UNA REVOLUCION NO PUEDE REFUGIARSE EN EXCUSAS PARA NO CUMPLIR CON SUS TAREAS, HAY QUE SER UN VERDADERO SOLDADO. (…)Funcionario QUE SEA NEGLIGENTE TIENE QUE IR PÀ FUERA.
Hugo Chávez 13 de Julio de 2005.
Los preparativos para la "semana santa", aunado al asueto que incluyo la suspensión de actividades, hizo que la gran mayoría de venezolanos centrara su atención en el qué hacer y cómo hacer en los llamados dias santos. De acá, que buena parte de esa gran mayoría no presto atención a la entrevista que hiciera JVR al director de Hinterlaces Oscar Schémel en su programa "José Vicente Hoy" del domingo 20/3/2016.
Como era de esperarse, las preguntas y respuestas fueron directas y para todos los "gustos" Amén (Así sea), un tiro al gobierno y otro a la oposición.
En ese sentido, Schémel señalo que Maduro está atrapado en un enredo ideológico y no aterriza en resolver la grave crisis y vivir más bien "una fantasiosa épica revolucionaria". La gente está cansada de discursos como el de los 14 motores. Reveló además que el 67% de los venezolanos cree que la situación económica puede empeorar; 58% considera que la solución a este problema es la salida del presidente.
El voto castigo del 6D sigue siendo malinterpretado por la oposición, habida cuenta que el 69% de los venezolanos voto con la esperanza de una AN que coadyugue en la solución económica del país mas no para enfrentar los poderes, fijar plazo, exigir renuncia, referéndum y mucho menos para desestabilizar como lo está haciendo la AN a través de su bocazas Ramos Allup.
Creo que hay incomprensión de lado y lado afirmo Schémel. La crisis política no va a beneficiar a la oposición tampoco, porque la oposición está desprovista de símbolos, de narrativa y de prepuestas de programas. Una eventual salida del chavismo del poder le permitiría a la oposición asumir la conducción del gobierno y del estado, pero ¿Con que herramientas?, viviríamos una etapa de mayor inestabilidad política, una etapa de mayor frustración con un eventual gobierno de la oposición. La oposición no tiene todavía la sensibilidad social para entender la dimensión de la pobreza, sus propuestas siguen siendo propuestas de una meritocrácia ausente de los grandes cambios que han ocurrido no solo en Venezuela, sino en el mundo entero.
Las perspectivas como vemos no son nada halagüeña, se avizoran conflictos que pueden agravarse si los actores políticos no ponderan sus posiciones en aras de superar la crisis que azota al país.
