La "Rebelión de los Boxers": error histórico no revolucionario

Es probable que salten las alarmas, se desarrollen fuertes críticas por causa de la propuesta en título, por la opinión sesgada y en desconocimiento no intencional, por la opinión crítica apegada a paradigmas tradicionales de carácter ideológico pero, permítasenos, exponer el texto y, en su contenido, se tomarán las decisiones a gustos del consumidor.

En primera instancia, de obligación es explicar que significa ese hecho histórico de tal importancia que el propio centro ideológico-modernista del capitalismo, es decir, Hollywood, asumió que tenía que producir una larga película sobre aquel acontecimiento multi-nacional contra China titulada: "55 días en Peking" con las mejores representaciones del celuloide para que la taquilla no quedara corta, es decir, fuera un éxito económico y, al tiempo, contuviera un interesante mensaje subliminal e ideológico conteniendo, entre otros objetivos, direcciones socio-racistas, el poderío militar de las "14 Potencias" y la necesaria occidentalización de la sociedad pequinesa, en particular, y china, en general, cuasi del mismo corte que el actual racismo que camina por las huestes internas de la MUD con la diferencia que en la película son los chinos el objetivo fundamental y enemigo del progreso y de la ideología judeo-cristiana en combinación con el obligante y impositivo laisse-fair de la economía sin diferencias nacionales y de la religiosidad judeo-cristiana impuesta a "sangre y fuego" a la sociedad china desde mediados del siglo XIX mientras que en la MUD aún teniendo y conteniendo en su seno líderes políticos afro-descendientes de ambos géneros, en su crítica a la figura de Hugo Rafael Chávez Frías, expresan la evidente alienación al capitalismo mayamero y su adhesión a las tesis racistas de Samuel Huntington de la "raza superior" .

Con el Tratado de Nanjing, China entra en el mundo capitalista por la puerta grande cuando en el contenido del texto jurídico de carácter internacional se exponen e imponen los exquisitos paradigmas de los contenidos temporales en evolución y perfectibilidad del imperialismo como política de avanzada del sistema capitalista para su época histórica, es decir, siglo XIX. Lo exponemos por la necesidad de alcanzar que los lectores puedan comprender el comienzo histórico que llevaría al Poder constituido de la dinastía Manchú a impulsar tesis de violencia en 1900 contra las "14 Potencias" cuales disfrutaban, ampliamente, de los contenidos jurídico-legales en el marco del Derecho Internacional de los "Tratados desiguales" impuestos a "punta de fusil" a China.

Sí en algo se pueden comparar las realidades en paralelismo sociológico entre países son las similitudes referidas a las actitudes y comportamientos de los pueblos cuando están siendo subyugados con políticas contra-nacionales, lo cual significa algo más que el maltrato, la represión y el engaño al amplio sector social-nacional. Frente a ello, generalmente, el Poder suele actuar según sus propios intereses de clase; es decir, frente a un escenario de "caos en desarrollo", cual es transversal a toda la sociedad, se presentan, siempre, en un mundo globalizado, en una economía capitalista de carácter imperialista, en un escenario de dos escenarios y dos contrincantes con diferencias estructurales y de profundidades conceptuales, expresiones de violencia social inevitables.

Es decir, el Poder constituido asume la realidad de lo que hemos calificado como "caos en desarrollo" en función de los intereses naturales e históricos del Estado y la contraparte, es decir, aquel sector que busca desarrollar soluciones y en tratando de desplazar a ese Poder constituido para poder alcanzar su sustitución, busca mantener en el tiempo y profundizar ese escenario de "caos en desarrollo" independientemente de las consecuencias en violencia que el mismo pudiera generar ya que, según el esquema de pensamiento de la contraparte, como se suele exponer en las películas de Hollywood, son necesarias las "pérdidas aceptables" tal cual lo pudimos apreciar cuando, reiteradamente, hemos disfrutado de la película arriba en referencia.

Es la contradicción per se de la contradicción en perfectibilidad conceptual-histórica de los paradigmas contenidos en los procesos sociales en evolución inevitable y de perfectibilidad natural-histórica.

Pero como lo expresa Clausewitz: "…sí queremos derrotar a nuestros adversarios debemos regular nuestro esfuerzo de acuerdo con su poder de resistencia…" (De la guerra. Tomo I. Ed. Zeta Limitada. Medellín, 1972, pág. 16); es decir, en una confrontación donde estén presentes serias y profundas contradicciones en praxis, la argumentación humanista tratada en escenarios históricos pasados lleva y contiene en su seno la derrota desde su mismo origen conceptual con lo cual se traslada y transmite, sin discusión argumental humanista, con la derrota, el sentimiento de frustración, negación de si mismo en su expresión ideológica y la sumisión hacia el controlador absoluto del Poder constituido, es decir, en nuestro caso concreto, la sumisión a Washington, a sus "socios y aliados" capitalistas.

"La Rebelión de los Boxers" fue la expresión del Poder chino contra la intromisión extranjera y las imposiciones estructurales y super-estructurales de las ya mencionadas "14 Potencias" justo en un muy interesante momento histórico de crisis en curso del imperialismo capitalista mundial producto de las propias contradicciones en desarrollo entre los viejos imperialismos europeos y las nuevas expresiones imperialistas tanto de Japón como de los EEUU de América.

Básicamente, el Poder constituido de la dinastía manchú, corrupta en el concepto del Poder como tal, decide sustentar su respuesta a las presiones militares, políticas y económicas que ejercían los países imperiales e imperialistas sobre China en un concepto histórico-religioso absurdo contraviniendo las realidades tecnológicas militares en curso a favor de los países imperialistas. Es decir, la tesis del propio Clausewitz sobre "el desarme" no solo no se cumplió sino que no se respetó en los fundamentos principales de "la moral y ética de la guerra". Para su completa comprensión es el mismo escenario que se ha venido expresando y representando en desarrollo con las realidades militares y de guerra actuales en Afganistán, Iraq, Libia y, en las presentes circunstancias, en Siria donde la "Convención de la Guerra" ha sido engavetada para su "perfecto cumplimiento" en La Haya, a posteriori.

Es decir, sustentar un proceso militar en un grupo social sin las condiciones objetivas de las realidades en curso de la guerra actual, es decir, de la expresión bélica tal como la exponen en praxis los EEUU de América y la OTAN y las actuaciones de las contrapartes sean talibanes, ISIS, Daesh, etc., es caminar hacia el "cul de sac" de la evidente derrota con lo cual obliga a los expertos en teoría de la guerra a reflexionar sobre el "nuevo concepto" militar de la guerra post-moderna.

Es decir, no solo es importante conocer todas las pasadas experiencias bélicas conocidas sino que es obligante conocer y analizar cómo aplicar la antropología social en las realidades nacionales cuando de acciones militares se trata tal cual escribió y trató de aplicar David Petraeus en Iraq y Afganistán.

Los denominados "bóxers" consideraban que las balas de los fusiles de los ejércitos de las "14 Potencias" traspasaban sus espíritus sin ocasionar daño alguno-físico-personal. Absurdo en toda su concepción ideológico-religiosa. Pero sería el Poder constituido de la dinastía manchú la que impondría en la sociedad de los "bóxers" esa idea cual se transformaría en una expresión ideológico-fanática con los conocidos resultados de muertes en cientos de ciudadanos chinos; era el expresar una presencia manchú en un escenario irreal. Un salto al vacío.

En ese orden de ideas, considerar que una sociedad, en un momento histórico preciso, está preparada para exponer su más importante derecho natural en un escenario de necesidad de equilibrio entre lo propuesto y la objetiva realidad en escena nacional, es de profunda consideración moral y ética pero el capitalismo no tiene ni moral ni ética y la religiosidad ha demostrado, históricamente, que con las bendiciones pertinentes envía, a nombre del Creador, al "ser creado" como "ser social" a las realidades de los sepulcros tal como conocemos desde las Cruzadas hasta la "Guerra Civil española".

A título de ejemplo en nuestros lares americanos cuando consideramos el proceso de paz en curso en Colombia, cuando ambas partes conocen, probablemente, que están inmersas en un "cul de sac" que está incidiendo en diferentes paradigmas sociales según los particulares intereses de cada sector involucrado en el conflicto. Es decir, el actual desequilibrio militar en su praxis ha llevado a ambas partes a tratar de alcanzar un aspirado equilibrio dentro del escenario real y objetivo bélico en "pleno desarrollo", como diría Walter Martínez. El gobierno de Colombia sabe que tendrá que ceder ante realidades objetivas de Estado como Estado colombiano y las contrapartes tratarán de equilibrar sus propias contradicciones internas buscando imponer la Política en mayúscula.

En fin, la Historia es un referente objetivo para difíciles soluciones.


 



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Miguel Ángel Del Pozo


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