La inspiración popular del movimiento revolucionario, busca la vía democrática para poner énfasis en los íconos básicos de su propia identidad. Ya no deseamos eternizados en el poder y sí darle carácter a lo calcado en nuestra Constitución Bolivariana. Es la única senda para construir una economía alternativa y no de una sola voz, que viene impactando el desarrollo de los procesos de producción en nuestro país.
El despotismo político al lado de la inmoralidad administrativa, se viene convirtiendo en un fenómeno que busca detonar el bolsillo de los venezolanos y crear niveles de guerra en las fuentes de poder. Es, un juego a la ruleta, donde un comando irresponsable del tren ejecutivo nacional favorece a grupos que buscan riquezas, oficialización y representación de Corporaciones que desean estar siempre activas en los corredores de nuestra economía y, donde juega un papel prioritario, la banca privada y pública de nuestro país y que invierten sus riquezas en los grandes núcleos sociales para crear zozobras y clientelismo en la sociedad venezolana.
El agotamiento y la extenuación del mundo financiero del país, proclamado desde 2010, cuando Estados Unidos de Norteamérica y la vieja Europa decretó el devastecimiento financiero de Latinoamérica comenzando por Argentina, luego Brasil y por último Venezuela, mientras se buscaba aniquilar a Irak, Irán, Libia y Siria. En todo, se resume la historia de la gran industria petrolera y productivo, tratando de dañar las comunidades a través de los Consejos Comunales por gente de derecha, obviando el trabajo progresivo de los líderes populares.
Ahora, la situación se torna alarmante porque estamos bloqueados por los países desarrollistas y no tendremos créditos. Todo sucede en los países mágicos, donde fluye el oro negro.
Pero, el planteamiento se encuentra dado y la clase obrera y el magisterio venezolano están preocupados por los errores incurridos desde la plataforma política e ideológica del mismo gobierno bolivariano, estamos sujetados a una tropa mercenaria medieval de un burgo condenado al saqueo de los bienes públicos y del dinero de los trabajadores.
Esta tropa la observamos desde los Consejos Comunales que buscan controlar los principales mercados del país como las redes Madeirense, San Diego e Hiperlíder y que cobran en las colas a los ancianos y gente trabajadora de 1500 a 2000 bolívares por cupo de entrada, allí comienza el colapso financiero al país, donde hay muchas personas comprometidas en dañar la imagen de nuestro presidente Nicolás Maduro Moros.
Repito, la invasión al Sur, comenzó en 2010 y, nos encontramos en la cuarta fase de ésta operación, les invito a investigar y reproducir los programas televisivos de Mario Silva y de éste servidor y se darán cuenta de lo expresado.
Si, no se toman las correcciones a tiempo, nos encontramos ante un colapso de gran magnitud financiera y bloqueo a toda instancia en requerimientos de rublos y herramientas de reposición para el país.
Hay mucha coincidencia y obstáculos en el desarrollo de éste boicot contra Venezuela y me pregunto, que hacen jóvenes guarimberos y encapuchados durante la guarimba en La Isabelica al lado de los movimientos revolucionarios y Consejos Comunales del Psuv unidos en el escamoteo de productos al lado de bachaqueros en la red Madeirense de éste municipio.
Solo lo digo para visualizar el complot que existe contra el pueblo y el presidente Maduro Moros, que ahora se traslada a la banca universal y al mundo financiero bolivariano