Cuando analizamos las causas de muchas de las situaciones que enfrentamos hoy, encontramos un elemento que necesariamente debe ser analizado, comprendido y finalmente reforzado: la gerencia.
Comúnmente vemos cómo las máximas autoridades de las instituciones -alcaldes, gobernadores, ministros, viceministros, directores generales, presidentes de institutos- cometen el error de llenarse de tareas que los desvían del cumplimiento de su mayor responsabilidad que es gerenciar, dirigir, construir políticas, tomar decisiones.
La Real Academia Española define gerenciar como gestionar o administrar algo. Y de eso se trata, de ocuparse del funcionamiento de una empresa, actividad u organismo. Quienes estudian la gerencia como disciplina académica afirman que debe considerársele como un proceso, con varias funciones que pueden abordarse individualmente, aunque en la práctica deben ejecutarse simultáneamente: planear, organizar, dirigir, controlar y decidir las mejores acciones para lograr la máxima efectividad y la consecución del objetivo propuesto.
En la gerencia, y en la administración pública que es lo que nos atañe, hay dos premisas que deben tomarse en cuenta. Una es la determinación del propósito para el cual trabajamos. En nuestro caso, atender y servir a nuestro pueblo para brindarle servicios de calidad, eficientes, transparentes y seguros. La otra es el liderazgo, definido como las habilidades gerenciales y políticas que un individuo debe tener para influir en las personas o grupos, haciendo que estos trabajen con entusiasmo para el logro de las metas comunes. Esto es lo que requieren quienes ocupan cargos de gerencia.
Venezuela tiene todo para triunfar. Formemos gerentes y líderes capaces. Juntos lo lograremos. Un abrazo.