calle con las propuestas en la Cámara de la Asamblea Nacional de las más rancias derechas nacionales; serán tiempos de dura confrontación, de movilización popular, de diálogo en permanente crisis social, serán momentos cuando Venezuela decidirá sí la Revolución Bolivariana está en la calle confrontando al voraz capitalismo global o bien "tira la toalla".
Es cierto que hemos perdido la mayoría en la Asamblea Nacional, es una batalla de una muy larga guerra pero no es ni Waterloo ni la "toma de París" por las huestes nazi-fascistas. Se verán a los cuadros de los diferentes partidos de izquierda como "maquis" moviéndose por todo el territorio geográfico-histórico de nuestra Patria, Venezuela. Ello lo conoce y lo analiza el Pentágono, lo sabe el Departamento de Estado, la Casa Blanca pero dudamos que Moncloa y el Bundestag lo acepten.
Ahora Navidad, tiempos de hermandad, de reflexión, de familia. Tiempos de solidaridad con los más necesitados, con los invisibilizados, con los camaradas olvidados. Tiempos de recordar a los no presentes, a recuperar fuerzas y fortalezas. Tiempos de recordar a los presos incluso a aquellos con quienes no compartimos sus pensares ideológicos porque ellos, los presos, todos, son también "seres creados". Son tiempos de cambios profundos en estos momentos cuando comienza una nueva etapa de la Revolución Bolivariana.
Feliz Navidad para todos y todas, "tirios y troyanos".