El otro legado del Comandante Magoya

Confieso que en mis andanzas por los caminos de la revolución desde de la Juventud Comunista pasando por el UPA (Unión para Avanzar), hasta hoy no tuve la oportunidad de conocer físicamente a Heligido Sibada "MAGOYA". Confieso, además que siendo un adolescente viaje desde Cojedes, hasta San Felipe Edo. Yaracuy, con la firme decisión de enrolarme en su guerrilla, decisión que de haberse materializado probablemente mis camaradas se hubieran preguntado: ¿En qué Teatro de Operaciones (TO) lo matarían?... ¿En qué montaña estarán sus los huesos?

Un día, en el sector "la candelaria" de Tinaquillo, me dispuse ayudar a un señor afanado en fijar un cartelito en una vara que hacía las veces de poste del alumbrado. "Calle Ali Primera" decía el cartelito

A partir de ese entonces, nació una amistad enmarcada en el concepto que sobre la amistad le escribió Simón Rodríguez al Libertador: "Amigo en mi concepto". Es el que simpatizando conmigo física, mental o moralmente se me declara afecto. Tengo por consiguiente tres especies de amigos que llamo simples cuando no me los atraigo sino por una cualidad, compuestos (dobles o triples), cuando coincidimos en dos o las tres. En usted tengo un amigo físico, porque ambos somos inquietos, activos infatigables; mental, porque nos gobiernan las mismas ideas; moral, porque nuestros humores, sentidos e ideas dirigen nuestras acciones al mismo fin".

Nací en las sierras de Falcón –me confeso el viejo del cartelito -vengo del Frente Guerrillero que opera en la zona donde caí herido, hecho preso y torturado en un (TO), de ahí, me trasladan al Cuartel San Carlos, donde conocí muchos camaradas, en especial a Rodrigo Cabezas ". Ahora estoy en "libertad" confinado en Cojedes.

Años más tarde, sentí el dolor de la muerte de quien en vida fuera el amigo, campesino guerrillero de la Sierra y el más cercano al Cmte. Mí única y última vía para conocer físicamente a su homologo ya no para ingresar a la otrora guerrilla de la Sierra sino a esa otra que ofreció a Chávez si fuera necesaria. Lo cierto es que con la muerte del camarada Antonio Pacheco (*) el del cartelito de la "Calle Ali Primera", murió mi esperanza de conocer en vida al Cmdt. "MAGOYA".

Ambos guerrilleros dejaron como legado la voluntad y la perseverancia en la lucha armada como la verdadera vía revolucionaria. Pero no fue sino el día del sepelio de "Magoya" en Montalbán Edo Carabobo, cuando afloro el otro legado escrito en miles de papelitos (proyectos, reclamos, críticas y denuncias,) entregados por el pueblo a la Comisión oficial llegada de Caracas encabezada por Elías Jagua.

Si ese cúmulo de petitorios, proyectos, críticas y auto-criticas le llego al Presidente de manos de Elías Jagua, no es exagerado afirmar que fue: EL OTRO LEGADO DEL COMANDANTE "MAGOYA".







 



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Hermes Escalona Acuña

Miembro del Periódico alternativo DIGALO AHI

 digaloahiprensa@gail.com

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