Los integrantes de la llamada "Plataforma en Defensa de la Constitución", cada vez se parecen más a esa doble cara de Luis Miquilena y el Alto Mando Militar que intento sepultar el proyecto político de Chávez. Con medias verdades, argumentos sofistas y maquillajes exotéricos, tratan de ocultar su rescoldo sombrío de frustraciones, pues hasta las piedras saben que ellos cuando fueron gobierno, nunca alzaron su voz para cuestionar absolutamente nada. Entonces ¿Cómo creerles ahora, a sabiendas que resollan por la herida? ¿O nos creeran tan desmemoriados, creyendo que ignoramos que todos ellos estuvieron enchufados en las altas esferas del gobierno?
¿Qué existen fallas en el proceso bolivariano que deben corregirse, esos lo sabe hasta un kíndergarterino? Ahora bien, ¿Por qué en vez de criticar por criticar, no formulan soluciones viables para mejorar el funcionamiento de nuestras nuevas instituciones nacidas en revolución? ¿O se trata de querer cortarnos con un vaso de cartón recurriendo a la fábula del niño, el viejo y el burro?
Nadie niega que constitucionalmente en Venezuela debe realizarse elecciones para elegir Gobernadores y Alcaldes, pero primero las organizaciones políticas deberán cumplir con el requisito de relegitimarse, tal como está pautado en la Ley Organiza de Procesos Electorales, aprobada el 31 de julio de 2009 por la plenaria de la Asamblea Nacional, luego de la discusión del proyecto de ley presentando por el Consejo Nacional Electoral en mayo del mismo año.
Por último, recordamos a los nuevos socios del fascismo que hace vida en la MUD, que no es primera vez que por intentar pescar en rio revuelto, que muchos aspirantes a gobernar terminaron estrellándose contra la realidad. Por querer pasarse de listo, un sindicalero como Miquilena que ni siquiera aprobó el bachillerato, pensó que podría correrle por el lomo al Comandante Chávez, y a la final sus errores se encargaron de arrumarlo en el basurero de la historia. Total, cada quien es libre en elegir la forma de anularse, y ese pareciera ser el final de los renegados del chavismo.