A primera vista, la afirmación parece extraña: el Chavismo atrapado en su propia tela de araña, creador de su propio verdugo; pero es el trópico, el Caribe siempre voluptuoso, caliente, que produce fauna y flora sorprendentes, y política sólo explicable por el realismo mágico.
El gobierno, desde el mismo día de su arribo, aplicó una política absurda: pedir ayuda a sus enemigos, los capitalistas, y simultáneamente minar las bases espirituales heredadas del Comandante Chávez. Se comportó como aquel niño rico que entre aplausos y ovaciones de la galería dilapidó la herencia que le dejaron sus padres.
Pero la vida es compleja, y el capitalismo no llegó por la alianza con los capitalistas externos; mendoza y cisneros no arribaron al gabinete, al contrario, fueron atacados. El gobierno se subió al ring con allup, la fuerte diatriba pareció una forma de delimitar los campos, allup representante de lo viejo, del capitalismo por un lado; y por el otro, el gobierno representando al Chavismo. Pero no fue así, la entrada de pérez abad al gobierno, las declaraciones de ministros a favor del capitalismo señalaron otro camino, la restauración, se haría pero desde adentro del gobierno.
No sabemos las cuentas que sacó el gobierno, las cuentas del Presidente, pero al darle poder, puerta franca al capitalismo se comenzó a construir el patíbulo de la Revolución, del Chavismo. Allá adentro empezaron a crecer los hilos que los ahogarían. Se demuestra una vez más la imposibilidad de la convivencia entre capitalismo y Chavismo, alguno debe morir.
Al principio, la avanzada del capitalismo fue sutil, declaraciones de algunos sinvergüenzas a favor del capitalismo, luego los tales motores consagraron la "ayuda" de los capitalistas en la economía. En poco tiempo, nos acostumbramos a convivir con el monstruo. Después, empezamos a sentir las consecuencias del maridaje, se cumplió la profecía de Chávez de que "sólo es posible la Patria si es Socialista", y el capitalismo comenzó a devorar la soberanía, un trozo de la Patria fue cedido a las trasnacionales, el Arco minero asombró a todos, la Faja se avergüenza violada por los burgueses.
Ahora el gobierno anuncia la llegada definitiva del capitalismo, el triunfo del mercado, el decreto de defunción del populismo de este gobierno. Nos anuncian que se acabarán los subsidios a los productos, pasarán a la dinámica del mercado; el gobierno creará unas tarjetas "mi negra" para el consumo de los más pobres.
Sin entrar en profundidades, esto significa que vendrán días difíciles para los desposeídos, lanzados a las garras de la mano invisible del mercado, del capitalismo. Es el triunfo de la ¡lógica del capital! (adiós Chavismo). Se eliminan las formas tradicionales de distribución de la renta, las legales y las creadas por el "poder popular", como el "bachaqueo"; aumentará el hambre y con éste la necesidad de represión.
Ya se explica el nombramiento del General Padrino, viene a comandar la represión que será la señal definitiva de que el Chavismo y el Presidente Maduro fueron devorados por su propio engendro. Y se repetirá la historia de otras Revoluciones que sucumbieron sin disparar un tiro, víctimas de la falsa disciplina de unos líderes que no corrieron el riesgo de defender a la Revolución, que prefirieron la comodidad, el refugio mezquino de su trinchera personal, que perdieron la visión del bien social. Pero puede ser que en esta hora de valientes, de crisis propicia, surja el espíritu rebelde que se niegue a entregar la esperanza.