El ministro que bate los records de fracasos en el transitar de lo revolución ha dado en el clavo para conmocionar el estamento social venezolano, con una destempladas afirmaciones en la ONU, en donde expresó que los venezolanos comemos "hasta más" de tres veces al día.
Uno se pierde en el asombro de saber que un ministro que ha paseado por casi todos los taburetes gabineticios, tan sólo arrojando frenéticos fracasos a una revolución que ha estado a sus caprichosos antojos, ahora pretenda en un dechado de demagogia insoportable posar en el cimiento de esta revolución sufrida, para enrrostrarle al mundo tan supina mentira. Porque todos los venezolanos, comulguemos o no con los preceptos socialistas sabemos día a día que la escasez y la hiperinflación, mantienen en una situación tal a los venezolanos que ha cambiado abruptamente la fisonomía promedio del venezolano producto de la delgadez compulsiva, que ha generado la falta de alimentos de la dieta diaria.
Y eso para bien de la propia proyección de la revolución Maduro y el gobierno tienen que reconocerlo. Sino peor será. Pero el peor desconocedor es el ministro Menéndez. Un ministro que donde lo han puesto ha salido con las tablas en la cabeza. Sino, recuerden nada mas aquellos destellos demagógicos que hacía en la defenestrada "Venezuela Automotriz", donde prometía por varias semanas vehículos baratos para los venezolanos, que incautos fueran burlados por tal ofrecimiento.
Pero de algún santo de los mil demonios el ministro ha de aferrarse para permanecer por tanto tiempo conduciendo destinos inciertos de la revolución. Algo copió de la ministra Canciller, el ministro Menéndez cuando en torno a la comida venezolana, dijo lo que dijo. Algo en razón a disculpas debe el presidente Maduro expresar en torno a eso.
Es imposible pensar que el presidente no sepa lo que aquí esta pasando en torno a la alimentación venezolana. Y si pretende esconder con los dislates de Menéndez y la Canciller una realidad que mella con severidad la tranquilidad biológica de los ciudadanos, entonces si ya se puede estar pensando que se busca con ello terminar por fin la construcción del sepulcro forzoso de la revolución.
