La conflictividad entre los bandos en pugna, está planteando con carácter de urgencia, a que se adopten medidas extraordinarias. De acuerdo a la tendencia observable, precisamos que la crisis ha venido creciendo como bola de nieve, y por lo tanto se hace indispensable instrumental una salida electoral que evite que se produzca un lamentable terremoto político de pronóstico reservado. Por eso, siempre se ha dicho, y lo confirma nuestra embrollada vivencia histórica: que ante graves crisis, soluciones audaces que permitan que la sociedad retome el cauce normal, pues nadie sensato apostaría a que se tiña de sangre el mapa venezolano.
Hasta los más inexpertos en política, saben que el país está sobrecargado de enorme conflictividad, y por ello se dice que hoy Venezuela está montada sobre un barril de pólvora que amenaza con volver añico la vida institucional de la Republica. De modo, pues, que siendo esta grave crisis como una inmensa olla de presión amenazando con estallar sin previo aviso, cabe preguntarse: ¿Si a estos agentes de la perversa polarización entre la MUD y el PSUV, preferirían perderlo todo por testarudos y ambiciosos, o salvar una parte del todo abriéndole las puertas a una salida consensual que nos ahorre males mayores?
Por lo antes expuesto, y sin que nos quede nada pon dentro, advertimos que debe quedar en claro meridiano que solo mediante una consulta al soberano, será posible calman en cierta medida los ánimos exacerbados, así en el fondo estemos conscientes de que las urnas electorales no serán la panacea definitiva para curar nuestros graves males estructurales que heredamos del pasado y que ahora se agravaron por la soberbia y autosuficiencia de quienes equivocadamente creen que tienen a Dios agarrado por las barbas. Se fijan por qué el General y Presidente de la Republica Francisco Linares Alcántara, cuando veía a sus ministros discutir y no ponerse de acuerdo, el general se preguntaba: "Por qué serán tan brutos los hombres de talento".
¿Será que la glotonería de poder es tal, que a veces hace perder las perspectivas?