Esto que escribo no es una crítica vacía de manera iracunda para obtener popularidad en mis redes sociales desde el exterior viviendo la "vida fácil", por el contrario, sufro, lloro y necesito regresar a mi país, pero después de un año sabático obligado, me vi en la necesidad de producir y esto es algo que Venezuela, por los momentos, no puede proveerme. Esto que escribo es un estudio con evidencias históricas y un poco de lógica uniendo proyecciones de cada uno de los actores en el diálogo.
Comenzaré por la MUD, para establecer un punto de partida. A pesar de las claras divergencias dentro de esta organización y de los que no pertenecemos a ella, pero que igual somos de oposición, considero que Capriles es el miembro con mayor capacidad de resiliencia, capaz de aprender de los errores cometidos para no repetirlos y no darle fuerza a un régimen, pero siempre de manera cívica y en el marco legal, excluyendo el controversial artículo 350, que él mismo explicó que fue propiciado por golpistas. Como todos sabemos, Capriles y demás miembros de la MUD participaron en el primer diálogo el cual fue un rotundo fracaso y le sirvió al gobierno para desmotivar las guarimbas, y ahora luego de 2 años, siguiendo directrices del Vaticano, se sientan de nuevo a dialogar el futuro del pueblo, yo me pregunto lo siguiente: ¿Hay evidencia histórica que explique los beneficios de caer en el mismo error con respecto a repetición de diálogos? Respuesta obvia, No.
Ahora bien, se analizará El Vaticano y sus visiones políticas a lo largo de la historia, en las que estuvo de acuerdo con: los grandes imperios que extendieron sus fronteras por el mundo; la colonia Española en América inclusive acá en nuestro país; evitar confrontación contra los Nazis cuando invadieron Polonia sin uso de la fuerza; la dictadura de Franco en España y que fue uno de los principales patrocinantes del Pacto de Puntofijo en el que se creó el bipartidismo en Venezuela, excluyendo al PCV del panorama político. Adicionalmente, hace poco el líder del Vaticano, dio una conferencia en el que expresaba abiertamente que las ideologías se convertían en Dictaduras.
Ahora bien, si El Vaticano indirectamente reconoce que vivimos en Dictadura y la Asamblea Nacional reconoce que hay una pérdida del hilo democrático, que se puede entender como una pseudo-dictadura, yo me pregunto ¿Hay evidencias en nuestro país o en el mundo de culminación con dictaduras con diálogo?
En nuestro país se ha acabado la dictadura de 3 formas: con la muerte del dictador, con un golpe de Estado o con estallido social. Internacionalmente la mayoría son de las mismas formas que tuvimos más intervención foránea o resultados positivos de diálogo, como el caso de Uruguay, en el año de 1984 con el Pacto del Club Naval, evidencia resultados del diálogo, en el que permitió que el régimen Militar cediera el camino democrático a los partidos políticos. Sin embargo, según el gobierno, se vive en democracia plena, un término que al parecer dejó de ser objetivo en Venezuela.
Entiendo que la MUD, acepta el diálogo, porque El Vaticano se lo pidió, sin embargo este ha tenido un desempeño político cuestionable, como se evidenció arriba. La MUD apoya cometer el posible mismo error por convicciones religiosas o guiados por las emociones, pues ¿Quién puede rechazar una petición del Vaticano?
Para finalizar, no estoy de acuerdo con actos que acaben con enfrentamiento pueblo-pueblo o pueblo-fuerzas del orden público que se puede traducir en muertes. Estaba de acuerdo con la agenda que propiciaba Capriles que es ir recorriendo todos los caminos democráticos de manera resiliente.Lo que rechazo de manera categórica es con caer en errores repetidos, cuando no hay evidencias históricas contundente que el diálogo vaya a dar resultados y el pueblo moribundo de Venezuela, no puede darse el lujo de pagar el costo político, si es que hubiese error y mucho menos ponerse a esperar.
Sinceramente de todo corazón, espero equivocarme por el bien de todos, pues ya las cartas están echadas.
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