Definitivamente el país reclama con urgencia una tregua que logre colocar el interés nacional por encima de mezquinos apetitos grupales. Con el trascurrir del tiempo, ha quedado demostrado que el bipartidismo disfrazado de polarización, a la postre resulto un endemoniado boleto sin retorno al infierno, por lo que jamás se superara la crisis mientras el debate mal entendido sea una pelea de perros y gatos, donde las partes en pugna solo persiguen hacerse daño unos a los otros. Que el capitalismo y el socialismo no rimen ni que le metan cualquier cantidad de remaches, esa es otra verdad de Perogrullo que conocen hasta los políticos amamantados y que todavía no han pagado el noviciado. Y porque en política las realidades no admiten prueba en contrario, es fácil concluir que cuando las crisis son excepcionales, también el santo remedio son las soluciones extraordinarias y no convencionales. ¿O no es verdura el apio?
Si de veras queremos alcanzar la paz, el país nacional deberá exigirle a la clase política que se enserie y haga esfuerzos por encontrar coincidencias, pues no existe otra forma de enfrentar la grave crisis cíclica que sacude a las economías del mundo, y de la cual Venezuela no está exenta pues estamos insertos en un orden internacional sesgado por la globalización que impusieron las potencias occidentales.
Aun cuando reconocemos que la composición del nuevo parlamento no sea la más apropiada por su baja calidad profesional, la poca formación patriótica y su reincidencia en el desacato a las decisiones del Tribunal Supremo de Justicia, sin embargo consuela saber que el beneficio de la duda deja abierta la posibilidad que en el camino se enderecen las cargas, pues Dios es muy grande y hace milagros sin avisar cuando, como y donde.
Esperamos que esta vez la inteligencia humana funcione, y permita que puedan surgir nuevas formas de entendimiento, sin que para ello sea necesario recurrir a los infames Pactos de Coche, Punto Fijo o Gobierno de Ancha Base, acuerdos bochornosos y leoninos que a su turno concrecionaron la negra historia republicana que nadie quiere que se repita.
