Perdón, reconciliación y justicia

En oportunidades algunas personas utilizan la palabra desconociendo la gravedad que dicho vocablo puede transmitir. En Física se habla de Sistema de Referencia para remitir una acción relativa, de acuerdo con la situación donde se encuentre el observador. Es decir, dos observadores ubicados en Sistemas de Referencias diferentes aprecian un mismo fenómeno de maneras diferentes. Esta acotación me viene a mi pensadora cuando escucho a la señora Lilian Tintori López abogando por la aplicación de una ley de amnistía para que su esposo sea perdonado por sus lúgubres actos terroristas durante la llamada "salida". En un caso de agravio se está en presencia de una situación de una víctima y un victimario.

Voy a exponer las consecuencias derivadas de la pérdida de un padre, cabeza de familia, producto de un homicidio en manos de un criminal contratado para tan vil propósito. Puedo hacerlo dado que mi progenitor, un mayor del ejército, fue cruelmente asesinado por mandato de los dirigentes de AD, según investigaciones de la policía de la junta de gobierno de la época, en represalia por el golpe de estado contra el presidente Rómulo Gallegos. De eso hacen 67 años y todavía hoy tengo presente las infortunadas consecuencias de aquella acción cobarde.

Resultado del relato anterior, una viuda de veinticinco años con cinco huérfanos, una tía menor de edad que vivía con nosotros y una mísera pensión para cubrir los gastos de una familia desarticulada. La señora Tintori nunca podrá entender una situación de este tipo, dado que desconoce la pobreza que acarreó el asesinato de mi padre y las secuelas de la pérdida de la cabeza de familia. Solo la fortaleza y entereza de mi madre, quien tuvo que actuar como padre y madre a la vez, logró mantener cierta armonía entre la parentela, no sin sufrir los trastornos que arrastran las carencias económicas. Que no crea la señora Tintori que el dolor solo se manifiesta en el momento de conocerse la sombría noticia de la muerte de un pariente. No imagina usted las consecuencias de un destino que ha sido trastocado por la brutal acción de un criminal y por quien dio la orden. La señora López nunca podrá concebir cómo el porvenir de cada uno de mis hermanos, de mi tía, de mi madre y el mío cambiara de rumbo. Lo que era un futuro promisorio se convirtió, en un instante, en un camino escabroso plagado de infortunios y de incertidumbres. La señora Tintori no entenderá, que hasta los futuros hijos de aquellos huérfanos convertidos en adultos, también se convertirán en víctimas de aquella acción criminal. Deténgase por un momento a pensar en la psiquis de un niño(a) sin padre, esta no será igual a la de uno(a) criado(a) bajo la tutela del padre y la madre.

La señora Lilian Tintori no debe insistir en el perdón de su marido. Yo vi por la tv al esposo de la referida incitando a sus correligionarios a que hicieran uso de la violencia para derrocar, primero a Chávez y luego al presidente MM. Mi madre no tuvo la suerte suya de andar por el mundo como una artista del "jet set" internacional hospedándose en hoteles cinco estrellas, compartiendo con expresidentes y presidentes que traicionaron y traicionan a su pueblo y con artistas de renombre. Le advierto a la señora López que yo estoy del lado de las víctimas (en el sombrío sistema de referencia), y en oportunidades las víctimas y no el finado, quien de alguna manera descansa de los avatares de la vida, son las que quedan vivas llorando la pérdida del ser querido y sufriendo las penurias que arrastra la fatalidad. En cambio usted está enfrente, en el sistema de referencia de los privilegiados. Aprecio que la señora Lilian no conoce sobre las de llagas del destino, ni siquiera de los rasguños del tiempo.

El perdón lo entiendo desde dos puntos de vista: desde el punto de vista teológico y desde el punto de vista jurídico. En el primer caso el pecador para poder recibir la absolución deberá arrepentirse y pagar la penitencia (el castigo). En el caso del juicio final, si el pecador desafió la ira de Dios cometiendo pecados mortales sin recibir la absolución, su alma deberá recibir eternamente los tormentos del infierno. Esta condena será de por vida, nadie ha conocido, a pesar de la misericordia del Señor, de la amnistía de un relapso para salir de las calderas del Diablo.

Cuando se comete un agravio (desde el punto de vista jurídico y moral) estamos en presencia de un sujeto que lo causa y otro que lo recibe. Este perjuicio genera la facultad o posibilidad del agraviado de ejercer una acción ante los tribunales para reestablecer el equilibrio de la justicia quebrantada por la actuación del delincuente. Una vez que el culpable ha sido sentenciado deberá pagar la condena establecida en los códigos. El perdón por parte de la víctima hacia el sentenciado no tiene efecto jurídico. Podrá basarse en la magnanimidad del primero, pero esta indulgencia no le impide al criminal cumplir la condena dictada por el tribunal. El perdón no puede vulnerar la acción de la justicia, si esto ocurre se quebranta el estado de derecho y en consecuencia la impunidad se hace presente.

Según los doctos en el asunto de la palabra, conciliar es ponerse de acuerdo a los que estaban en desacuerdo o poner de acuerdo a dos o más personas. Del vocablo anterior se deriva reconciliar, lo cual significa volver a las amistades o, atraer y acordar los ánimos desunidos. De conformidad con los conocedores del idioma español, no puede haber reconciliación en un país donde nunca existió conciliación. La señora Lilian Tintori, según sus guiones aprendidos y redactados por sus amos del norte, más no son discursos, evidencian su falta de preparación política. La esposa de López desconoce que en Venezuela está planteada una lucha de clases entre explotados y exploradores. Jamás en la vida ha germinado, ni germinará algo que pueda entenderse como una amistad entre los poderosos y los pobres. Usted está del lado de los potentados, los de la vida fácil, por lo tanto no podrá haber una reconciliación entre los burgueses de pacotilla y los excluidos de siempre. Como se ve, tanto los unos como los otros (las víctimas y los victimarios) están ubicados en sistemas de referencias diferentes, es decir en dos clases sociales tan disímiles como la del rico y la del pobre.

Entiendo la justicia como la aplicación de un conjunto de normas codificadas aplicadas por jueces que, al ser violadas el Estado está obligado a impartir justicia suprimiendo la acción o inacción que generó el perjuicio del bien común. O como diría mi tía Wiki: la justicia es el conjunto de pautas y criterios que establece un marco adecuado para las relaciones entre personas e instituciones, autorizando, prohibiendo, y permitiendo acciones especificas en la interacción de individuos o instituciones. Es decir, el Estado, a través de los organismos que les compete debe aplicar los correctivos que impidan que tales acciones se repitan y que sirvan de ejemplo para posibles infractores de los códigos. A pesar de los crimines de lesa humanidad cometidos por su marido la señora Tintori aspira que el condenado salga premiado e indemne por la aplicación de una segunda amnistía. Ya el tribunal sentenció y prohibió la salida de la cárcel del convicto secuela de los crímenes cometidos por lo tanto, Leopoldo López deberá pagar la condena.

Mientras la señora López recorre el mundo denigrando de la justicia venezolana y presentando mentiras ante los organismo internacionales, el gamonal adeco HRA continúa sancionando leyes que solo benefician a grupos económicos y a las personas de su entorno. El jefe de los golpistas parece entender que el poder legislativo es el instrumento para acabar con la Revolución Bolivariana. Cada vez que lo escucho no puedo olvidar un párrafo de una carta que San Gelasio (santo y papa 492-496) le dirigió al emperador Anastasio I, donde se puede leer: "Sin duda existen dos poderes, ¡oh, augusto emperador! por los que esta principalmente gobernado el mundo: la sagrada autoridad de los obispos y el poder real. Entre ellos es mayor el peso de los obispos, porque en el Divino Juicio, deben incluso dar cuenta los reyes de los hombres". Este papa ladino, colocaba el poder del papa por encima del poder del rey. Algo parecido al curaca de la Asamblea Nacional, quien juzga que su magistratura está por encima de todos los demás poderes del Estado.

Para finalizar, es imprescindible que los responsables de las 43 muertes derivadas de las acciones de los actos terroristas, a instigación de su líder Leopoldo López, tengan que pagar por sus sanguinarios actos cometidos. La justicia debe ser justa para preservar el estado de derecho, dado que la impunidad del delito conduce a la anarquía. La ley de Amnistía y Reconciliación vulnera todo lo estipulados en las leyes y los códigos de Venezuela. NO A LA IMPUNIDAD.



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Enoc Sánchez


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