Triste y lamentable noticia el asesinato de Ricardo Durán, nuevamente la Revolución Bolivariana se viste de negro para acompañar en su última morada a uno de sus cuadros. Mientras unos siembran enemigos por defender a la revolución bolivariana, otros siembran socios y sacar el mayor provecho económico y político de este proyecto de vida que lidero Hugo Chávez.
Ser revolucionario y crítico se ha convertido en una desventaja muy grande, siendo mayoría nos ven como a una minoría intrascendente donde la impunidad y el papel de pendejo es la moraleja viva que nos está llevando a la debacle moral de este proceso político, llamado revolución bolivariana.
Ricardo Durán se caracterizó por la utilización de un lenguaje claro, diáfano y consistente, totalmente comprometido con lo que predicaba, desde sus programas radiales y en TV (Nido del Cuco, sus apariciones en La Hojilla), hombre digno y revolucionario que en vida sufrió más de ocho atentados, decir la verdad es un riesgo en Revolución, ¿cuantos querían cobrar la verdad de sus palabras y silenciarlo?
Periodista de investigación denunció la existencia de más de 80 emisoras radiales que funcionaban de manera ilegal, casos de corrupción que involucraban a civiles y militares, hoy en la madrugada segaron su vida, no creo en hechos fortuitos.
Entender la responsabilidad de ser revolucionario necesariamente es saber cuál es el papel que todos tenemos que cumplir, no podemos verter esa responsabilidad como eunucos mentales en manos de otros, esa nos ha llevado a ser autocríticos y críticos a muchos al margen de las implicaciones que ello conlleve, Ricardo Durán lo entendía de esa manera, no sé si el miedo formó parte de su vida, pero convencido estoy que no lo detuvo, hombre de principios. Hoy la responsabilidad pareciera dejo de ser colectiva, para transformarse en individual, se siguen perdiendo espacios y otros deciden por inercia.
Son muchos los atentados no consumados, otros lamentablemente han acabado con la vida de muchos revolucionarios, en algunos casos, los autores materiales de estos hechos son enjuiciados, los que nunca son procesados son los autores intelectuales de estos hechos, son y seguirán siendo invisibles.
La venganza de la derecha y de los traidores de la patria no es un hecho comunicacional o retórico, es algo cierto y legítimo, viene de la mano e implícito después de las elecciones del 6 de diciembre, una derrota desmoralizante, que ha de traer consigo mucha violencia a corto plazo, eliminar todo vestigio de la Revolución Bolivariana, derrocar al presidente Nicolás Maduro.
Ricardo Durán seguirá en nuestros corazones, su voz seguirá sonando en el alma de todos aquellos que creemos en este proyecto de vida, no pueden y no podrán silenciar la voz de millones de venezolanos que al igual que Ricardo Durán estamos claros y dispuestos a entregar la vida para defender el legado de Hugo Chávez Frías y continuar por la senda hacia la construcción de una patria, donde prevalezca la justicia social y el bienestar sea colectivo. El fascismo no puede anotarse un triunfo con la desaparición física del Camarada Ricardo Durán, hoy más que nunca seguirá flameando la llama de la verdad, su voz no dejara de percutir en cada uno de nosotros, que la impunidad no sea nuevamente una constante en los planes fascistas de seguir asesinando a hombres y mujeres dignos de la patria. No se puede seguir permitiendo que la maldad se siga aprovechando de las coyunturas actuales para hacer lo que se le venga en gana, debemos luchar hoy más que nunca para defender el legado de Chávez y salvar a la Revolución Bolivariana ante los ataques que la derecha reaccionaria. Salvar a la patria nos compromete a todos y es una responsabilidad colectiva.
Honor y gloria al camarada RICARDO DURÁN
RICARDO DURÁN VIVE LA LUCHA SIGUE.
NO HAY NADA MÁS EXCLUYENTE QUE SER POBRE.