Municipio Chacao en la nueva geometría del poder

El modelo socialista que nos planteamos como legado de Hugo Chávez, nos dejó unas claves para el desarrollo integral de la nación. Un Socialismo posible, está basado en lo que el Comandante elaboró como una nueva geometría del poder.

Nos preguntamos por Chacao como centro neurálgico de la conspiración y el golpismo, la respuesta está en la historia contemporánea, desde el momento en que era una novedad organizacional la tan repetida y elogiada descentralización. Desde los inicios cuando se plantearon la creación del Municipio Chacao que surgió de la división en varios toletes del Municipio Sucre, Baruta y El Hatillo se estaba claro que la premisa fundamental era un modelo de planificación que supeditaba el espacio y la geografía al Capital. Se quería separar lo que produce las calamidades inherentes a lo social y físico-ambiental, ello es la contaminación de las aguas; el impacto ambiental; las guerras entre grupos humanos y algunas afecciones surgidas desde las llamadas Patotas del Este, el arte callejero y las prácticas consumistas de alcohol, tráfico de drogas, en una cultura del ocio mal concebida.

La instauración del Municipio Chacao cuadraba con lo que Carlos Escarrá denominó ¨…el esquema perverso de desarrollo del país que fue impuesto por el capitalismo, donde solamente fue concebida como importante la división del territorio por intereses económicos, pero nunca en razón del bienestar del pueblo…" Se tendría una nueva ordenación territorial que no era un cambio integral sino un espacio para las relaciones de generación y concentración de riqueza material y el territorio o espacio territorial, creado respondería a esas exigencias. Afectados estarían los pequeños comerciantes, el movimiento vecinal, el proceso educativo y se impondría un modelo capitalista comercial, basado en el hipercrecimiento del sector terciario –publicidad, comunicaciones, informática, banca, finanzas y ocio- que lo hacía ser, un "paraíso" para intercambio desigual y la acumulación de Capital, con sus asimetrías y desequilibrios. Esas anomalía las congeló parcialmente la Constitución de 1999 en Venezuela, pero no las ramificaciones generadas por el modelo rentista que no canalizó las contribuciones y disciplina fiscal para las posibilidades de bienestar para todos en ese Municipio.

La plataforma de lucha frente a los emporios –financieros, comerciales, mediáticos, conspirativos- se vislumbra si logramos enfocarlos desde una teoría revolucionaria que pueda combinar dialécticamente –como indicó el revolucionario Luis Bayardo Sardi- una lucha de "reforma en la revolución" y de "revolución en la reforma" dado el contexto donde se encuentra ubicado geográficamente este Municipio, donde paradójicamente son los factores de cambio quienes se han visto relegados a una falsa y seudo-categoría societal, excluyente como decir que somos una población no-prioritaria, o lo que dijera un exMinistro Bolivariano (Chacao no huele ni hiede". Debemos corregir esas deformaciones y anomalías que desde el discurso y la acción revolucionaria dañan el proceso bolivariano. Debemos focalizar el espacio vital, darle mejoras al asentamiento humano, no concebirlo como dato estadístico pues se abre a otras valoraciones para darle al espacio otro concepto de medios y fines: el distribuir, conformar, crear, convivir, preservar y desarrollar. Eso es un cambio de paradigma que nos dejó en su legado Hugo Chávez, nuevos conceptos –lamentablemente banalizados por la derecha fascista- una nueva geometría del poder, que debe incidir en un verdadero cambio estructural capaz de alejarnos de los modelos donde opera la relación espacio y generación de capital.

En el modelo civilizatorio europeo, a pesar de los intentos en políticas sociales, de diversos gobiernos y grupos privados, en ciudades como Lisboa, Paris, Madrid, y Berlín se reproduce una relación proporcional entre desarrollo urbanístico y acumulación capitalista. No obstante allí desaparece el ciudadano "de la polis griega" y solo emerge un paisaje de grandes contrastes de belleza, opulencia por un lado y pobreza y miseria por el otro. En Asia, países como Malasia se golpea, desde la supervivencia de sus propias tradiciones y las prácticas culturales no institucionalizadas. El fenómeno de la globalización capitalista y avasallante no produce la reinserción socio-productiva de la masa migratoria cada vez más creciente y depauperada por el neoliberalismo salvaje. Lamentablemente, en esas ciudades europeas publicitadas por el turismo global, paisajes culturales e idílicos de otros tiempos, hoy son zonas convertidas en supermercado de marcas, lujo y pesadilla para los pobres sin trabajo. A las afueras de estas grandes mega-polis europeas, no vemos un paisaje propiamente idílico sino el reflejo de la globalización avasallante y unidimensional. No son favelas ni ranchos claro está, pero albergues con un ciudadano que "ya no es", abrumado por la irracionalidad convertida en "organización" y estrategia del gendarme regional y el pago de los servicios.

Como sostenemos al comienzo de estas líneas, en la circunstancia histórica en que se separa Sucre de Chacao allí el capital distribuyó los espacios, las ventajas y oportunidades. El ciudadano de Chacao cual inmigrante vive su continua amenaza de salir del purgatorio, enfrentado a la volatilidad del desalojo, las penurias de la inseguridad creciente, hoy la guerra económica del capital, la especulación la falta de infraestructura educativa. Tenemos por otra parte, un Estado Socialista que lo ha convertido en una "ciudad laboral satélite", sin trabajo comunitario además de la escasa gestión colaborativa y ausente labor de extensión comunitaria, donde la ausencia de la organización comunal corroe la cohesión de las fuerzas revolucionarias.

En Venezuela, los nostálgicos de la Cuarta República abogan por la descentralización (que no es desconcentración descentralizada) insisten en la transferencia de competencia del poder central al poder regional. Recordemos que ello, en su aplicación a finales de la década de los 80 del siglo XX venezolano, no fue una verdadera revolución en el pensamiento y la acción organizacional. Aplicada la descentralización –como ocurrió en Chacao- se redujo a una mera una trasferencia de recursos económicos, solo se impulsó la visión fragmentaria de algunos partidos políticos (el llamado liderazgo regional) en los 80-90 del siglo XX, que no significó un desarrollo integral, ese bluff terminó en detrimento del costo de la vida, la inflación. Las gobernaciones, Municipios y Alcaldías "pujantes" terminaron reproduciendo asimilando el desastre; el desequilibrio regional; los vicios de narco-corrupción; las deformaciones e inequidades sociales; económicas y culturales del poder central de la Cuarta República.

Hay que idear mecanismos de presión para que el Municipio Chacao ingrese a la nueva geometría del poder, allí podría estar el anunció un nuevo capítulo en la planificación estratégica del Estado Socialista añadiendo: el principio de la perfectibilidad; el nuevo eje-directriz; la re-lectura de la geografía humana y el desarrollo endógeno sustentable. ¿Como controlar desde esta nueva concepción, los males que genera la opulencia material y simbólica? ¿Podemos regular las altas rentas y ganancias especulativas, la cartelización y el monopolio empresarial, dependencia tecnológica, separado de los constructores o más bien depredadores del hábitat y el medio ambiente? Lo que acurre en Chacao también pasa en Las Mercedes.

¿Las Misiones y Grandes Misiones y demás programas sociales podrían modelar una construcción social emergente? no para ser una cristalización de inédito modelo de barbarie que es la civilización urbana, allí se trata de restituir la disolución de las costumbres, los vínculos interhumanos, focalizar a la familia; el trato mutuo en diferentes extractos sociales. En esos complejos habitacionales como cetro-base de Misiones no debe haber la concentración y hacinamiento en las viviendas; la contaminación ambiental; las drogas; las enfermedades modernas como la explotación de la sensualidad y del cuerpo. ¿Se puede hacer de Chacao un importante ensayo de convivencia? Ojalá, como el preludio de una nueva civilización urbana en Latinoamérica y no solamente el emporio como el Municipio más rico de América del Sur.

Estamos en el umbral de una nueva organización comunal producto histórico de la revolución bolivariana que concibe a una ciudad como diría Marx: no como obra de la concentración de la población, de los instrumentos de producción, del capital… pero si para el disfrute de necesidades. Marx, no ve el enfrentamiento de la ciudad y el campo, como lo admiró, de lo que llamó modo de "producción asiático".

Hugo Chávez, dejó como legado lo planteado en términos de la geometría del poder, impactado al estudiar las distintas culturas arcaicas del Amazonas venezolano; el mundo prehispánico; que es semejante al oriente antiguo, pudo percatarse que estas sociedades buscaron mantener los vínculos de solidaridad mística con la naturaleza, su cultura y filosofía, buscó crear y renovar sus lazos interhumanos para hacer de la convivencia comunitaria un nuevo metabolismo de la sociedad y el hábitat ajeno a lo que es hoy Chacao, emporio del comercio la usura y la presión simbólica y material impuesta por las relaciones del Capital dominando el espacio humano.



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Joaquín López Mujica

Filósofo, escritor y diplomático

 j.lopezmujica@laposte.net

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