En síntesis

Ezequiel Zamora no pactó, lo mataron

La egregia figura del General del Pueblo Soberano, hoy cobra singular importancia. Militar y político, es considerado uno de los principales ideólogos y estratega militar en la cruenta y larga Guerra Federal (1859-1863). Como líder radical y valiente defensor de los más desposeídos de su época, la historia reseña que fue Zamora quien por primera vez se atrevió a proponer una extensa reforma agraria a favor del campesinado venezolano.

En esa larga lista de sueños truncados por la traición, Ezequiel Zamora no será excepción entre quienes por razones ajenas a su voluntad, no pudieron coronar sus grandes propósitos. No se imaginó Zamora que su victoria en la Batalla de Santa Inés el 10 de diciembre de 1859, vendría acompañada de la fatalidad, pues nunca se supo a ciencia cierta: si el disparo que cegó su vida provino o no de las filas de su propio ejército, señalándose como autores intelectuales al Mariscal Falcón y Guzmán Blanco. ¿Y será por eso que dicen que con amigos como esos, no hacen faltan enemigos?

En un tiempo de crisis de fe, de moral y de rumbo, Zamora vino a representar la más conspicua expresión de protesta en aquella Venezuela que bajo los gobiernos dela oligarquía conservadora y liberal, estuvo varias décadas sometida a un régimen político y social censitario. Y porque entre explotadores es más fácil llegar a infámenles acuerdos que arriesgar sus groseros privilegios, el 23 de abril de 1863, José Antonio Páez y Juan Crisóstomo Falcón escenifican una extraña alianza que pone fin a la guerra mediante la firma del Tratado de Coche. Un siglo después, Rómulo Betancourt (AD), Rafael Caldera (COPEI y Jovito Villalba (URD) se repetiría otro macabro acuerdo conocido como Pacto de Punto Fijo. Y es que entre agentes de la clase explotadora, llámense terratenientes o burgueses, a ellos siempre los une su naturaleza de clase, por lo que no se les cree ni la o por lo redonda, pues siempre son falsos como saludo de alcabala. Con razón Nicolás Lenin, decía que de los burgueses lo único bueno eran sus mujeres.

En cuanto a esa sarta de disparates y cloacales expresiones conque Ramos Allup ha querido desmeritar al General Zamora, solo diremos que son las típicas reacciones de politiqueros amargados, frustrados y con el sol en la espalda. Total, adeco es adeco y su apellido es miasma.

Ezequiel Zamora fue a toda prueba un ejemplo de lealtad a sus principios, y jamás se habría tranzado con el enemigo. Honor y gloria a su memoria.



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Freddy Elías Kamel Eljuri

Presidente del Instituto Municipal de Patrimonio Histórico de la Alcaldía Bolivariana del Municipio Miranda del estado Falcón. Vicepresidente de la academia de Historia del Estado Falcón. Escritor. Productor radial.

 kameleljuri@gmail.com

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