Crisis y Guerra Economica: la vigencia de la Crítica de la Economía Política

INTRODUCCION

En la actual coyuntura que vive la revolución  bolivariana se han acentuados los indicadores del agotamiento del modelo de acumulación capitalista basado en la expoliación de la renta petrolera:

a.-Caída vertiginosa del PIB

b.-Crecimiento inflacionario en el marco de un proceso recesivo: stagflaction

c.-Descenso de los precios del petroleo en un 75%

d.-Elevación de riego país.

e.-Reducción de la divisas operativas de las reservas internacionales.

f.- Fuga de capitales.

g.- Escasez de bienes y servicios.

Tal cuadro deficitario restringe el papel del rentismo como subsidio a la tasa de ganancia, dándose una disputa político-ideológica entre las clases y sus diversas fracciones  en torno a la  distribución de dicha renta.

Esta pugna de intereses es recogida en puntos de vistas e interpretaciones en torno a la crisis como  expresión de la  “lucha de  clase en lo teórico”, ya que en los diversos enfoques se intenta darle legitimidad ideológica a las distintas posiciones. Asi por ejemplo, la lumpenburguesía parasitaria asume el recetario neo-liberal del FMI, sistetizado en las siguientes políticas de ajuste:

1.-Impulso de las  maquilas y la explotacion del trabajo,para producir las mercancías a bajos costo.

2.- Ajuste macro económico que  enfatiza la reducción de sueldos y salarios.

3.-Darle prioridad al mercado y atenuar la intervención del Estado, eliminar  la ley  de precios justos

4.-Acabar con  los subsidios,  las prestaciones  y la seguridad social, quitar  las pensiones, suprimir el  bono de alimentación.

5.-Privatizar y mercantilizar los servicios: educación,salud,transporte, entre otros, eliminando su gratuidad

6.-Fortalecer los monopolios  y las inversiones  extranjeras, devolviendo  las empresas expropiadas.

7.-Supresión de la Ley del trabajo, suprimiendo el articulado que protege la estabilidad y los beneficios laborales.

8.-Incremento de los precios de productos básicos, léase: caraota, harina, arroz, leche, queso, carne, azúcar.

9.- Eliminación  del control de cambio, promover  la dolarización y sistema de bandas.

10.- Fomentar el endeudamiento y las negociaciones con el BM y el FMI

Por otro lado, otras fracciones del capital asociadas a la burocracia del Estado, postulan medidas de corte keynessianas, para corregir los desequilibrios y promover la producción interna:

  • Socialismo “de mercado”, inspirado en el modelo chino.
  • Reactivar la producción planteando una alianza con el capital privado, nacional y extranjero.
  • Promover empresas mixtas en la industria básica. Hierro, aluminio.
  • Propensión al consumo y a la inversión a través del gasto
  • Ordenamiento juridico que protega la propiedad y estimule el emprendimiento
  • Promoción de zonas francas y conglomerados industriales.
  • Liberación de precios.
  • Unificación cambiaria
  • Racionalización de los subsidios.

Este paquete  de medidas  se inscribe en la concepción tecnocrática del desarrollo de las fuerzas productivas sin cambiar las relaciones de producción

En otra perspectiva, desde el campo popular se vienen levantando banderas más radicales en la esfera fiscal y monetaria:

  • Nacionalización de la banca y del comercio exterior.
  • Revisión de la deuda y auditoría publica e la misma
  • Control de cambio y de precios.
  • Repatriación de capitales
  • Elevación de impuestos a las ganancias con una reforma tributaria.
  • Penalización del contrabando y la usura
  • Castigo  para quienes desfalcaron Cadivi, Sitme y Cencoex,

Igualmente, en el seno del proceso revolucionario existen corrientes identificadas con el legado anti-capitalista del Cmdte Chavez, quienes reivindicamos una serie de planteamiento recogidos en leyes y en los documentos fundacionales del PSUV, los cuales podemos agruparlo bajo el esquema desarrollado en el texto “COMUNALIZACION DEL PLAN DE LA PATRIA”(2014)siguiendo las siguientes pautas:

1.- El proceso productivo socialista, según lo contempla las Bases Programaticas del PSUV, las leyes del Poder Popular y el Plan de la Patria, posee las siguientes cacacterísticas:

  • Se reivindica la autonomía obrera contrapuesta a la lógica del capital
  • Se focaliza en el espesor productivo el origen de la crisis orgánica del capital, superando la simplificación que la reduce a la esfera de la distribución y circulación monetaria
  • Primación de los valores de uso sobre los valores de cambio.
  • Combate de la división social de trabajo, superando la separación entre las tareas intelectuales y manuales.
  • Democratización de los medios de producción, nuevas formas de propiedad.
  • Diversas formas de organización socio-productivas,  productores libres asociados.
  • Integración de redes productivas.
  • Nuevo tejido productivo, sustentable, diversificado:

-Numerosas empresas de propiedad social directa

-Áreas encadenadas productivamente a escala comunal

-Consolidación de  la arquitectura financiera comunal

-Organización de los Consejos y Comités de economía comunal.

2.-El modelo productivo socialista tiene un alcance global, pero  debemos enmarcarlas  ahora en su   COMUNALIZACION, con la implementación del PLAN DE LA PATRIA territorializado:

• Concreción del modelo productivo socialista a nivel local, según la vocación productiva, costumbres y tradiciones de cada lugar-espacio-territorio.

• Construcción de redes  de asociaciones productivas endógenas-sustentanbles en esos diversos territorios: comunas, ciudades comunales, distritos motores.

• Articulación con el poder popular y el sistema comunal en la nueva geometría del poder.

• Planificación democrática, presupuesto participativo y  contraloría social en el espacio local.

• Ocupación territorial que enfrente la contradicción-ciudad campo, centro-periferia.

En el proceso de comunalización del modelo productivo socialista, debemos tomar en cuenta  los elementos que anteceden:

a.- En la transición socialista hay que territorializar el modelo, tal como esta desarrollado en el sistema de agregación comunal.

b.-Se trata de un plan sistemático de conformación de REDES SOCIO-PRODUCTIVAS, como una gigantesca telaraña que cubre  los territorios.

c.-La red abarca desde la producción, pasando por la distribución y el  consumo.

d.- En su seno se debe injertar  la propiedad social, el espíritu socialista.

Colocar el acento en el proceso inmediato de producción, enfatizar el desarrollo de la economía comunal, concretar su territorialización y  construcción de redes socio-productivas como telaraña, demanda profundizar la crítica epistemológica de la concepción neoliberal que hace estrago en el pensamiento aparentemente de  izquierda, pero donde se ha  refugiado el keynessianismo.

Trascender la apariencia, ir a la raíz de los problemas, hacer totalizaciones de la realidad concreta, caracterizar el problema de las contradicciones que están presentes, es clave para la transición socialista. Los  apologistas y defensores del capital cuando formulan diagnósticos, planes de acción y políticas de seguimiento frente a la crisis orgánica,  encubren o escamotean sus aspectos genético-estructurales, surgiendo  las siguientes distorsiones cognoscitivas:

* El diagnóstico se remite a la esfera de circulación, distribución y  consumo, sin profundizar en el proceso inmediato de producción. De allí  parte la superficialidad y el nivel descriptivo del análisis.

* De esta manera se presentan agregados empíricos sin conexiones ni  nexos causales.

* Se asumen enfoques ahistóricos, desconociendo la génesis y la  evolución del proceso (profundización de la pérdida de la memoria  colectiva).

* La finalidad y los objetivos son vagos y contradictorios tal como  ocurre comúnmente en los planes de la nación.

Por ello nuestra identidad ideológica con las BASES PROGRAMATICAS DEL PESUV, cuando  plantea:

 “Una premisa fundamental para el desarrollo de un nuevo modelo productivo es la ruptura con el conocimiento y la racionalidad burguesa y su metafísica de la economía, particularmente lo atinente a las formas de contabilizar y cuantificar el desarrollo económico reduciéndolo a crecimiento. Esto incluye la propia noción de crecimiento [variación porcentual de transacciones financieras –valor monetario- de la producción de bienes y servicios]; la teoría subjetiva del valor; la teoría marginalista; la preponderancia de la esfera de la circulación [el mercado] frente a la producción…” 

“…Se requiere tomar el instrumental teórico de la crítica de la economía política formulado por Marx y enriquecido por autores marxistas para fundamentar una crítica de la economía política de la transición que dé respuesta a los problemas generales pero también a los concretos e inmediatos. En particular es necesario rescatar la ley del valor que propone un esquema de análisis del capitalismo basado en la jerarquización del proceso productivo y en la centralidad de la explotación y que analiza los fenómenos comerciales y financieros refiriéndolos a su determinación productiva…”

(Tomado de las BASES PROGRAMÁTICAS DEL PARTIDO  SOCIALISTA UNIDO DE VENEZUELA (PSUV) Aprobadas por el I Congreso Extraordinario del PSUV, reunido en Plenaria, en Caracas, a los veinticuatro (24) días del mes de Abril de 2010.

 En estos párrafos queda muy clara la necesidad de utilizar las herramientas de la crítica de la economía política marxista:

  • En la transición socialista hay que romper con el conocimiento y la racionalidad  burguesa, su forma de contabilizar  y cuantificar el desarrollo, el cual es reducido a “crecimiento”.
  • Se pone en discusión la propia noción de crecimiento, la preponderancia de la esfera de la circulación, el mercado frente a la producción.
  • En este último aspecto se establece una precisión teórico-conceptual de mayor alcance, cuando se plantea la  necesidad de  rescatar la ley del valor que propone un esquema de análisis del capitalismo basado en la jerarquización del proceso productivo y en la centralidad de la explotación y que analiza los fenómenos comerciales y financieros refiriéndolos a su determinación productiva.

En los anteriores planteamientos que anteceden hay una ruptura con los enfoques y métodos que algunos revolucionarios le adscriben al marxismo, siguiendo los manuales de la URSS.

Esto hace obligante definir cuál es el marxismo que reivindicamos, particularmente esto se convierte en dilemático cuando por ejemplo  abordamos los problemas de método o exploramos los enfoques predominantes sobre las crisis capitalistas.

Ambos aspectos pude sistematizarlos colectivamente en la década de los 90 en un taller sobre la crisis dictada en la Escuela de Sociología de la UCV, que al igual que en otros ámbito bajo influencia del marxismo-leninismo ruso, predominaban enfoques simplistas sobre la crisis capitalistas, reducido a una de sus determinaciones: la anarquía o desproporcionalidad entre los sectores económicos, ignorando o desconociendo la problemática que existe en los textos del propio Marx, quien  dejó en sus diversos escritos puntos de vistas que permiten realizar interpretaciones de la crisis como subconsumo, sobreproducción de mercancía, sobreacumulación de capitales, caída de la tasa de ganancia.

Diferentes autores sobre la base de estas lecturas, muchas veces realizadas por separado o atomizadas, han elaborado enfoques, editaron ensayos, fundaron escuelas.

 Con los alumnos de sociología cursantes del taller sobre la crisis en aquel entonces, durante varios semestres examinamos la crítica epistemológica empleada por Marx, particularmente en el análisis de la crisis orgánica del capital .Esto nos llevó a realizar lecturas interpretativas de los diferentes textos de Marx que se refieren al tema, Resultado de aquella sistematización publicamos diferentes materiales, tal como se recoge en los diversos ensayos publicados en:

Aporrea.Org: http://www.aporrea.org/ideologia/a69218.html.23/12/2008

http://www.aporrea.org/ .actualidad/a136493.html .

En estos materiales de vieja data que presentaremos a lo largo de esta compilación, realizamos un estudio documental tanto de los fundamentos epistemológicos como los rasgos históricos de la crisis que padece el regimen de producción capitalista.

La diferencia temporal de más de una década entre estas lecturas marxistas y la elaboración de las BASES PROGRAMATICAS DEL PSUV en el año 2010 pone en evidencia una identidad programática profunda con este legado anti-capitalista del Cmdte Chavez, rebasando cualquier desavenencia cicunstancial, en lo que he  defendido como UNIDAD CON FUNDAMENTOS  IDEOLOGICOS

Nuestra lectura de esta problemática no sólo se redujo a los aspectos epistemológicos e históricos, sino que abarcó de igual manera, las respuestas revolucionarias a la crisis del capital, asumida desde la perspectiva de la autonomía obrera, tal como se plasma en el segundo ensayo de  esta compilación que lleva el título de CRISIS ORGANICA DEL CAPITAL Y UTOPIA CONCRETA,  punto 6.- Una utopía Concreta de Nueva Sociedad, donde se resumen las 10 líneas de trabajo del PROYECTO NUESTRA AMERICA para aquel momento:

Frente a  estas realidades es donde cobra mayor  pertinencia la reactualización de los puntos  básicos sobre los que se sustenta cualquier  propuesta alternativa. Estos son:

1. La superación de la escisión entre trabajadores y los medios de producción y de ganancia.

2. La abolición de la ganancia sobre el proceso de trabajo, eliminando la extorsión del trabajo, el lucro como meta de la producción, colocando en su lugar ¡as necesidades históricas y culturalmente determinadas por los pueblos.

3. La reducción de la jornada de trabajo y la extensión del tiempo libre.

4. La cualificación de la soberanía política de los ciudadanos, a través del ejercicio de la democracia directa y la reabsorción de la sociedad política en la sociedad civil, minándole las bases a la política como actividad separada de la dinámica social cotidiana.

Para el logro de tales objetivos de suyo se comprende que hace falta una revolución, donde los explotados y oprimidos conquisten y a la vez construyan un nuevo poder, a través del cual podamos transformar las actuales estructuras de dominación.

Esta es la utopía concreta por la cual luchamos hoy, involucrando en nuestra perspectiva los siguientes proyectos:

• La gestión directa del trabajo, articulada por el control directo de los trabajadores de la producción, la distribución, el consumo, y la autogestión de este proceso.

• El desarrollo de la multilateralidad del trabajo concreto como de los valores de uso, es decir, del trabajo directamente social sin la mediatización de relaciones mercantiles, o de la estructura y los patrones de consumo,  impulsando en su lugar necesidades mas radicales o auténticas.

* La abolición de la racionalidad burocrática, construyendo un nuevo  modo de producir conocimiento que ayude a eliminar la división social  del trabajo, la jerarquía y el monopolio del saber.

* La emancipación de la sensibilidad, !o que nos conduce a la  revalorización del afecto, el diálogo, la cooperación y la solidaridad,  como principios humanistas.

Estos proyectos se insertan en una línea de acción cotidiana y le dan sentido a una praxis que supera el pragmatismo político o dejar las cuestiones de fondo para un "después".

Cuando nos referimos a una utopía concreta nos remitirnos entonces a un norte que puede construirse hoy, por ello la dialéctica de su construcción no comienza desde cero, sino que hemos delineado algunas metodologías que ayudan a sistematizar su desarrollo y transitando un conjunto de experiencias en el terreno nacional. Esto nos ha permitido resumir en diez puntos los contenidos fundamentales para una estrategia de acumulación de fuerzas. Estos son:

1.-El desarrollo de un nuevo modo de producir conocimiento, defendiendo como paradigma la articulación de la investigación acción y los métodos cualitativos.

2. La radicaIización de la resistencia cultural, tanto en la escuela como en la comunidad. Hoy proponemos un proceso educativo liberador que se materializa en la formación permanente de los docentes, la reforma curricular en los centros de formación docente, el Proyecto Plantel, y el desarrollo de las experiencias de educación popular.

3-. La práctica de nuevas formas de intervención social y de organización que permitan construir una nueva cultura política donde se rompa la separación entre la sociedad política y la sociedad civil, se reduzca la distancia entre dirigentes y dirigidos, y se supere el divorcio entre gobernantes y gobernados. De allí las diversas iniciativas en las cuales trabajamos, inspiradas en los objetivos que giran alrededor del proceso popular constituyente, el desarrollo del movimiento autónomo de base, la democratización gremial y sindical.

4.- La redefinición del vínculo médico-paciente, la búsqueda y promoción de medicinas y terapias alternativas, como respuesta a los modelos capitalistas de industria de la enfermedad y reproducción de las relaciones de trabajo en el terreno de la

salud.

5.- La preservación del medio ambiente y el desarrollo de tecnologías adecuadas a este fin.

6-. La cualificación del tiempo libre, el ocio creador y las actividades lúdicas, como combate al esquema de la industria cultural, sustentada en la mercantilización de actividades creativas, recreativas y deportivas que se generan en la sociedad.

7-. La promoción de un movimiento artístico que desarrolle el canto comprometido, e! teatro de la calle, las danzas, la poesía, y confronte la vanalización del arte.

8-. La lucha por la liberación de la mujer, el enfrentamiento al bloqueo de la sensibilidad, y la enajenación erótico-sexual.

9-. La construcción de una nueva racionalidad  comunicativa que rescate la palabra y nuestra  capacidad expresiva, entre otros, a través de la  promoción de una concepción artesanal y de base para la  difusión del conocimiento de variados instrumentos  comunicativos: video, cine, fotografía, impresos,  radio, etc.

10-. El desarrollo de experiencias cooperativas y de trabajo  artesanal, entendidas como escuelas para la  materialización de un proyecto de nueva sociedad.

Este conjunto de puntos de partida del cambio revolucionario planteado hace ya mas de una década, actualmente se han diversificado en variados proyectos impulsados en diversos espacios institucionales y en diversas experiencias del movimiento popular, dejando abierta la trocha para el rearme ideológico y la “RENOVACION DE LA PROMESA” que demanda la actual coyuntura histórica.

Carlos Lanz Rodriguez / 02 de Enero de 2016

 

LA CRISIS ORGANICA DEL CAPITAL

(Sus diversas lecturas en la óptica marxista )

 

I.- LA MISTIFICACION DEL CAPITAL Y LA NECESIDAD DE LA CRITICA EPISTEMOLÓGICA.

Uno de los principales rasgos del proceso de mistificación del capital se encuentra en el hecho de que el trabajo vivo (la fuerza de trabajo del obrero, su energía física y psíquica) se presenta como fuerza propia del capital. El trabajo muerto o trabajo pretérito (cristalizado en los medios de producción y en el dinero, pero que ha sido precedido por una "acumulación originaria" de capital fundada en el pillaje, la extorsión, la usura, la guerra, etc.) en manos del burgués se enfrenta al trabajo vivo como capital, a pesar de que en su génesis está el trabajo no pagado. En tal sentido, el capital como relación social (no como "cosa") no es más que trabajo objetivado, pero sin embargo, aparece como si él portara una cualidad "ontológica" que le permite crear por si sólo la riqueza, autovalorizarse.

Al respecto dice Marx en los GRUNDRlSSE:

"El capital está realizado ahora no sólo como valor que se

reproduce a si mismo y por tanto se auto perpetua, sino como valor

que pone valor. A través de la absorción en si mismo del tiempo de

trabajo vivo, por un lado, y del movimiento de la circulación que le

es propio (en el cual el movimiento del intercambio resulta puesto

como el suyo propio, como proceso inmediato del trabajo

objetivado) se comporta consigo mismo como lo que pone nuevo

valor.

El capital se comporta ante la plusvalía como si fuera él su

fundamento, como si lo hubiera creado,(...)"( ²)[.. .] el proceso de

producción inmediato toma la forma del poder productivo del

capital, que ya no puede reconocerse como el poder productivo del

trabajo

Para Marx este proceso donde el capital aparece como el "valor que pone valor" está signado por una Inversión: el predicado aparece como sujeto, es decir, el capital siendo un producto de la plusvalía, (resultado del proceso de valorización donde el obrero restituye el valor del salario y produce trabajo excedente) aparece como el factor generador del proceso.

De allí que Marx también señale en EL CAPITAL lo siguiente:

"(...) De este modo la extorsión de trabajo sobrante pierde su

carácter especifico; su relación especifica con la plusvalía se

oscurece, y a facilitar este resultado contribuye, como se puso de

manifiesto en el Libro I, IV, el hecho de que el valor de la fuerza de

trabajo se exponga bajo la forma de salario. La relación del capital se

mistifica al presentar a todas sus partes por igual como valor

remanente (ganancia).

El modo como la plusvalía se convierte en la forma de ganancia

mediante la transición a través _ de la cuota de ganancia, no es sino

la prolongación de la inversión sujeto y objeto operada ya durante el

proceso de producción. De allí veíamos como todas las fuerzas

productivas del trabajo se presentaban como fuerzas productivas del

capital (...) Y esta relación invertida hace surgir necesariamente, ya

en el plano de las simples relaciones de producción: una idea

invertida congruente, una conciencia transpuesta, que los cambios y

modificaciones del verdadero proceso de circulación se encargan de

desarrollar", (3).

En estas líneas Marx señala en primer lugar, como la extorsión del trabajo queda oscurecida en la relación salarial. La especificidad de la explotación desaparece y se encubre la relación capitalista a través de la inversión sujeto-objeto. Esta relación invertida en el proceso de circulación, hace surgir también una idea y una conciencia invertida, es decir, para el "sentido común"  que aparece en la superficie es que toda ganancia es un valor remanente que surge en el intercambio, ficción ésta que el proceso de circulación se encarga de desarrollar.

Abundando en esta última cuestión, Marx dice:

"(...)Pero como la concurrencia, y por tanto, en la conciencia de

sus agentes, todo se presenta invertido, también aparece invertida

esta ley, es decir, esta conexión intima y necesaria entre dos cosas

que aparentemente se contradicen(...) Todo esto responde a un

desconocimiento de lo que es la cuota general de ganancia y a la

idea burda de que los precios se determinan en realidad por el

recargo de una cuota más o menos arbitraria de ganancia sobre el

valor de las mercancías. Pero estas ideas, a pesar de lo burdas que

son, brotan necesariamente de la inversión que las leyes inmanentes

de la producción capitalistas sufren dentro del mundo de la

concurrencia. "(4)

-------------

(*) Framento del ensayo “LA RECONVERSIÓN INDUSTRIAL EN EL NUEVO MODELO DE ACUMULACIÓN”. Ediciones Primera Línea. Caracas. Octubre 1990)

Las ideas burdas que surgen en el mercado, en la compra-venta de mercancías, hacen ver que la ganancia es un recargo que se le hace al valor de los bienes, de tal forma que no hay "rastros" de su verdadero origen.

En otro texto, TEORlA DE LA PLUSVALIA, Marx establece un enlace entre el

enfoque de la economía vulgar y el proceso de mistificación del capital:

"Tal como los economistas vulgares lo conciben, es pues, el

interés y no la ganancia el que brota como una plasmación de

valor del capital de por si, de la mera propiedad del capital, como

una renta especifica derivada de éste. Desaparece todo resto de

intermediarios: es pues, el fetichismo completo (..)"

"Desde el punto de vista de la economía vulgar, que pretende

hacer pasar el capital como la fuente sustantiva del valor, esta es

una fórmula perfecta, una fórmula en que las fuentes de la

ganancia pierden toda fisonomía y en la que el resultado del

proceso capitalista reviste una existencia independiente, desligado

del proceso mismo (…)"(5)

Ahora en otro nivel que ya no son los precios o la ganancia, sino que es el interés, aparece de nuevo el proceso de inversión: el interés brota del capital no se sabe por qué arte de magia, como una renta derivada de si mismo, desapareciendo toda mediación con la esfera de la producción, se trata de un fetichismo completo que le viene al pelo a los agentes ideológicos de la burguesía: el capital es la fuente sustantiva del valor, no hay por tanto explotación ni extorsión del trabajo, sino que lo que existiría sería un régimen de libertad, justicia e igualad. La ganancia se convierte en un premio a la libre iniciativa y al riesgo, una especie de remuneración al ahorro y al esfuerzo personal del capitalista. De allí que el fetichismo no sea tan inocente, y como veremos a continuación, tal percepción de la economía está en sintonía con los intereses ideológicos de la clase dominante.

Papel de las relaciones aparenciales en esta mistificación del capital.

Para Marx todo del proceso que examinamos anteriormente está cruzado por un velo apariencial, siendo en tal sentido una realidad que no es evidente a simple vista, no es transparente a la percepción sensorial. Así encontramos el enmascaramiento de un conjunto de relaciones: entre la extorsión del trabajo y el salario, entre la plusvalía y la ganancia, entre la ganancia y el interés. Tales encubrimientos nublan el tejido social e histórico de las relaciones de producción capitalista.

Este proceso de "mistificación" del capital tiene que ver con la supeditación del análisis a la esfera de la circulación, de la distribución y el intercambio(6).

En esta superficie de la realidad económica no se puede encontrar más que "apariencias", conduciendo a los capitalistas y sus agentes ideológicos al más burdo empirismo:

"(…)esta confusión de los teóricos revela mejor que nada como el

capitalista práctico prisionero de la lucha de la competencia e

imposibilitado para ahondar en modo alguno debajo de la superficie

de sus fenómenos, tiene que sentirse incapaz para captar a través

de las apariencias la verdadera esencia interior y la estructura

interna de este proceso"(7).

Ahora bien, en este caso no tan sólo se trata de un obstáculo que confrontan los burgueses en el proceso de conocimiento, sino que tal error, omisión o escamoteo epistemológico, es funcional al interés de justificar la dominación, de legitimar el lucro y la ganancia fundada en la explotación del trabajo. De tal forma que el hecho de que no se trascienda la apariencia, el nivel del dato empírico, la sacralización de la apariencia inmediata, no es un problema de "neutralidad axiológica", de objetividad científica. Los intereses de clase ocultan todo nexo o articulación del proceso de producción, y en tal sentido existe un esfuerzo por:

- "que a nivel de la fábrica, el proceso de trabajo sea concebido como

un proceso "natural" o como un hecho tecnológico, sin considerar

su articulación con el "proceso de valorización".

- que el salario siga mistificando la relación entre el trabajo necesario

y el trabajo excedente.

- que la mercancía haga aparecer invertida la relación social,

desapareciendo la distinción entre trabajo abstracto y trabajo concreto.

- que el dinero y el interés aparezcan automatizados, como dinero que

crea dinero, y no como metamorfosis del trabajo cristalizado, riqueza

abstracta que es generada por el trabajo"(8).

Tal esfuerzo de encubrimiento y de apología por parte de los agentes Ideológicos burgueses es lo que Justifica que nos veamos Inexcusablemente comprometidos a Investigar y debatir con seriedad, develando tales relaciones aparenciales, pues de lo contrario estaríamos bajo la supeditación de tales mistificaciones y por ende ayudando en la preservación del dominio del capital, facilitándole su legitimación ético-política.

La óptica empirista en la percepción de la crisis.

Subsumidos bajo la racionalidad del capital que acabamos de criticar encontramos una serie de puntos de vista sobre la crisis, los cuales no superan el límite de lo aparente". De allí que sea muy común encontrar un conjunto de explicaciones donde abundan las descripciones empíricas con abultados datos y estimaciones estadísticas, informaciones descontextualizadas, desagregadas y sin conexiones internas. Así por ejemplo se señalan variados indicadores donde se manifiestan los factores de crisis: inflación, desempleo, déficit presupuestario, déficit de la balanza de pagos, etc, y las explicaciones de rigor sobre las causas de tales fenómenos se circunscribe a los problemas de oferta y demanda, a los cuellos de botella en los flujos monetarios.

En su conjunto estos enfoques sobre la crisis capitalista no superan la órbita de la circulación: intercambio mercantil, compra-venta de la fuerza de trabajo.

Partiendo de esta esfera exterior, resulta muy difícil establecer las verdaderas determinaciones de la crisis, quedando obviadas todas las conexiones del proceso productivo y su articulación contradictoria: el proceso de trabajo y la valorización, la dicotomía valor de uso-valor de cambio, el carácter dual del trabajo como trabajo concreto-trabajo abstracto.

Obviamente tampoco es posible derivar las relaciones que posee esta dinámica contradictoria con las deformaciones sectoriales e insuficiencias estructurales, y particularmente la relación con las diversas expresiones de la crisis: subconsumo, sobreproducción, caída de la tasa de ganancia.

Las anteriores consideraciones conllevan algunas conclusiones en torno a la necesidad de superar tales enfoques, a través de la elaboración de una teoría crítica, que en nuestro caso particular se reivindica del marxismo no dogmático no manualezco.

Sin la superación de los puntos de partida empiristas no podrá haber una lectura que de cuenta de las causas y manifestaciones de la actual crisis.

NOTAS DE ESTE CAPITULO:

(1) Carlos Lanz. La crítica de la economía política como referencia para la impugnación a la apologética burguesa Mimeografiado. Caracas. 193

(2) Carlos Marx. Elementos fundamentales para la crítica de la economía Política. Siglo XXI Editores. España.I972.Tomo 11, pag 277

(3) Carlos Marx. El capital Fondo de Cultura Económica.Colombia 1981. Tomo III, pág 60.

(4) Ibidem

(5) Carlos Marx. Teoría de la plusvalía Alberto Corazón Editor Madrid. 1974. Comunicación N 29. Tomo 11, Pág. 372

(6) atrios Marx. Elementos fundamentales para la crítica de la economía política Edic cit. Tomo 1, pag 194

(7) Ibidem, Tomo III, pag 174

(8) Carlos Lanz. Explotación del trabajo y crisis orgánica del capitalismo.Suplemento Cultural de .Últimas Noticias..Caracas. 1984.Parte l.

 

 II.- EL ENFOQUE MARXISTA Y LAS DIFERENTES CONCEPCIONES SOBRE LA CRISIS QUE EXISTEN EN SU SENO.

Los puntos de vistas de Marx entorno a la crisis

Casi todos los autores que han estudiado los puntos de vista de Marx en torno a la crisis, coinciden en que éste no dejó un estudio, riguroso sobre la misma, y que sólo existen referencias parciales y fragmentarias en diferentes textos, las cuales permiten diferentes lecturas, a menudo contradictorias. (9) Reconociendo la existencia de tales 'limitaciones documentales, creemos que la teoría marxista sobre la explotación del trabajo, los análisis sobre las determinaciones conflictivas del capital, son en su conjunto una teoría de la crisis.

Los límites y barreras en la valorización-acumulación, y en la reproducción ampliada -como obstáculos que se derivan de la articulación interna del capital: unidad contradictoria entre proceso de trabajo y valorización, entre valor de uso-valor de cambio, entre trabajo concreto-trabajo abstracto, permiten comprender el carácter orgánico de la crisis.

Tomando en cuenta que esta es una lectura de la crisis bastante desconocida en nuestro medio, aún para sectores autodenominados "marxistas", cobra importancia reseñar directamente las opiniones de Marx al respecto, exigencia ésta que no sólo persigue objetivos divulgativos, sino evidenciar el nivel de problematización que existe en tales formulaciones, y del mismo modo establecer los soportes documentales de las diferentes versiones y concepciones sobre la crisis en el campo marxista.

Inicialmente examinaremos lo que Marx define como la "posibilidad" de la crisis, refiriéndose a la antítesis entre la compra y la venta:

"(...)Al decir que estos procesos, independientes el uno del otro (la compra y

la venta) forman una unidad interna, decimos también que esta unidad

reviste al exterior la forma de una antítesis. Cuando cosas que por dentro

forman una unidad, puesto que se complementan recíprocamente, revisten

al exterior una forma de independencia y esta se agudiza hasta llegar a un

cierto grado, la unidad se abre paso violentamente por medio de una crisis.

La antitesis que lleva implícita la mercancía, el valor de uso y valor de

trabajo privado, que se ve al mismo tiempo obligado a funcionar como

trabajo general abstracto; de personificación de las cosas y materialización

de las personas, esta contradicción inmanente asume sus formas dinámicas

más complejas en los antagonismos de la metamorfosis de las mercancías.

Por eso esas formas entrañan la posibilidad, aunque sólo la posibilidad de

crisis (...)"(10)

En estos párrafos Marx indica la dialéctica contradictoria de la mercancía: valor de uso y valor de cambio, trabajo concreto-trabajo abstracto, la cual se manifiesta como una antítesis, autonomizándose la compra y la venta de mercancía y ello constituye la "posibilidad" de la crisis.

Estos criterios son reiterados por Marx en su texto sobre las Teorías DE LA PLUSVALIA:

"(...)Cuando decimos que la forma simple de la metamorfosis encierra la

posibilidad de crisis, decimos simplemente que esta forma lleva implícita, a

su vez, la posibilidad de que las dos fases que se complementan entre sí,

sustancialmente se desgarren y se disocien".

"(...)En realidad, la crisis no es otra cosa que la imposición violenta de la

unidad entre las fases que forman el proceso de producción y que se ha

disociado y sustantivado la una frente ala otra."

"La forma más abstracta de la crisis y, por tanto, la posibilidad formal de

ésta es, pues, la metamorfosis de la misma mercancía, en que sólo se

contiene el movimiento desarrollado de la contradicción de valor de cambio

y valor de uso implícita en la unidad de la mercancía, de donde luego se

deriva la contradicción de mercancía y dinero. Lo que convierte en crisis

esta simple posibilidad de crisis es algo que trasciende ya de la forma

misma; esta sólo nos dice que existe la forma para una crisis"(11)

La posibilidad formal de la crisis viene dada por la metamorfosis de la

mercancía, por el desarrollo de la contradicción entre valor de uso y valor de

cambio, sin embargo, la crisis misma trasciende esta forma, por lo que Marx

hace una advertencia de no confundir esta posibilidad de la crisis con su

causa, tal como lo plantea a continuación:

"Por lo demás, no pisan terreno más firme los economistas (como ST Mili,

por ejemplo) que pretenden explicar las crisis partiendo de la simple

posibilidad de crisis que va implícita en la metamorfosis de la mercancía,

con el desdoblamiento de la compra y la venta. Explicar la posibilidad de la

crisis no es todavía, ni mucho menos, explicar su realidad, explicar por qué

las fases del proceso chocan entre si de tal modo que su unidad intrínseca

sólo puede imponerse por medio de una crisis, por medio de un proceso

violento. Este desdoblamiento es el que se manifiesta en la crisis; es la

forma elemental de esta.

Pretender explicar la crisis a base de esta forma elemental de ella es tanto

como explicar la existencia de la crisis proclamando su existencia en su

forma abstracta, es tanto como querer explicar la crisis por la crisis

misma"(12).

De allí que en consecuencia Marx formule una serie de lineamientos para abordar el examen de la crisis:

 "(...)El problema que se plantea en el de seguir el desarrollo de la crisis potencial, pues la crisis real sólo puede exponersepartiendo del funcionamiento real de la producción capitalista, de la concurrencia y el crédito. "(13).

Para hacer el estudio de la crisis potencial es necesario: partir del funcionamiento real de la producción, éste fenómeno se manifiesta en la esfera de la circulación, pero el punto de partida es el movimiento real de la producción.

En tal sentido, Marx advierte de nuevo de no confundir la posibilidad de la crisis con sus causas más profundas:

"La posibilidad general de la crisis es la metamorfosis formal del mismo

capital, la disociación de la compra y la venta en el tiempo y en el espacio.

Pero la posibilidad general no quiere decir la causa de la crisis. Quiere decir,

simplemente la posibilidad más general de la crisis (...)" "Las condiciones

generales de la crisis (...) deben investigarse, y exponerse partiendo de

las condiciones generales de la producción."(14).

Habiendo hecho estas precisiones en torno a las formulaciones marxista sobre la "posibilidad" de la crisis y los puntos de partida para su análisis, examinaremos ahora las otras referencias documentales que permiten las diferentes "lecturas" sobre las causas de las crisis. En esa dirección comenzaremos por la versión subconsumista delineada en EL CAPITAL:

"(... )Las crisis sólo podrán explicarse por una desproporción entre las

diferentes ramas de la producción y por la desproporción entre el consumo

de los capitales y su acumulación(...) La última razón de toda verdadera

crisis es siempre la pobreza y la capacidad restringida de consumo de las

masas(... ),"(15).

En estas líneas aparece una formulación que coloca al subconsumo y a la desproporcionalidad entre las diferentes ramas de la producción como causas de la crisis. Sin embargo, en el mismo texto Marx hace unos señalamientos que le quitan alcance a las tesis subconsumistas:

"Es una perogrullada decir, que la crisis surge de la falta de

consumo solvente o de consumidores capaces de pagar(...) y si

pretende dar a esta perogrullada una apariencia de razonamiento

profundo, diciendo que la clase obrera percibe una parte muy

pequeña de propio producto y que este mal puede remediarse

concediéndole una mayor parte, es decir, haciendo que aumente sus

salarios, cabe observar que las crisis van precedidas siempre

precisamente, de un periodo de subida general de los salarios, en

que la clase obrera obtiene realmente una mayor participación en la

parte del producto anual destinada al consumo. En rigor, según los

caballeros del santo y "sencillo" sentido común, estos periodos

parece que debieran, por el contrario alejar la crisis(...)"(16)

Esta reseña, como se puede constatar, niega que la causa de la crisis esté en el subconsumo, ya que la crisis va precedida de una expansión del ingreso de los trabajadores, siendo una opinión contradictoria en relación a la afirmación anterior donde se sostiene que la crisis puede ser explicada por la capacidad restringida del consumo de masas.

También en EL CAPITAL y en los GRUNDRISSE encontramos una explicación en torno a las causas de la crisis capitalista distinta al subconsumo, remitiéndonos a la "tendencia decreciente" de la tasa de ganancia. Al respecto Marx dice:

"El límite con que tropieza el régimen capitalista de producción se manifiesta en lo siguiente:

1.- En que el desarrollo de la capacidad productiva del trabajo engendra, con lambaja en la cuota de ganancia, una ley que al llegar a cierto punto se opone del modo más hostil a su propio desarrollo y que, por tanto, tiene que ser constantemente superada por medio de crisis."(17).

Nos encontramos con un punto de vista que coloca al comportamiento de la cuota de ganancia como causa generadora de crisis. En los GRUNDRISSE Marx señala que la Ley de la Tendencia Decreciente de la Cuota de Ganancia es "la ley más importante de la moderna economía política y la esencial para comprender las relaciones más dificultosas".

El análisis que se hace en este texto de esta "tendencia", adquiere algunos rasgos más claro como teoría del "derrumbe" del capitalismo:

"(...)Cuando esta merma de beneficio equivale a la merma proporcional del

trabajo inmediato con respecto a la magnitud del trabajo objetivado que

aquel reproduce, y del nuevo que pone, el capital hará todos los esfuerzos

para poner coto a la mengua de la proporción entre el trabajo vivo y la

magnitud del capital en general y por tanto también entre la plusvalía,

cuando está expresada como beneficio, y el capital presupuesto(...). Estas

contradicciones derivan en estallidos, cataclismos, crisis en las cuales,

mediante la suspensión momentánea del trabajo y. la aniquilación de una

gran parte de capital, se reproduce violentamente éste último al punto desde

donde pueda proseguir su marcha.

Estas contradicciones, of course, tienen como resultados estallidos, crisis,

en los que la anulación momentánea de todo trabajo y la destrucción de gran

parte del capital lo hacen volver violentamente al punto en el cual está en

condiciones de emplear a cabalidad sus fuerzas productivas sin suicidarse

por ello. Con todo, estas catástrofes regularmente recurrentes tienen como

resultados su repetición en mayor escala, y por último el derrocamiento

violento del capital"(18)

En estos párrafos Marx reseña como el crecimiento del capital constante (maquinarias Y equipos) implica una merma de la franja de trabajo vivo (número de obreros y cantidad de la fuerza de trabajo empleada). La modificación de la proporción entre este trabajo vivo y el capital total, genera la caída de la cuota de ganancia (más adelante tendremos ocasión de profundizar más en esta dinámica contradictoria del capital) razón esta por la que surgen entonces una restricción en la producción, estallidos donde el capital intenta de nuevo emplear a cabalidad sus fuerzas productivas, reproduciendo en una mayor escala las determinaciones de la crisis.

Finalmente, vamos a examinar las consideraciones que hace Marx en torno a la . sobreacumulación de capital, ubicada también como una causa generadora de la crisis:

"(...)La finalidad de la producción capitalista es, como sabemos, la

valorización del capital, es decir, la apropiación de plusvalía, y su conversión

en ganancia. Por consiguiente, tan pronto como el capital aumentase en

tales proporciones con respecto a la población obrera que ya no fuese

posible ni extender el tiempo absoluto de trabajo rendido por esta población,

ni ampliar el tiempo relativo de trabajo sobrante, es decir, tan pronto como el

capital acrecentado sólo produjese la misma masa de plusvalía o incluso

menos que antes de su aumento, se presentaría una superproducción

absoluta de capital. (...)En ambos casos se producirá también una fuerte y

súbita baja de la cuota de ganancia, pero esta vez por razón de un cambio en

la composición orgánica del capital que no se debe al desarrollo de la

capacidad productiva, sino a un alza del valor del dinero del capital variable

(a consecuencia de la subida del salario) y al correspondiente descenso de

la proporción entre el trabajo sobrante y el trabajo necesario".

"Superproducción de capital no significa nunca sino abundancia de medios

de trabajo y de subsistencia susceptible de funcionar como capital, es decir,

de ser empleado para explotar al trabajo hasta un cierto grado de

explotación, ya que al descender este grado de explotación, por debajo de

ciertos limites se producen perturbaciones y paralizaciones del proceso de

producción capitalista, crisis y destrucción de capital"(19).

Es importante destacar que la sobreacumulación de capital influye en la baja de la cuota de ganancia, a través de la relación entre la población trabajadora y el capital total, es decir, la proporción de trabajadores decrece en relación el aumento total de capitales.

Estos diferentes enfoques en tomo a la crisis que se encuentran en diferentes textos de Marx ha posibilitado que se desarrollen variadas concepciones sobre la causa de la crisis invocando tales citas.

 III.- CORRIENTES Y TENDENCIAS EN LA INTERPRETACIÓN DE LA CRISIS DESDE EL ÁNGULO MARXISTA.

La desproporcionalidad entre los sectores económicos.

Uno de los primeros autores que desarrolló una teoría sobre la crisis capitalista partiendo del problema de la "desproporcionalidad" entre los diferentes sectores de la producción, fue Tugán-Baranovski, quien sostuvo que tanto la baja de la tasa de ganancia, como el subconsumo no eran causas de crisis, haciendo en tal sentido una crítica a marxistas de la época, entre otros a Kautsky, Schmidt, quienes creían en la sobreproducción crónica como consecuencia de la insuficiente capacidad del mercado capitalista. (20)

Tugán-Baranovski tenia como punto de partida una visión armonicista del régimen de producción capitalista, por ello sostenía que la producción crea un mercado para si misma, y muchos críticos han encontrado en este criterio una reiteración de la. Ley de Sayo Sin embargo, Tugán-Baranovski reconocía algunos desajustes temporales que podían ser controlados a través de la planificación, y en ese sentido sostuvo que la falta de planificación engendra la posibilidad de la crisis(21) ya que una distribución proporcional entre los diferentes sectores de la producción haría coincidir la oferta y la demanda, manteniendo el equilibrio en una forma ininterrumpida, por lo que prácticamente el capitalismo podría desarrollarse indefinidamente.

Por otro lado, otro importante teórico ruso, Bujarin, se enmarca dentro de los autores del marxismo tradicional, que ven la crisis capitalista como un resultado de la anarquía en la producción y remite el análisis al conjunto de contradicciones inmanentes al capitalismo: contradicción entre producción y consumo, contradicción entre diversas ramas de la producción. Estas "contradicciones" internas al agudizarse impulsan la decadencia de las fuerzas productivas.(22)

José Aricó comentando esta concepción de Bujarin dice al respecto:

"La teoría de la crisis de Bujarin, en consecuencia, nos es en última instancia, otra cosa que una versión modificada de la concepción Tugán-Baranovskiana, la cual aparece de manera muy evidente en el modelo que construye Bujarin de un Capitalismo de Estado donde aún manteniendo la Ley del Valor es capaz de crecer ilimitadamente en la medida que se respeten las proporciones entre producción y consumo(...)"

Cobra importancia destacar esta observación de Aricó, pues si la crisis es un problema que tiene sus causas en la desproporcionalidad entre los sectores económicos, con la aplicación de un plan "racional", a través de una directriz estatal se resolverían las contradicciones del capital, de allí el llamado Planismo que caracteriza a esta concepción sobre el origen de la crisis capitalista.

¿Cuáles son las consecuencias estratégicas y coyunturales del Planismo?

Siendo que esta perspectiva reduce la naturaleza del capitalismo a uno de sus rasgos constituyente: la producción anárquica, resulta obvio que tanto las tareas "transformadoras", como las salidas coyunturales para salir de las crisis están mediadas por la necesidad de regular y planificar la producción, que permita evitar las deformaciones sectoriales. De allí que exista una gran fe en la "intervención estatal" en las nacionalizaciones y confiscaciones que de alguna forma sedan la antesala de la transformación socialista.

Ante las diferentes manifestaciones de la crisis, tales como la inflación, el desempleo, etc, se plantea el control de precio por el Estado, plan de emergencia para generar empleo, y antes la desarticulación del sistema financiero, fuga de capitales, endeudamiento, se plantea la nacionalización de algunos bancos, racionalizando la actividad crediticia.

El consumo como factor generador de la crisis capitalista.

En la polémica con Tugán-Baranovski, algunos autores asumieron los puntos de vista del subconsumo, así por ejemplo Scmidt sostiene que la teoría marxista de la crisis se basa en la insuficiencia del consumo. Por su parte, Kautsky planteó que el subconsumo es la razón última pero no la causa directa de la crisis, sin embargo, fue Rosa Luxemburgo quien adoptó las tesis subconsumistas como una teoría del "derrumbe" del capitalismo. Veamos un resumen apretado de este enfoque. .

Rosa de Luxemburgo:

Partiendo de una interpretación de los esquemas de reproducción elaborado por Marx, Luxemburgo concibe el régimen de reproducción capitalista como un sistema cerrado, donde sólo existen obreros y capitalistas, y dado que la producción crece en mayor grado que el consumo de los obreros y capitalistas, se presentan una sobreproducción porque no hay mercado para dicha producción.

De allí que para que la acumulación se desarrolle debe encontrar salida para las mercancías. Ahora bien, Rosa Luxemburgo se pregunta: ¿de dónde van a salir consumidores que compraran las mercancías sin cuya venta no hay acumulación? y responde que estos consumidores no pueden salir ni de la clase obrera ni de los capitalistas, tampoco pueden ser los empleados, militares, clero, artistas, etc.

El capitalismo se ve obligado a buscar clientela consumidora entre los sectores campesinos y artesanos de los viejos países, o sea, unos terceros consumidores, que no son ni obreros ni capitalistas. (22)

Esta cruzada en función de conquistar nuevos mercados se transforma en guerra, en crisis, preparando el capital su propia bancarrota, porque va absorbiendo a los sectores no capitalistas hasta a un límite en que se agota la acumulación, ya que no habrá "terceras personas" como consumidores, y en consecuencia se agudizan los antagonismo de clase que impulsan a la rebelión a la clase obrera que acabará con el capitalismo. (23)

Natalie Moskowska:

Suscribiendo el enfoque que coloca al subconsumo como causa de la crisis capitalista, Natalie Moskoswka se diferencia de Rosa Luxemburgo por no compartir su tesis sobre el papel de los mercados externos.

Esta autora sostiene que las perturbaciones de la economía no es de origen técnico ni organizativo sino social. De allí su rechazo a la tesis sobre la caída de la tasa de ganancia y de la anarquía de la producción como causa de la crisis. Para ella la causa de la crisis está en el empobrecimiento relativo, y en la sobreacumulación. (24)

El empobrecimiento al cual se refiere Natalie Moskoswka es al poco aumento del salario real en relación de la productividad del trabajo.

Este empobrecimiento,aparentemente inocuo, mina profundamente la economía capitalista y el abismo entre la producción y el consumo se hace cada vez más profundo. La diferencia entre el consumo que es técnicamente posible y el consumo real, provocan un déficit en el consumo, de allí que sobrevenga la sobreacumulación:

“Las inversiones de capital se ven limitadas al descuidarse el consumo de masa, que establece obstáculos a la introducción de mejoras técnicas. Si no existe un consumo asegurado, no se introducen nuevas máquinas. Esta tesis se resume en estos presupuestos: al comprimirse el consumo, se limitan también las posibilidades del capital.(25)

Paul M. Sweezy:

Otro autor que se ubica dentro de las corrientes subconsumistas es Paúl M. Sweezy, quien asume la critica de la ley de caída tendencial de la cuota ganancia, señalando que tal teoría como la formuló Marx no es convincente (por las siguientes razones:

-Marx parte del supuesto que el crecimiento de la composición orgánica del capital sube, pero la tasa de plusvalía permanece igual, o sea, que el trabajo muerto crece en mayor proporción que el trabajo vivo, manteniéndose constante la tasa de explotación.

-Esto no es cierto porque la productividad influye sobre el ejército industrial de reserva, deprimiendo los salarios y por ende elevando la cuota de plusvalía.

-La tasa de ganancia puede subir o bajar, ya que la composición orgánica del capital y la cuota de plusvalía son variables, es decir, la tasa de ganancia se hace indeterminada(27).

 Sweezy también señala que la vigencia de la Ley de la tendencia descendente de la tasa de ganancia se fundamenta en la suposición de que la mercancía se vende por su valor, y se abandona esta suposición puede señalarse otra causa en el descenso de la ganancia: la incapacidad de los capitalistas de vender las mercancías, es decir la llamada crisis de realización. Sweezy divide la crisis en dos variantes desproporcionalidad y subconsumo, reconociendo que en el caso del subconsumo Marx no dejó elaborado en detalle una teoría al respecto, igualmente plantea que para que el subconsumo recupere su prestigio hace falta una formulación cuidadosa, libre de las objeciones hechas a las versiones precedentes. Sostiene entonces que la crisis capitalista se origina en el subconsumo por "insuficiente demanda", -poco poder de compraestableciendo la existencia de un conjunto de medidas que permite anular el subconsumo: nuevas industrias, inversiones defectuosas, crecimiento de la población, consumo improductivo, gastos' del Estado.

De estas cinco variables Sweezy señala que el consumo improductivo y el gasto del Estado tienen una importancia fundamental en el combate al subconsumo, y por supuesto pueden evitar la crisis generada por tal causa.

Se pueden anotar desde ahora que tales puntos de vista de Sweezy empalman con la matriz teórica keynesiana -tal como veremos más adelante- donde la función de la demanda agregada es colocada como un instrumento clave en el mantenimiento de los equilibrios macroeconómicos, y en ella el gasto público es su principal componente, en este caso es el Estado quien asume la tarea de "redistribuir el ingreso" para aumentar el poder de compra. 

El derrumbe del capitalismo por el descenso de la tasa de ganancia y la sobreacumulación de capital.

Reiteramos en qué consiste la llamada "'Ley de la Tendencia Decreciente de la Tasa de Ganancia".

En función de la acumulación, el capitalista se ve obligado a incrementar la inversión tanto de capital constante (materia prima, insumo, instrumentos y maquinarias) como de capital variable (medios para pagar la fuerza de trabajo).

Existe una tendencia en la producción capitalista que en la medida que esta se desarrolla, el capital variable decrece en relación al capital constante, es decir: La relación entre el trabajo muerto, maquinarias e instrumentos de producción, y el trabajo vivo que se necesita para ponerlas en acción nos señala que cada vez más se requiere menos fuerza de trabajo vivo que se necesita para ponerlas en acción, esta relación fue llamada por Marx Composición Técnica del Capital.

A partir de tal relación aumenta el capital constante y decrece el capital variable, esta ecuación es la Composición Orgánica del Capital.

Esta tendencia inmanente de la producción capitalista, donde se desplaza trabajo vivo (fuerza de trabajo) por trabajo muerto (maquinarias y equipos) conduce a la caída de la tasa de ganancia, que consiste en:

-Al crecer con mayor rapidez el capital constante que el variable y aumentar en tal sentido la composición orgánica (manteniendo la tasa de plusvalía invariable) la tasa de ganancia, que viene determinada por la relación entre la plusvalía y el capital total, tiende a descender.

-Cada capitalista en función de la "valorización- acumulación", es decir, producir un mayor trabajo excedente y transformarlo en ganancia, tiende a aumentar la producción y la productividad, donde el capitalista individual o como fracción tratan a través de la competencia, de ponerse al frente de la rama o sector más lucrativo, introduciendo nuevas tecnologías y nuevos procesos de trabajo, con lo cual ahorran mano de obra y obtienen ventajas comparativas que conducen a la ruina de los capitales no competitivos. Esto conduce a modificar la composición orgánica del capital y a reducir la "franja de valorización", o sea, utilización de menos trabajo vivo.

Este comportamiento de la Ley de la Tendencia Decreciente de la Tasa de Ganancia evidencia la naturaleza contradictoria del régimen de producción capitalista:

-Por un lado, a través del incremento de la productividad del trabajo, se reduce el trabajo necesario y aumenta el trabajo no pagado, el trabajo excedente. Al aumentar la escala de producción, se sustituye en forma creciente el trabajo vivo por trabajo muerto en la forma de maquinaria, abaratando los bienes y mercancías.

-Por otro lado, esta sustitución del trabajo vivo bloquea la valorizacióny produce la caída de la tasa de ganancia.

Para Marx esta contradicción es resuelta a través de la crisis tal como reseñamos anteriormente, ya que se pone en ejecución una serie de mecanismos que operan como contra-tendencias a que baje la tasa de ganancia. Entre tales mecanismos podemos destaca!: los siguientes:

-Elevación de la cuota de plusvalía a través de la explotación intensiva de trabajo.

-Reducción o desvalorización del valor del trabajo, a través de la ampliación del ejército industrial de reserva (desempleo), manipulación inflacionaria, congelamiento o rebaja compulsiva del salario.

-Abaratamiento o desvalorización del capital constante, obsolescencia programada de maquinarias y equipos. Este último aspecto como depreciación se exacerba en la crisis, donde se acelera la obsolescencia tecnológica antes que se produzca el desgaste físico o la vida útil de maquinarias y equipos.

 Una lectura mecanicista de esta Ley sin tomar en cuenta función de estas contratendencias, ha conducido a la tesis del "derrumbe" del capitalismo como producto del progreso técnico, del crecimiento del capital constante.

Examinaremos a continuación algunos enfoques que se asocian a la caída de la ganancia y la sobreacumulación del capital.

Uno de los autores que planteó explícitamente la teoría del "derrumbe" fue Henrik Grossman, teniendo como causa la "sobreacumulación", en la que el capital crece más rápido que el plusvalor que puede extraerse de una cierta población, es decir, consiste en el hecho de que existe poca población obrera empleada para un capital grande.(28)

Grossman estableció un esquema en el que predecía que la acumulación se detendría al cabo de cierto tiempo por una insuficiencia valorización. Dicho esquema definía la siguiente relación:

Insuficiencia en la Valorización - Crecimiento del Desempleo-Excesos de Capital-Estancamiento de la Acumulación.

En este proceso no es la baja en la. tasa de ganancia la que origina esta contradicción, sino la baja relativa de la masa de ganancia, señalando Grossman que existió un error de parte de Engels quien habría escrito en el III Libro de EL CAPITAL de Marx, la palabra tasa en vez de masa de ganancia. Para Grossman este equivoco tiene especial importancia, ya que sin esta precisión no comprendería el conflicto entre expansión de la producción y el bloqueo de la valorización. De allí que su teoría del "derrumbe" está vinculada con la caída de la masa de ganancia. (29)

Pau/ Mattick:

Otro autor que suscribe la tesis de la sobreacumulación como causa de la crisis es Paul Mattick, quien coincide en señalar que cuando la expansión de la producción supera su rentabilidad, el proceso de acumulación se interrumpe. Esta parálisis de la acumulación constituye la crisis capitalista en forma de superproducción de capital.(30) Tal fenómeno consiste en:

-Existencia de mucho capital en relación a un grado de explotación.

-La composición orgánica del capital no es compensada por una mayor plusvalía.

-La ganancia no crece al mismo ritmo que la suma de capital, de allí la interrupción de la expansión.

Por otra parte, Mattick establece que la teoría marxista sobre el capitalismo es simultáneamente una teoría de la acumulación y una teoría especial de la crisis, sin que las dos puedan ser tratadas de manera separadas. La teoría general revela como desciende la tasa de ganancia como producto del aumento en la composición orgánica del capital, pero esto sólo ocurre en la crisis, en la sobreproducción de capital.

Las barreras del régimen de producción capitalista no proviene de un abstracto descenso de la tasa de ganancia, sino que se revelan concretamente en la crisis de sobreacumulación.

Caída de la tasa de ganancia mediada por la lucha de clases.

Manuel Castell:

En esta perspectiva de la crisis capitalista se inscribe Manuel Castell, quien reconoce la vigencia de la Ley de la caída tendencial de la tasa de ganancia, pero tomando en cuenta dos condicionamientos:

-la eliminación de los elementos naturalistas y mecanicistas incorporados en la teoría.

-y la necesidad de vincular dicha teoría con la lucha de clases.(31)

Los limites del proceso de acumulación son resultado de la crisis general de las relaciones sociales, siendo estos límites de naturaleza política, dependerán de la correlación de fuerza entre las clases.

Por ello uno de los principales obstáculos estructurales del capitalismo es la resistencia obrera a la explotación, tomando en cuenta los siguientes elementos:

-La cuota de plusvalía es lo esencial para la acumulación, la lucha por la magnitud social respectiva de trabajo pagado y no pagado es el factor decisivo de la tasa de explotación, y en consecuencia de la ganancia y de la modalidad de acumulación.

-El descenso de la tasa de ganancia tiene una serie de contra tendencias que intentan anularla. De allí que el proceso de acumulación sea contradictorio, no sólo porque tienda a la crisis, sino porque simultáneamente tiende a impedirla.

En el caso concreto de la crisis, donde se articula el estancamiento económico con la inflación, Castell señala que ello es el resultado del desarrollo contradictorio de estos dos aspectos: la tendencia al descenso de la tasa de ganancia que origina el estancamiento, y el conjunto de contra tendencias de signo opuesto que provocan la inflación estructural.(32)

Una de estas contra tendencias que intenta anular la caída de la tasa de ganancia es la intervención estatal, la cual persigue los siguientes objetivos:

-Desvalorización del capital, asumiendo las actividades económicas no rentable.

-Subvenciones de diversas naturalezas al capital privado.

-Cubrir los costos de reproducción de la fuerza de trabajo.

-Estimular el mercado a través de actividades improductivas que generan una demanda agregada: gastos militares y burocráticos.

Un enfoque multicausal de la crisis.

Ernest Mandel

Para Ernest Mandel no se puede pretender explicar la crisis capitalista partiendo de explicaciones unilaterales y mecanicistas y en tal sentido hace las siguientes consideraciones:

"La teoría marxista de la crisis rechaza toda explicación

monocausal. Las crisis no se' deben exclusivamente al exceso de

capitales (sobre-acumulación o, lo que viene a ser lo mismo, a la

insuficiencia de la masa de plusvalía producida. Tampoco se deben

exclusivamente a la insuficiencia de poder de compra de las masas,

ni a la desproporción entre los dos departamentos fundamentales

de la producción: el departamento de los bienes de producción y el

departamento de los bienes de consumo. Todas estas causas

desempeñan un papel en el desencadenamiento de la crisis y en su

producción díclica, pero ninguna de ellas determina por si sola el

estallido regular de las crisis". (33)

Mandel señala la necesidad de tomar en cuenta todas las determinaciones y contradicciones internas del capitalismo para poder establecer sus nexos orgánicos, de tal manera que se pueda dar cuenta de sus diferentes implicaciones:

Sobreacumulación, pero reconociendo que a ésta le acompaña una sobreproducción de mercancía.

- Subconsumo, pero estableciendo que a los capitalistas no les interesa la simple venta, sino la venta con ganancia, igualmente rechazando las versiones vulgares que plantean que la crisis se resuelve con la distribución de ingreso, con aumentos salariales.

- La Anarquía y la Desproporción, pero negando cualquier versión armonicista donde la existencia de un cartel general que regule la producción haría desaparecer la crisis.

- La caída de la tasa de ganancia, pero sin el sentido mecanicista que sugiere una causalidad lineal del tipo:

- Caída de la Ganancia-Reducción del Empleo-Reducción del Salario-Crisis de Sobreproducción. (34).

¿Distribuir el plusvalor o abolir el proceso de valorización?

No se puede negar que la anarquía, la desproporcionalidad y el subconsumo son aspectos que juegan un papel importante en el desarrollo de la crisis, pero es necesario volver a tener en cuenta que dichos enfoques se quedan en la esfera de la circulación, ya sea intentando armonizar las ramas productivas a través del plan, estableciendo una correspondencia entre producción y consumo.

Estos enfoques dejan intacto el proceso de "valorización" y sus articulaciones con el proceso de trabajo, no tienen como punto de partida la explotación del trabajo, sino su punto de referencia son:

- La asignación del plusvalor y su reparto

- El costo de reproducción de la fuerza de trabajo

De allí que las salidas para la crisis sean; planismo para hacer un reparto proporcional del plusvalor, equidad en la redistribución del ingreso. Es por eso que sostenemos que tales concepciones no coloca en tela de juicio el proceso de valorización y su aspecto central: la extorsión del trabajo, sino que se centra en la distribución del valor. .

Estas limitaciones de los enfoques tradicionales en torno a la crisis, no sólo nos remite a un problema de tipo táctico en la elaboración de una plataforma de lucha reformista, sino que evidencia la importancia de la critica epistemológica que permita trascender la esfera de lo aparencial y superar los puntos de partida de tales enfoques, colocando el acento en la esfera de la producción real, el proceso inmediato de producción.

Christian Palloix:

Christian Palloix reivindicando esta perspectiva de investigación y elaboración teórica, nos dice:

"(...) Hay que señalar también la convivencia que nos une (también

ton otros) acerca de las grandes opciones de desarrollo de la

investigación, desde la valorización hacia la acumulación, desde la

circulación hacia la producción (en la unidad de la producción y

circulación evidentemente) desde el beneficio hacia los modos de

extracción de la plusvalía (absoluta y relativa) (...)"

"Solamente restaurando el espesar productivo del proceso de

trabajo, se deriva la única autonomía que impulsará el curso de lo

historio, lo autonomía de lo clase obrera, sujeto y no objeto. "(35)

Resulta obvio que esta formulación no se reduce a una opción epistemológica, sino que también posee importantes implicaciones en la lucha económico-social que deben desarrollar los explotados y oprimidos, ya que desde esta perspectiva resulta insuficiente las simples exigencias de "aumentos salariales". sino que plantea articular las demandas salariales y demás aspectos referidos al consumo, con un conjunto de

reivindicaciones que tienen que ver con el proceso de trabajo: reducción de la jornada laboral, el rechazo al incremento de la Intensidad del trabajo, la impugnación a lo parcelación de la tarea, cuestionamiento a la "patología - industrial", veto a las normas de rendimiento: turno, sobretiempos, rotación, es decir, la resistencia que puede bloquear el proceso de valorización a través del control obrero.

 

NOTAS DE ESTE CAPITULO:

(19) Carlos Marx. El Capital. Tomo III, pags. 249-253.

(20) Mijail Ivanovich Tugán-Baranoviski. Fundamentos teóricos del marxismo. El derrumbe del orden económico capitalista. En El Marxismo yel Derrumbe del Capitalismo. Siglo XXI Edil. México 1978, pág. 247.

(21) Ibidem. Las crisis Comerciales en Inglaterra. ob. cit, pág.277.

(22) Nicolai Bujarin. El imperialismo y la acumulación. Edic cit, pág. 427-429 

(22) Rosa Luxemburgo. La acumulación del capital o en qué han convertido los epílogos la teoría de Marx. Una anti-critica. El Marxismo y el Derrumbe del Capitalismo. pág. 379.

(23) Ibidem págs. 383-384. .

(24) Natalie Moszkowska. Contribución a la crítica de las teorías modernas de las crisis. Cuadernos de Pasado y Presente Nº 50. México 1978, pág.97

(25) Ibidem. pág.99.

(26) Paúl M. Sweezy. Teoría del Desarrollo Capitalista. FCE. México 1974, 27 pág. 117.

(27) Ibidem. págs. 113-115.

(28) Henrik Grossman. La Ley de la acumulación y del derrumbe del sistema capitalista. Siglo XXI Edil. México. 1979. págs. 85-86.

(29) Ibidem. págs. 129-131.

(30) Paúl Mattick. Marx y Keynes. Ediciones Era. México. 1975. pág. 71. (31) Manuel Castell. La teoría de la crisis económica y las transformaciones del capitalismo. Siglo XXI Edil. México 1978. Págs. 69-70.

(32) Ibidem. págs. 107-109.

(33) Ernest Mandel. La teoría de las crisis y las depresiones económicas. Revista Imprecar. 1985.

(34) Ernest Mandel. Le Crisis. 1974-1982. Les Faltes 1eur. interpretatión marxiste. Edit Flammarion. París 1982. págs. 256- 259.

 

CRISIS ORGANICA DEL CAPITAL Y UTOPIA CONCRETA

NOTA EXPLICATIVA: En el mes de Febrero del año 1997, publicamos este artículo sobre la crisis capitalista en la Revista Cuaderno para el Debate No 6, dedicada a fundamentar el “Proyecto Nuestra América”. Este trabajo fue escrito en  un momento de auge de los paquetes de ajustes de factura keynessiana o de los “chicago Boys” ( Lusinchi, Luis Herrera, CAP)  y donde la teoría crítica marxista brillaba por su ausencia.

Para ese entonces, se había publicado nuestro ensayo LA RECONVERSIÓN INDUSTRIAL EN EL NUEVO MODELO DE ACUMULACIÓN”. Ediciones Primera Línea. Caracas. Octubre 1990, siendo este artículo un resumen apretado de aquel texto.

En la actual coyuntura, cuando la crisis orgánica del capital se profundiza, las previsiones de Marx sobre las contratendencias que promueve el capital ante la caída de la ganancia son impulsadas ahora de una manera salvaje como política anti-crisis, con sus devastadoras consecuencias: intensificación de la explotación del trabajo, incremento del desempleo, desvalorización del   salarios y eliminación de  seguridad social, haciendo actual la consigna SOCIALISMO O BARBARIE.

En esa perspectiva, aquella reflexiones de hace 15 años, guardan su pertinencia teórico-ideológica para quienes estamos empeñados en sepultar el capitalismo  y abrirle cauces a la emancipación del trabajo. Su comparación histórica también permite comprender como la utopía concreta se ha ido materializando en el proceso bolivariano y cuáles de su componente están inconclusos en el proceso de transición. Por ello, de nuevo reivindicamos la memoria histórica como aspecto inexcusable en la batalla de ideas.

I.-  Los Enfoques Sobre la Crisis Económica y su   Incidencia en los Programas de Ajuste.

Para tratar de explicar y comprender la actual coyuntura   económico-social, se hace inexcusable remitirnos a las diferentes  perspectivas teóricas que le sirven a los analistas como canon  interpretativo, lentes, visión, concepción, e te., que encuadran los datos  e indicadores sobre la recesión -inflación (desempleo, elevación de  precios, déficit fiscal).

En términos muy puntuales podemos indicar 3 enfoques en  torno a la crisis:

1. El Keynessiano.

2. El Neoliberal (Escuela de Chicago "Chicago Boys").

3. La Teoría de la explotación o critica de la economía política de factura marxista.

1.- El enfoque Keynessiano

Durante la recesión de la década de los años 30, la política  económica librecambista, basada en la Ley de Say que sostiene que el  simple juego de la oferta y la demanda puede lograr el equilibrio  económico, entró en bancarrota.

En la literatura sobre el tema, en la óptica liberal, se habla de la libre competencia, mecanismos de mercado, mano invisible que regula todo el proceso de producción, circulación y consumo de bienes.

El cuestionamiento a este presupuesto, bien caro al liberalismo desde la perspectiva burguesa, fue desarrollado por Keynes, quien formuló una teoría del ciclo económico donde sostiene que existe una tendencia secular de la demanda a declinar, a no  coincidir con !a oferta, y es de allí donde provienen los desajustes.

Para evitar la caída de la demanda (capacidad de compra de los sujetos económicos) debe entonces intervenir un sujeto extramercado que no puede ser otro que el Estado.

De esta manera se puso en discusión la creencia, bien vieja y tradicional, de que el mercado regula el proceso económico.

En tal sentido, Keynes se definió como partidario de una creciente intervención del Estado, como agente regulador.

Particularmente sugirió una serie de medidas anticrísis que ponen el énfasis en la ampliación de la demanda agregada a través del gasto público, es decir, utilizar la intervención del Estado para garantizar inversiones, compras, créditos, en momentos en que los capitalistas se abstienen de hacerlo porque ha bajado la tasa de ganancia y viene el proceso donde la producción y el consumo caen de forma acelerada.

El punto de partida de Keynes es que el ciclo económico y sus diversas fases: depresión, recesión, recuperación y auge, se origina por la disparidad entre el ahorro y la inversión.

La recesión será entonces consecuencia de una propensión  (deseo, inclinación, motivación al ahorro por parte de los capitalistas,  lo cual desestimula la inversión y la producción).

La propensión al ahorro está determinada por una serie de  motivos: precaución, cálculos, avaricia, especulación.

Para combatir tal tendencia de los capitalistas, el Estado debe  estimular la propensión al consumo y a la inversión, contrarrestando de esta manera el estancamiento de la actividad económica. En momentos de crisis existen mayores riesgos y crecen las  mayores expectativas de fracaso, siendo lo más común la tendencia a  esperar una mejor oportunidad y concentrarse en las especulaciones  cambiarías donde se intentan aprovechar los diferenciales de las altas  tasas de interés.

En esas circunstancias, el Estado debe implementar un conjunto de medidas (lo que ahora se denomina Paquete de Ajuste) fiscales, financieras y monetarias, que estimulen el consumo y la inversión. Y para lograr tal propósito debe manipular la tasa de interés hacia abajo, para abaratar el dinero y facilitar los créditos, igualmente debe generar una demanda adicional con el gasto improductivo del gobierno.

Este gasto del Estado posee tres fuentes: mayores impuestos internos, ingresos por exportación y las llamadas técnicas de endeudamiento.

Dentro de estas últimas, se hizo muy común durante casi 40 años utilizar la técnica del "déficit expending", que consiste en inflar el presupuesto público (el manejo del déficit fiscal), desarrollar obras y otras actividades no necesariamente vinculadas a la producción de bienes.

El Estado, para estimular !a inversión privada y crear un clima de expectativas, hace gastos en infraestructura, trata de garantizar facilidades crediticias, asume los gastos de reproducción de la mano de obra (educación, salud, vivienda, transporte, etc.). Pero cobra mucha importancia dentro de la óptica keynesiana, la aplicación de un conjunto de medidas que pueden reanimar el ciclo económico desde un punto de vista coyuntura!; para ello dirigen el esfuerzo  hacia las ramas de la actividad económica que son aceleradoras  o multiplicadoras del estímulo productivo (el efecto expansivo  de la inversión monetaria). Por ejemplo, si se estimula la  construcción de obras públicas, carreteras, escuelas, viviendas,  ello genera una demanda de la industria que produce insumos  para la construcción: cemento, pintura, cabillas, etc. De allí se  origina un alza en el nivel de empleo, y por ende, en la  capacidad adquisitiva de quienes trabajan en dichas ramas.

Al producirse este efecto expansivo las industrias  producen bienes de consumo (para quienes trabajan  produciendo cabillas, cemento, y otros insumos) elevando la  producción para satisfacer dicha demanda.

Este es el llamado efecto multiplicador de la inversión pública. Claro está que aquí se parte del presupuesto ideal de que al inyectar una mayor masa monetaria se estimularán los sectores productivos que no estén usando su capacidad plena, o que ampliarán el plantel industrial o harán nuevas inversiones.

Pero en la práctica suele ocurrir otra cosa:

* Un mayor estímulo a la inflación.

* Crecimiento de las importaciones.

Esto fue lo que ocurrió exactamente durante el primer año de gobierno de CAP (1974), donde se obtuvo un volumen muy alto de divisas petroleras y se usaron las palancas de! endeudamiento público. A través de esta masa monetaria se financió el crecimiento de la demanda interna agregada, y se desarrollaron faraónicos programas de  inversión en obras de infraestructura. Esas estrategias de ampliación de la demanda y  el encadenamiento del efecto expansivo multiplicador,  fracasó por lo siguiente:

* Se ignoró el rasgo esencial de la producción capitalista: el comportamiento de la tasa de ganancia y la acumulación como fin de la economía.

* La rigidez estructural de la oferta para poder responder rápidamente a estímulos monetarios, ya que existen deformaciones sectoriales entre la agricultura-industria, servicio-comercio.

* El carácter parasitario de nuestra burguesía.

Por ello, el "Plan de la Gran Venezuela", lejos de estimular la producción y la productividad, lo que hizo fue multiplicar las importaciones para cubrir los déficits en los bienes de consumo y otros productos, generando un saldo negativo en la balanza comercial.

Del mismo modo, una gran parte del gasto estatal fue utilizado en actividades terciarias: construcción de conjuntos residenciales y locales comerciales, desarrollo

del comercio importador, expansión del sistema crediticio y financiero. De esta forma, el Estado subsidió la rentabilidad de grupos importadores, constructores y " banqueros (recordémonos de los 12 Apóstoles).

En el año 1978 la economía nacional ya presentaba los signos de agotamiento del modelo de acumulación (baja rentabilidad en  los sectores productivos, subutilización de la capacidad instalada,  sobrediversificación de bienes, déficit en la balanza de pago, déficit fiscal, crecimiento de los precios, erogaciones muy altas por el servicio de la deuda, etc.) .

2-. Reedición de la Ortodoxia de los Clásicos Liberales.

Contemporáneamente, las  teorizaciones  entorno al neoliberalismo han sido hechas por la llamada"Escuela de Chicado", bajo la inspiración de los trabajos de Miltón Friedman. Con una nueva jerga y un nuevo cliché, se repite la vieja creencia de la mano invisible del mercado como mecanismo para arreglar los desajustes y fluctuaciones temporales de la producción.

En EEUU, en la década del 80, los alumnos de la Escuela de Chicago retomaron es la añeja propuesta de los economistas vulgares -al decir de Carlos Marx- con un nuevo nombre: "Economía de Oferta" (Supply Side), ubicando las causas de la crisis en los siguientes factores:

* Un exceso de participación e intromisión del Estado.

* El elevado gasto público.

* El déficit fiscal.

* La regulación de precios.

* El proteccionismo estatal.

En tal sentido, el recetario de esta tendencia para salir de la crisis prescribe las siguientes medidas:

 * Limitar la participación estatal, estimular la competencia, reducir el déficit fiscal, racionalizar el gasto público.

* Estimular la producción y la productividad.

* La liberación de las barreras: bajar aranceles, eliminar los subsidios, atraer las inversiones extranjeras.

Podemos observar que tales medidas han venido formando parte del "Paquete de Ajustes" que el FMI impone para negociar las deudas y nuevos empréstitos.

Los técnicos del gobierno de Luis Herrera Campins en el año 1983, inspirados en los esquemas de la "Supply Side", aplicaron una política con líneas de acción de: liberación de la oferta y restricción de la demanda.

Comúnmente se dice que el keynessianismo es inflacionista, y que el neoliberalismo es recesionista, porque uno manipula la inflación y el otro el desempleo y los bajos salarios.

Concretando esta estrategia por el lado de la oferta, LHC aplicó este plan, el cual se basó en:

* Liberar los precios, buscando elevar la oferta interna de los bienes.

* Bajar los aranceles, eliminando las barreras proteccionistas, y por la vía de la competencia internacional, obtener una mayor eficiencia y calidad de la producción nacional, aprovechando las llamadas ventajas comparativas.

* Contraer el crédito y la liquidez monetaria, estimulando altas tasas de interés, y la reducción del gasto público.

Todo esto fue lo que se denominó "el enfriamiento de la economía". Pero en realidad los resultados en la aplicación del paquete neoliberal en e! gobierno de LHC, fueron los siguientes:

* La liberación de precios, que supuestamente estimularía la inversión en los sectores donde anteriormente existían precios regulados(aumentando la productividad y por tanto abaratando los precios) desconoció el comportamiento de la tasa de ganancia al igual que CAP, y desestimó la estructura monopolista en el mercado nacional.

De hecho los sectores que producen bienes de consumo masivo - fundamentalmente los bienes tradicionales: alimentos, vestidos, calzados- están signados por una baja rentabilidad y de suyo los capitalistas no tienen propensión hacia la inversión ya que no hay rentabilidad. Por ello la liberación de precios y los otros estímulos a la oferta no alcanzaron el objetivo de elevar la producción, sino que se tradujo en una elevación de precios de la escasa oferta interna, además de que los mismos productos que fueron liberados gozaron de las rebajas arancelarias, es decir, fueron importados y vendidos más caros aprovechando tal liberación, porque son los mismo grupos importadores los que tienen el control de la producción agrícola e industrial.

* La contracción del crédito y de la liquidez monetaria, trajo como  resultado la asfixia financiera de la pequeña y mediana industria.

* La demora y la paralización de los pagos, el lento crecimiento de las  ventas como producto del enfriamiento de la demanda, profundizó la  contradicción del aparato productivo. Aquí es importante puntualizar que la crisis que hemos venido padeciendo combina la recesión con la inflación simultáneamente, lo que obstaculiza la puesta en práctica de los paquetes de ajustes.

De allí que hayan aparecido nuevos términos para describir dichos fenómenos:

a-.  Stagflación, que significa estancamiento de la producción con crecimiento de los precios.

b-.  Slumpflación, que señala un proceso de retroceso del aparato productivo, y al mismo tiempo crecimiento de los precios.

Esto es los que se conoce como "pantano de la recesión-inflación", que hasta ahora no ha podido ser superada, colocando a los paquetes de ajustes ante una paradoja:

Sí bien se trata de reactivar el ciclo a través de la demanda agregada -vía gasto público-tal como vimos en el enfoque keynessiano, ello se convierte en una propagación y multiplicación de la inflación porque aumenta el circulante, y se amplían los medios de pago, pero no la producción en forma simultánea, lo que conduce al encarecimiento de los pocos bienes y servicios que existen.

Si por el contrario, se trata de reducir el gasto público (en un país donde el gasto público es el principal componente de la demanda) y restringir la liquidez (es el recetario de la Escuela de Chicago), ello tiene efectos anti-inflacionarios, pero al mismo tiempo genera contracción, lo que profundiza aún más el proceso recesivo.

Por ello, después de haber aplicado estos lineamientos, LHC preparó el terreno para lo que más tarde sería el Viernes Negro, es decir, la devaluación del bolívar y el control de cambio.

3-. Carta de Intención y Desarrollo  Hacia Afuera: manifestaciones de la globalización.

Entre el Keynessianismo  y la Escuela de Chicago existen  variadas diferencias en cuanto a  donde poner el acento al resolver  los problemas de la economía.  Estos son:

* Para los keynessianos, lo  principal es el mercado interno,  concretando la política de sustitución de importaciones, lo  cual hace obligante la   aplicación de políticas   de  redistribución del ingreso, intentos de alcanzar el pleno empleo y una política salarial expansiva. Esto hace que tal política aparezca como progresista y sea avalada por los sectores de la izquierda reformista y socialdemócrata.

* En el caso de la administración de LHC aplicó un paquete de ajuste neoliberal, sin poder modificar la rigidez estructural del aparato productivo -a pesar de un incremento en los precios del petróleo y la consecución de nuevos empréstitos-, y al final de su gestión se agravaron los déficit, acompañados en ese momento con una fuga masiva de capital, quiebras y ruina de la pequeña y mediana industria, y el  crecimiento del desempleo

* La propuesta de Friedman y sus alumnos de la Escuela de Chicago se concentra en la promoción de las exportaciones no tradicionales, insertándose en el mercado mundial, reduciendo los costos de producción, lo que comúnmente se traduce en: desempleo, bajos salarios, eliminación de la seguridad social, nuevo régimen de prestaciones, nuevas normas de contratación.

* Por lo general, en el plano político, la propuesta de Friedman requiere de un gobierno de fuerza que logre mantener el control social. Por ello se asocia a los sectores de derecha y reaccionarios.

Tanto en el gobierno de Lusinchi como en el segundo mandato de Pérez, se intentaron desarrollar los enfoques de la Escuela de Chicago, centrándose en:

* Promover la entrada de capital extranjero.

* Estabilizar la economía a través de un proceso de ajuste y liberación que permitiese reducir los desequilibrios macroeconómicos y reforzar la estrategia de desarrollo hacia afuera.

Ya en el gobierno de CAP se firmó una carta de intención con el FMI que pretendía combatir la inflación a través de la restricción fiscal y monetaria. Esta política se basó en:

1-. Crear un sistema de cambio único con el objeto de estimular las exportaciones no tradicionales.

2-.Subir las tasas de interés para estimular el ahorro.

3-. Liberar los precios.

4-. Eliminar los subsidios.

5-. Aplicar los impuestos a las ventas.

6-. Aumentar los precios de la gasolina y de los servicios públicos.

7-.Congelar salarios.

8-. Privatizar empresas estadales y de servicios públicos.

Como ya habíamos reseñado con anterioridad, cuando vimos algunos aspectos del neoliberalismo, este no es más que un recetario superficial para salir de la crisis.

Pero los obstáculos que tuvo que enfrentar la estrategia de desarrollo hacia fuera -conocida como globalización y estimulada mediante el desarrollo de las exportaciones no tradicionales- tienen que ver directamente con el esquema actual de la división internacional del trabajo, derivado de un nuevo modelo de acumulación mundial, donde los grupos monopolistas internacionales le asignan un rol a nuestra economía que supera la vieja experiencia de ser productores de materia prima y se comienza a producir manufactura de exportación.

Para ver mejor este problema es importante retomar brevemente los mecanismos esenciales que tradicional mente  sirvieron para la expansión capitalista mundial. Estos son:

* La exportación del capital-dinero sobreacumulado.

* El ofrecimiento de capital ocioso a través de créditos fáciles o especulativos ante la caída de la rentabilidad de la inversión.

* Exportación del capital-mercancía.

Los problemas de sobreproducción de mercancía, hacen que nuestros países sean centro de realización de las manufacturas que se quedan frías en los países industrializados.

Sin embargo, existe un proceso poco examinado por los estudiosos de la internalización del capital; se trata de la exportación del capital productivo desvalorizado.

Como consecuencia de las restricciones y bloqueos en la rentabilidad en los países imperialistas, ello precipita la obsolescencia tecnológica -la vejez prematura de maquinarias y equipos- siendo exportados donde todavía pueden ser rentables.

Esta exportación del capital productivo desvalorizado es  una de las fuerzas motrices de la reconversión industrial.

Es obvio que tal  proceso de industrialización  no se da por igual en todas  partes. Y en la  relocalización de algunas  ramas industriales, el  capital internacional toma  mucho en cuenta las  ventajas comparativas que  ofrece el Estado nacional:

a-. El poder de financiamiento de las importaciones del capital productivo desvalorizado.

b-. La flexibilización del trabajo (nuevas formas de contratación y sindicalización: maquila) y la nueva política salarial y de segundad social.

c-. El abastecimiento de materia prima y energía.

Esta estrategia, que se centra en industrializar con capital productivo desvalorizado, está inspirada en el ejemplo exitoso de la llamada banda asiática de los cuatro: Corea del Sur, Taiwan, Hong Kong y Singapur.

Ahora bien, llevar a cabo tal desarrollo exportador bajo este esquema supone compensar los desniveles de rentabilidad en relación a la banda de los cuatro, es decir, imponerle a los trabajadores venezolanos salarios de hambre mucho mas bajos de los que existen en Taiwan, bajar los costos en seguridad social: privatizar la educación, salud, vivienda, etc., incrementar la tasa de explotación del trabajo, flexibilizando la jornada laboral. Todo ello se traduce en un ataque al empleo, el salario social y las prestaciones.

Vencer las barreras de entrada a algunos mercados es casi imposible ya que los grandes monopolios están desarrollando una verdadera guerra comercial para preservar franjas de mercado . Sólo con la subordinación (hoy llamada asociación inteligente) se podrán hacer exportaciones en algunas ramas industriales donde se den las llamadas ventajas comparativas y la especialización productiva (nuevas formas de monoproducción). El proceso de reestructuración de la oferta a través de la  reconversión industrial pudo dar ciertos resultados en algunas ramas  donde se pudieron incorporar nuevas tecnologías (obsoletas en los países  industrializados, nuevas aquí"), contando con mercados externos sobre la  base de la supeditación al capital monopolista internacional, pero ello no  abarca al conjunto de la producción. De esta manera puede haber cierta reanimación sectorial en un contexto general recesivo.

4-. Teoría de la Explotación o Crítica de la Economía Política.

Partiendo de la reivindicación del marxismo como teoría crítica (crítica de la economía, crítica de la epistemología, del Derecho y del Estado) hemos adoptado el enfoque de la explotación del trabajo como enfoque genético-estructural que permite explicar y comprender la crisis que confronta el sistema.

Esta opción posee las siguientes implicaciones teórico-ideológicas:

1. Profundizar la crítica epistemológica, promover el debate y la  investigación en un ambiente intelectual donde la moda neoliberal  hace estrago y el pensamiento de lo que queda de la izquierda  tradicional se refugia en el keynessianismo.

Trascender la apariencia, ir a la raíz de los problemas, hacer totalizaciones de la realidad concreta, caracterizar el problema de las contradicciones que están presentes. Todo ello es subversivo, ya que los apologistas y defensores del capital cuando formulan diagnósticos,  planes de acción y políticas de seguimiento frente a la crisis orgánica,  encubren o escamotean sus aspectos genético-estructurales, surgiendo las siguientes distorsiones cognoscitivas:

* El diagnóstico se remite a la esfera de circulación, distribución y  consumo, sin profundizaren proceso inmediato de producción. De allí  parte la superficialidad y el nivel descriptivo del análisis.

* De esta manera se presentan agregados empíricos sin conexiones ni  nexos causales.

* Se asumen enfoques históricos, desconociendo la génesis y la  evolución del proceso (profundización de la pérdida de la memoria  colectiva).

* La finalidad y los objetivos son vagos y contradictorios tal como  ocurre comúnmente en los planes de la nación.

2.- Restituir el valor explicativo-comprensivo del proceso  inmediato 'de producción (proceso donde gobierna la  valorización de! trabajo: la extorsión del trabajo excedente  como fin esencial y su conversión en ganancia} permite que la  función de la crítica alcance la esfera de lo ético-político y  social. Esto implica:

* Desentrañar los mecanismos de la acumulación capitalista, lo que  permite ilegitimar el origen de la riqueza burguesa (no surgió del  ahorro del trabajo capitalista, sino de la apropiación del trabajo ajeno).

* Fundar la autonomía de clase, ya no sólo en la esfera de la producción  simbólica y de la representación social, sino en la producción material,  en los procesos de trabajo.

* Responder desde esta óptica clasista a las políticas anti-crisis desarrolladas por el capital, colocando la lucha entre los trabajadores y el capital como el aspecto que modula el comportamiento de la tasa de ganancia, la superabundancia de mercancía o el subconsumo, es decir, asumir una concepción no economicista ni determinista de la crisis, sino que interpreta el proceso mediado por las relaciones de fuerzas y por la dinámica contradictoria propia del capital:

• Producción colectiva-vs-apropiación y acumulación privada.

• Separación entre la producción y la compra (distorsión entre los valores de uso y los valores de cambio).

• Enajenación del trabajo concreto por el trabajo abstracto.

• Desproporción entre las ramas y sectores económicos.

A partir de este cúmulo de  contradicciones la crisis deja de ser  un accidente, por el contrario, ella es el proceso mismo de constitución  del capital. Por ello hablamos de crisis orgánica, cuya separación sólo  puede lograrse eliminando el conjunto de relaciones de producción capitalista: relaciones de propiedad, división del trabajo, etc.

Esta perspectiva del análisis nos permite salirnos de la trampa de concebir como inevitable la aplicación de los planes  de ajuste, hacerlo gradualmente , o con rostro humano, tal como lo asumen los reformistas de variados signos. Sostenemos que no somos salvadores del capitalismo sino sus  sepulteros, de allí que no participamos en la administración de la crisis con políticas como las estrategias de sobrevivencia, el pacto para aceptar la flexibilización del trabajo o la liquidación de las prestaciones sociales.

Con este enfoque, en consecuencia, se puede responder a los planes concretos que desarrollan los sectores dominantes, ofreciendo salidas revolucionarias, y elaborando plataformas de lucha en defensa de las condiciones de vida y de trabajo de los explotados y oprimidos.

3-. Partiendo de la extorsión del trabajo excedente (plusvalía. plustrabajo, trabajo sobrante, trabajo no pago, etc.) y su incidencia en la cuota de ganancia, podemos hacer una lectura sobre la naturaleza de la crisis, la cual se puede manifestar de diversos modos:

* Sobreacumulación de capital

* Sobreproducción de mercancías

* Subconsumo

* Desproporcionalidad entre sectores y ramas de la actividad económica, tal como suele ser en Venezuela la deformación sectorial: por un lado,  la industria pesada procesa materia prima y elabora insumos materiales, la industria liviana ensambla, la agricultura no produce los bienes alimenticios, el servicio y el comercio están superdesarrollados en comparación con los otros sectores.

* El comportamiento de la tasa de ganancia permite comprender entonces, por qué no hay propensión a invertir en la agricultura o en algunas ramas de la industria (por la tendencia de la tasa de ganancia a bajar en tales sectores, y los capitalistas no producen para satisfacer necesidades colectivas, sino buscando el lucro personal). En consecuencia no hay inversión ni ampliación de la producción.

De allí que los flujos de capitales se dirijan a la esfera especulativa: negocio inmobiliario, bolsa de valores, intermediación bancaria.

Carlos Marx afirmaba que esta tendencia de los capitalistas de querer hacer dinero sin pasar por la producción no puede durar indefinidamente, so pena de un colapso total: de allí surge la necesidad de reiniciar o reanimar el ciclo productivo, por supuesto con una mayor concentración y centralización de la propiedad (propiedad de los medios de producción y de subsistencia en pocas manos), desarrollando una serie de contratendencias a la caída de la tasa de ganancia.

En el tomo 3 de El Capital, Marx reseñó dichas tendencias:

a-. La intensificación de la explotación (ya sea aumentando la jornada de  trabajo o acelerando el ritmo de la cadencia productiva).

b-. La desvalorización del salario a través de las alzas de precios,  eliminación de la seguridad social, tratando de abaratar los costos de la fuerza trabajo.

c-. La desvalorización del capital constante (maquinaria, equipos),  eliminando los materiales no competitivos, de tal manera que la quiebra o  remate de las empresas permita transferir ganancia (tal como sucedió en  nuestro caso con la renta petrolera y el endeudamiento público).

La crisis es, en consecuencia, la puesta en práctica de  este proceso que empuja la ganancia hacia arriba, en este sentido  todos los paquetes de ajuste (ya sean de factura keynessiana o  neoliberal) lo que hacen es llevar a la práctica los mecanismos  denunciados por el marxismo.

Ahora bien, tanto en la caída de la tasa de ganancia como  en la ejecución de las contratendencias, lo que se verifica es la  lucha a muerte entre capital y trabajo, y eventualmente una lucha  entre las diversas fracciones del capital.

Es en este punto donde se politiza con más fuerza el  análisis; los sujetos sociales entran en la escena como autores y  actores del proceso. En tal sentido, no se trata de una tendencia  mecánica y automática que conduciría al derrumbe del  capitalismo, tal como se sostuvo en algunas posturas catastrofistas.

El colapso del sistema tiene que ver con la lucha político-social,  con las fuerzas que se confrontan en el escenario (militares,  culturales. etc.).

Por ejemplo: los patrones siempre han luchado por hacer  más largas y extensas las jornadas de trabajo, y de igual manera  para pagar un salario menor. Por supuesto, los trabajadores han  hecho lo contrario, y en última instancia, el resultado lo ha  determinado la capacidad de resistencia y de lucha de ambas  partes. La clase en el poder posee los mecanismos de presión  (desempleo, carestía) y extraeconómicos (represión policial,  coerción legal, domesticación cultural) para imponer las medidas de ajuste.

El cúmulo de contradicciones que se desatan por llevar a efecto las contratendencias a la caída de la ganancia (por ejemplo: incrementar la desvalorización del salario), estimula la resistencia y la lucha de los trabajadores (movilizaciones, paros, huelgas), lo que lleva a los capitalistas a hacer esfuerzos de negociación y de conciliación para pactar la reanimación del ciclo económico.

Pero no sólo están presentes estas contradicciones entre el capital y el trabajo, sino que las otras contratendencias -desvalorización del capital constante, gastos improductivos también afectan algunas fracciones capitalistas. Por ello la puja y conflictos que se generan por las medidas gubernamentales que tienen que ver con:

* Política cambiaría fiscal.

* Apertura y liberación del mercado.

* Política salarial y régimen de prestaciones.

Cada una de estas políticas afectan de manera distinta a los diversos sectores, de tal manera que la asfixia financiera y crediticia, o la apertura fiscal por ejemplo, terminan arruinando a los pequeños y medianos productores de la ciudad y el campo.

Pero no sólo se trata de este conflicto con los pequeños productores, sino también se dan una serie de contradicciones entre grupos monopolistas, quienes intentan acaparar el proceso de quiebra de las empresas(tanto públicas como privadas), y de igual manera salir bien paradas de la tasa de ganancia. Otros intentan sobrevenir evitando pérdidas, o que se paralicen o destruyan sus activos. Para ello acuden a las alianzas, asociaciones, fusiones.

Es necesario indicar que estas contradicciones al interior de las fracciones del capital no son antagónicas, así como tampoco agrupan homogéneamente a todos los grupos.

De la misma manera, resulta importante puntualizar los riesgos políticos que  están presentes cuando se exageran algunas de  estas contradicciones, cuando en realidad  entre los diversos sectores existen niveles de  subordinación, cooperación, asociación, que no  ponen en peligro la totalidad del sistema en su  conjunto.

5.- Propuesta ante la Crisis Orgánica de la Economía  Venezolana.

Frente al proceso de deterioro de las condiciones de vida y trabajo de la población, existen un conjunto de planteamientos que responden a las diversas ópticas y a los intereses en pugna. De allí que podamos sintetizar las posturas en tomo a la crisis de la siguiente manera:

1. Respuestas que se orientan por los enfoques keynessianos o neoliberales, con ajustes inflacionistas o recesivos (o una combinación de ambos), buscando relanzar la tasa de ganancia hacia arriba, y haciendo caer sobre los .sectores populares el peso de la reanimación del aparato productivo: desempleo, carestía, impuestos, etc.

2. Propuestas reformistas que se apoyan en las ideas fatalistas de que no se puede hacer nada sino aceptar el ajuste; por ello lo que se plantea es administrar la crisis, buscando compensar el impacto de las medidas haciéndolas más graduales y protegiendo a los sectores vulnerables con estrategias de sobrevivencia: beca escolar, bonos de desempleo, hogares de cuidado, etc.

3. Propuestas también de corte reformista, pero con un acento más nacionalista y anti-imperialista. Se trata de la tesis de "salvación nacional" en el contexto del sistema capitalista. Se reviven las viejas consejas de los frentes populares y de las alianzas con la burguesía nacional, tal como lo postuló el stalinismo hace muchas décadas. La base material de este enfoque está en las contradicciones que confrontan algunos grupos y fracciones del capital, como son los pequeños productores y los sectores monopolistas conectados históricamente con la política de sustitución de importaciones, producción para el mercado interno.

4. Propuestas anti-sístema, las cuales parten ubicando las raíces genético-estructurales de la actual crisis, ofreciendo respuestas en tres dimensiones histórico-políticas:

*  Una utopía concreta para la nueva sociedad,

* un programa de gobierno revolucionario,

*  y una plataforma de lucha para la coyuntura inmediata.

6.-Una utopía Concreta de Nueva Sociedad.

El conjunto de análisis de los programas de ajuste, el contexto actual de sus indicadores estructurales (de formaciones sectoriales, rigidez del aparato productivo, subutilización de la capacidad instalada, sobrediversificación de bienes), y sus expresiones coyunturales (desempleo, inflación, pobreza crítica) nos están indicando que cada día tienen menos oxígeno las salidas reformistas, sobre todo si tomamos en cuenta la pérdida de dinamismo de la renta petrolera -la cual tratan de relanzar con !as políticas de apertura- y de los mecanismos del endeudamiento.

Cuando examinamos el keynessianismo y neoliberalismo, señalamos las razones que conducen a que tales programas de ajuste fracasen a la hora de eliminar las causas estructurales de la crisis, pero esto no incapacita al bloque en el poder para equilibrar las cuentas nacionales o reactivar algún sector económico. Cuando decimos que no hay salida, queremos significar el hecho de que la solución de algunas de las dificultades macroeconómicas -por ejemplo el déficit  fiscal- se va a lograr sobre la base de pechar más a la población, rebajar los costos salariales (lo que va a implicar la eliminación de la actual seguridad social y el régimen de prestaciones) utilizando nuevas formas de contratación como las que se vienen utilizando para que el trabajador no acumule las prestaciones, a través, por ejemplo, de una tasa de rotación en el empleo.

Tal contexto ofrece, como nunca, condiciones para una  impugnación a fondo de la dominación, y crea un cuadro favorable  para la insurgencia de una opción anti-sisiema, la cual tiene como  requisito inexcusable el no confundirse con las propuestas reformistas  (programa de ajuste, pacto social, concertación nacional, salvación  nacional).

Tanto en el conjunto de la situación mundial como en nuestra  sociedad particular, cada día cobra mayor vigencia el proyecto de  emancipación del trabajo. Paradójicamente en un momento de  desencanto, de desarme ideológico de quienes en el pasado asumieron poses vanguardistas.

Veamos cuales son los fundamentos que subyacen a nuestro   ideal de nueva sociedad:

Cualquier examen que se haga de la realidad social contemporánea encontrará los rasgos de las viejas relaciones de producción capitalistas que Marx denunció en su época:

 * Separación del trabajador de los medios de producción y de subsistencia.

* Alienación del trabajo y sus productos.

* Contradicción entre trabajo concreto y trabajo abstracto.

* Dicotomía entre los valores de uso y los valores de cambio.

El llamado desarrollo científico y tecnológico no ha podido rebasar las relaciones de producción, ni los nuevos productos que exacerban necesidades artificiales. Nada de esto ha podido abolir la alienación, mas bien ha profundizado sus rasgos inhumanos y castradores.

La actual producción material sigue no estando al  servicio de la comunidad, del hombre como ser genérico.

El hombre en la producción  de su existencia está mutilado, escindido, lo que ha creado:

a. Insatisfacción de las  necesidades elementales. 

b. Expropiación del saber-hacer.

c. Bloqueo y castración de la sensibilidad.

Frente a  estas realidades es donde cobra mayor  pertinencia la reactualización de los puntos  básicos sobre los que se sustenta cualquier  propuesta alternativa. Estos son:

1. La superación de la escisión entre trabajadores y los medios de producción y de ganancia.

2. La abolición de la ganancia sobre el proceso de trabajo, eliminando la extorsión del trabajo, el lucro como meta de la producción, colocando en su lugar ¡as necesidades históricas y culturalmente determinadas por los pueblos.

3. La reducción de la jornada de trabajo y la extensión del tiempo libre.

4. La cualificación de la soberanía política de los ciudadanos, a través del ejercicio de la democracia directa y la reabsorción de la sociedad política en la sociedad civil, minándole las bases a la política como actividad separada de la dinámica social cotidiana.

Para el logro de tales objetivos de suyo se comprende que hace falta una revolución, donde los explotados y oprimidos conquisten y a la vez construyan un nuevo poder, a través del cual podamos transformar las actuales estructuras de dominación.

Esta es la utopía concreta por la cual luchamos hoy, involucrando en nuestra perspectiva los siguientes proyectos

• La gestión directa del trabajo, articulada por el control directo de los trabajadores de la producción, la distribución, el consumo, y la autogestión de este proceso.

• El desarrollo de la multilateralidad del trabajo concreto como de los valores de uso, es decir, del trabajo directamente social sin la mediatización de relaciones mercantiles, o de la estructura y los patrones de consumo,  impulsando en su lugar necesidades mas radicales o auténticas.

* La abolición de la racionalidad burocrática, construyendo un nuevo  modo de producir conocimiento que ayude a eliminar la división social  del trabajo, la jerarquía y el monopolio del saber.

* La emancipación de la sensibilidad, !o que nos conduce a la  revalorización del afecto, el diálogo, la cooperación y la solidaridad,  como principios humanistas.

Estos proyectos se insertan en una línea de acción cotidiana y le dan sentido a una praxis que supera el pragmatismo político o dejar las cuestiones de fondo para un "después".

Cuando nos referimos a una utopía concreta nos remitirnos entonces a un norte que puede construirse hoy, por ello la dialéctica de su construcción no comienza desde cero, sino que hemos delineado algunas metodologías que ayudan a sistematizar su desarrollo y transitando un conjunto de experiencias en el terreno nacional. Esto nos ha permitido resumir en diez puntos los contenidos fundamentales para una estrategia de acumulación de fuerzas. Estos son:

1.-El desarrollo de un nuevo modo de producir conocimiento, defendiendo como paradigma la articulación de la investigación acción y los métodos cualitativos.

2. La radicaIización de la resistencia cultural, tanto en la escuela como en la comunidad. Hoy proponemos un proceso educativo liberador que se materializa en la formación permanente de los docentes, la reforma curricular en los centros de formación docente, el Proyecto Plantel, y el desarrollo de las experiencias de educación popular.

3-. La práctica de nuevas formas de intervención social y de organización que permitan construir una nueva cultura política donde se rompa la separación entre la sociedad política y la sociedad civil, se reduzca la distancia entre dirigentes y dirigidos, y se supere el divorcio entre gobernantes y gobernados. De allí las diversas iniciativas en las cuales trabajamos, inspiradas en los objetivos que giran alrededor del proceso popular constituyente, el desarrollo del movimiento autónomo de base, la democratización gremial y sindical.

4.- La redefinición del vínculo médico-paciente, la búsqueda y promoción de medicinas y terapias alternativas, como respuesta a los modelos capitalistas de industria de la enfermedad y reproducción de las relaciones de trabajo en el terreno de la salud.

5.- La preservación del medio ambiente y el desarrollo de tecnologías adecuadas a este fin.

6-. La cualificación del tiempo libre, el ocio creador y las actividades lúdicas, como combate al esquema de la industria cultural, sustentada en la mercantilización de actividades creativas, recreativas y deportivas que se generan en la sociedad.

7-. La promoción de un movimiento artístico que desarrolle el canto comprometido, e! teatro de la calle, las danzas, la poesía, y confronte la vanalización del arte.

8-. La lucha por la liberación de la mujer, el enfrentamiento al bloqueo de la sensibilidad, y la enajenación erótico-sexual.

9-. La construcción de una nueva racionalidad  comunicativa que rescate la palabra y nuestra  capacidad expresiva, entre otros, a través de la  promoción de una concepción artesanal y de base para la  difusión del conocimiento de variados instrumentos  comunicativos: video, cine, fotografía, impresos, radio, etc. 



Esta nota ha sido leída aproximadamente 3893 veces.



Carlos Lanz Rodríguez

Sociólogo, teórico militante revolucionario y ex-guerrillero.


Visite el perfil de Carlos Lanz Rodríguez para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: