Para el jueves 3 de noviembre la derecha y ultraderecha venezolanas, agrupadas en su frente político denominado Mesa de la Unidad Democrática (MUD), habían programado, como parte de sus acciones desestabilizadoras y contrarrevolucionarias, una masiva movilización al Palacio de Miraflores para entregar a Nicolás Maduro una notificación o "carta de destitución". Desde las fuerzas chavistas se sospechaba que la oposición planeaba con ello no sólo hacer entrega de un documento de desconocimiento sino también la toma del Palacio de Miraflores y, con ello, un golpe de Estado como el del 2002 contra Hugo Chávez. Sin embargo, esta nueva intentona golpista fracasó, al igual que fracasaron hace poco la llamada "toma de Venezuela" del 26 de octubre y la huelga o paro general convocado para el 28 de octubre. Por desacuerdos en sus propias filas, el jueves 3 de noviembre la oposición no pudo realizar su "gran marcha", ni la toma del Palacio de Gobierno (aunque ahora ha postergado esas medidas para el 12 de noviembre). Quienes sí se movilizaron masivamente fueron los militantes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), en respaldo al Gobierno y a las conquistas de la Revolución Bolivariana; en el siguiente vídeo corto puede verse la Plaza O’Leary repleta de partidarios del Gobierno y un enlace entre el Vicepresidente del PSUV, Diosdado Cabelllo, y el Presidente Nicolás Maduro:
YOUTUBE: https://www.youtube.com/watch?v=KWJsnQfZ-eQ
La gran prensa burguesa internacional y "nacional", que hace 10 días estaban eufóricas y tenían a muchos corresponsales en Venezuela para cubrir lo que creían que sería el derrocamiento de Maduro, se han quedado casi mudas ante los fracasos de la derecha y ultraderecha venezolana y, sobre todo, ante el contundente apoyo y movilización de las fuerzas patrióticas y revolucionarias. Por eso, en esta ocasión de la fracasada notificación de destitución y de la toma del Palacio de Miraflores han preferido dirigir la atención del público a otros temas, antes que decir la verdad: que el pueblo venezolano mantiene un gran nivel de cohesión y de movilización.
El régimen pro yanqui de Kuczynski, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, también quiso dar "una manito" (o quizás un empujón) a las acciones desestabilizadoras, acusando que "en Venezuela se ha generado una alteración del orden democrático y constitucional que vulnera los principios de la Carta Democrática Internacional (CDI), la que identifica como elementos esenciales de la democracia representativa el ejercicio del poder de la sujeción al Estado de Derecho y la separación de e independencia de poderes", tratando, pues, de lograr un acuerdo para aplicar la Carta Democrática Interamericana (de la OEA) a Venezuela, por un supuesto rompimiento del orden constitucional. Obviamente, de aprobarse esto, implicaría la suspensión de Venezuela como Estado integrante de la OEA, lo que sería un respaldo político a la derecha de ese país y a la política imperialista de Estados Unidos y de su peón en la OEA, Luis Almagro; a su vez, tal medida podría servir de acicate o precedente para que Estados Unidos y sus aliados intenten ir más allá: obtener una "justificación" y "mandato legal internacional" para una invasión o intervención extranjera en Venezuela que derroque al actual gobierno e imponga un gobierno títere, bajo tutela de la ocupación extranjera, aduciendo una supuesta "crisis humanitaria" en el país caribeño. El propio PPK y la Cancillería pretendieron que en la Cumbre Iberoamericana se tratara el caso de Venezuela; entonces, la Canciller venezolana Delcy Rodríguez respondió con mucha dignidad y le dijo sin ambages a Kuczynski lo que se puede ver y escuchar en el siguiente vídeo:
YOUTUBE: https://www.youtube.com/watch?time_continue=58&v=9y8wxVopYto
Todo indica que cada vez les es más difícil a las fuerzas contrarrevolucionarias internas y al imperialismo desatar un golpe de Estado en Venezuela; uno de los factores que tienen en contra es que el abastecimiento de artículos alimenticios y de primera necesidad se va normalizando.