La universalización de la izquierda no ha sido posible por las contradicciones de sus dirigentes y la poca formación que le disertan a su militancia, todo se remite a reuniones y plenarias, por ejemplo, deseo saber las conclusiones de los cuatro, (4) congresos de filosofía dados en Caracas a un alto costo y más la invitación de los participantes internacionales costeados por el Estado.
Occidente, quiere implementar el mercantilismo como razón de Estado y obligar a las personas a que se dobleguen a un absolutismo, teniendo presente las campañas mediáticas para tal fin.
Los riesgos, lo corren cada militante del partido oficialista y la historia política en éstos últimos años se ha convertido en puros relatos. La burocracia está estremeciendo los cimientos de la sociedad venezolana y ya nadie desea identificarse con las fuerzas oficialistas por los motivos de burlas a que es sometido el pueblo.
Hay un encantamiento entre algunas facciones del oficialismo y la oposición, los fenómenos sociopolíticos se hacen presentes y la dominación carismática domina la fe y esperanza del pueblo, quien se levanta desde muy temprano a comprar sus alimentos en largas colas y le da importancia a varias variables para orientarse y luchar con el papel que juegan muchos líderes y dirigentes caudillistas que aparecieron después del fallecimiento del Comandante Chávez.
Nadie en éste tiempo, tiene dominio sobre la retórica y parecen unos representantes mamarrachos hablando desde sus curules en la Asamblea Nacional algunos personajes electos por el pueblo, no dialogan sobre la situación del pueblo venezolano y la carestía de alimento, existe un desconcierto entre la sociedad venezolana.
El amor por Chávez ya se disipa y solo es reflejado en imágenes, el Plan de La Patria ya no constituye una guía para trazar el futuro del país. Simplemente son castillos de arena. La Asamblea Nacional, es un punto de encuentro para la conciliación y lograr acuerdos que beneficien a particulares.
Nos encontramos frente a una cofradía de cultores del amiguismo para recibir garantías para irse a España y observar lo que allí sucede, el socialismo es una participación del pueblo hacia fines comunes.
Allí estamos en presencia de lo simbólico y el análisis del dialogo, para llegar a grandes convencimientos para taponear algunos compromisos del Estado, obviando el bien común de cada colectivo.
Las fisuras entre políticos es normal y por mucho hablar, siempre habrá designios de convenimientos para lograr construir una doctrina política: la instauración de la derecha a través del mercantilismo de mercado.
Ya, el comandante Chávez es sola una visión, después de su muerte, la imagen fue utilizada para debilitarlo, luego aproximarse a otras tendencias sin limitaciones y crear monopolios comerciales bajo una sola fuente de poder, claro me refiero a la economía.
La guerra económica es solo un chiste de una política no adecuada del financiamiento local, agotaron progresivamente todos los recursos desde el Plan Bolívar 2000 hasta hoy. Empresas del maletín, agotaron los recursos del Estado.
Lo importante es acatar las leyes y normativas para darle cumplimiento a los programas del gobierno. Y obedecer a las estrategias dada por el presidente, Nicolás Maduro Moros.
Se agota el tiempo, las colas prosiguen y el pueblo no escucha una respuesta cierta a sus requerimientos. Esperan por un cambio de estructura geopolítica.