De verdad que sentarse a dialogar con esa Mesa Coja que es la MUD, es como pretender caminar y hablar en medio de un huracán. A cualquiera se lo lleva el ventarrón y queda desconcertado por los continuos cambios de humores y opiniones de esta derecha disociada. Cómo confiar en la palabra o creer en los supuestos voceros, delegados o representantes sentados en la mesa de diálogo, si son inmediatamente desmentidos y atacados por sus propios pares y seguidores.
Sus compañeros de "unidad" se encargan de confrontar y atacar los más mínimos avances y cualquier posición que se haga pública. Esta diversidad de posiciones, el afán de protagonismo y las locuras de los grupos extremistas, explican todos los devaneos y disparates que ha hecho la MUD en el último año. La derecha generó la sensación, entre sus desencantados simpatizantes, que iban a arrasar con el Chavismo de un plumazo y en seis meses. Los engañaron nuevamente. Sus graves omisiones y sus presuntos delitos electorales (falsificar firmas para el Referendo Revocatorio), siguen en curso en los tribunales. Nadie se ha hecho responsable en la MUD por esta torpeza y quedaron muchas dudas aún sin responder: quién dirigió la recolección, quién hizo la verificación de esas firmas, quién puso a firmar a ese poco de muertos. Calladitos tienen este tema. Bajo la alfombra.
Toda esta locura es reflejo de las bajas pasiones y las miserias de esta derecha putrefacta. No buscan el bienestar del país, solo quieren saciar sus deseos de poder y tomar por asalto las arcas de la nación. Sus llamados "líderes" han lanzado al abismo, una y otra vez, a sus seguidores. Son demasiados intereses contrapuestos. Lo único que los une es el odio contra la Revolución Bolivariana y el pueblo Chavista. Por lo demás no tienen proyecto de país, más allá del verbo neoliberal: privatización, liberalización de la economía y reducción del Estado en favor de los grupos oligárquicos.
En la frenética lucha por el asalto al poder, la puja está viva. Por un lado, está el sifrinaje mantuano, devenidos en actores políticos, malcriados y patoteros, acostumbrados a saciar sus antojos, ya sea ordenando "descargar las arrecheras" o incendiando el país con sus "Salidas" violentas. Por el otro, sobreviven los viejos zorros de la política, transmutados en muchos casos como empresarios y banqueros, que sueñan con recuperar las viejas glorias. Unos y otros a duras penas se soportan. Están unidos por obligación, pero viven cayéndose a carajazos.
Ambos bandos viven temerosos de las redes sociales. Muchos de ellos actúan de acuerdo a las tendencias de moda y tienen pánico de caer en desgracia en las redes y medios controlados por la derecha. Esta forma de hacer política, los ha terminado por alejar de la realidad, por enajenarlos de una visión política propia y solo actúan arrastrados por los gritos histéricos de los "guerreros de twitter".
Cada uno habla desde su trinchera, lanzando ultimátum, improperios y amenazas a su antojo. En el grupo de los burguesitos andan desesperados, alzados, ansiosos de violencia, amedrentando a todo el mundo, como guapetones de barrio. Con sus planes neofascistas, insisten en asaltar Miraflores pasando por encima de los cadáveres de todo el pueblo Chavista.
Dentro de toda esta la locura de los humores de la fauna opositora, destacan el Chuo Torrealba y el propio Capriles. Veamos:
El Chuo Torrealba, en su rol de asalariado de la MUD (tolerado, pero no querido), ha tenido que lanzarse solo al fuego, batiendo frenéticamente sus alas de mariposita. Primero, ante las malcriadeces y cobardía de los "líderes de la derecha" apareció íngrimo y solo en la reunión de instalación con los enviados internacionales, mientras los otros "líderes" estaban inexplicablemente escondidos, temblorosos, tras bambalinas. Pena ajena.
Luego, en la siguiente reunión, florecieron nuevamente las miserias, pues mientras Acción Democrática, Primero Justicia y Un Nuevo Tiempo, estaban sentaditos planteando su agenda de trabajo junto a los demás delegados, los "demócratas" de Voluntad Popular seguían metiendo casquillo y saboteando para justificar seguir en la agenda de la violencia callejera. Está gente apuesta con frenesí al fracaso del diálogo y por eso han reaccionado tan agresivamente. No perdonarán nunca el desplante de la suspensión de la "toma de Miraflores" y la postergación del parapeto de "juicio" político que intentaba implementar la Asamblea fascista.
Por su parte, el devaluado desgobernador de Miranda, Capriles Radonsky, logró balbucear, entre sus muchas contradicciones y malcriadeces que: "Si el día 11 el país no conoce resultados el gobierno habrá cerrado la posibilidad de cualquier diálogo y le tocará al pueblo ir a una agenda de lucha". Nuevamente los sifrinos con sus pujos y malcriadeces. Poniendo presión en temas por demás complejos y delicados, que requieren de un debate cuidadoso, serio y sosegado.
Los nuevos humores de la MUD no tienen desperdicio. Casi que se olvidaron ya del mentado Referendo Revocatorio y su nueva ocurrencia es que se hagan, a lo mero macho, una especie de "elecciones generales adelantadas", figura que no aparece por ningún lado en la Constitución, ni había estado planteado en ninguna discusión. Sueñan también con la "Reinstitucionalización de los Poderes Públicos", solo para colocar en el CNE y el TSJ a sus agentes y gestores. También insisten con descaro en la "liberación de los presos políticos" sin tomar en cuenta los atroces crímenes cometidos por sus partidarios: asesinatos selectivos, ataques guarimberos y violencia callejera, terrorismo, etc. Este disparate va en contra de la justicia y favorece la impunidad criminal de los factores violentos de la derecha fascista. Ninguno de estos "líderes" criminales le ha pedido perdón a las viudas y a los huérfanos. Mayor descaro. Ninguna de sus propuestas tiene asidero moral, legal o constitucional.
Esta novela continuará activa todas las semanas. Seguiremos padeciendo los cambios de humores de la MUD, cambiando de postura y de agenda de acuerdo a los ciclos lunares.
