¡Des-Colon-izarnos para ver de nuevo lo que hay en este otro lado del océano!. ¡Basta de Colón. Vamos a des-Colon-izarnos! Consignas del Primer Congreso Indígena Nacional.de CONIVE..1989.
La resistencia indígena y la descolonización no es algo que involucre y comprometa sólo a los pueblos y comunidades indígenas. El llamado del camarada-presidente Nicolás Maduro a la des-Colon-ización nos involucra a todos, pero partiendo de la resistencia y la emancipación indígena, que es parte indiscutible de nuestra contemporaneidad histórica en sus vertientes de múltiples sociedades, culturas y civilizaciones. Donde la apertura del abanico no se queda sólo en lo grecorromano y lo judeocristiano. Desbordamos a Occidente incluyendo de hecho y de derecho a otras civilizaciones -empezando por los pueblos originarios- para construir una uni(di)versalidad:de sintonía del microcosmos con el macrocosmos, del planeta consigo mismo y con lo interplanetario. Lo cual sitúa las culturas y civilizaciones en una mayor sincronía con la vida y con todo lo viviente.
La descolonización es un reto para toda la población venezolana en su conjunto: nos implica a todos, indígenas, indo-descendientes, directos e indirectos, afro-americanos, euro-americanos, asiático-americanos y mestizos múltiples, si bien todas las sociedades del planeta son mestizas, con sus particularidades en todos los continentes. La descolonización es el reto de toda la población en su conjunto para preservar y apuntalar las originalidades más irreductibles de este continente, como paso previo y necesario para el rediseño de nuestras identidades específicas en el contexto de la venezolanidad y de lo indoamericano y caribeño en sus múltiples manifestaciones. Desde una unidad político-territorial del país y del continente, sin sacrificar sus múltiples pueblos, culturas y civilizaciones que conforman nuestro ser histórico, cultural y espiritual.
Sin resistencia indígena no hay, visión crítica, des-legitimación y condena de todas las formas de conquista y de las colonizaciones etno-racistas -clasistas y patriarcales, imperiales de ayer y de hoy (ahora imperialistas); de las modalidades de ocupación de territorios ajenos por parte de una potencia extranjera (o trasplantes de población en territorios, sustitutivos de los poblamientos anteriores, ignorando a sus pueblos, culturas y civilizaciones originarias, con sus diversas espiritualidades. Es en parte, lo que el camarada César Rengifo llamó la Anticonquista como postura que debe anteceder -y complementar- a todo Anti-imperialismo.
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Conquista es un control político- militar de un territorio extranjero.
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La anticonquista de César Rengifo no es una "reconquista"(una conquista sobre otra en un círculo vicioso). Se trata de romper con toda conquista así como nuestros libertadores rompieron con los imperios, con lo imperial y con el naciente imperialismo de la doctrina de Monroe de 1823.Pero no estuvieron en condiciones históricas y sociales de superar la conquista interna y el colonialismo interno contra los pueblos indígenas.
-Colonización es la ocupación de un territorio por una fuerza extranjera -o ya por formas de colonialismo interno para hacerlo suyo, desconocer -despojar y expropiar- a sus pobladores legítimos. Se trate de originarios o de descendientes múltiples de esos pueblos originarios, históricamente arraigados: descendientes de indígenas,
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sea por la vía de la sangre y de la cultura o por ambas vías. De lo contrario, los pueblos y culturas que han conformado la totalidad de los venezolanos y de lo nuestro-americano, seremos por siempre los mismos "indios sin alma" del siglo XVI en el siglo XXI.
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Finalmente, la consistencia de nuestra descolonización y liberación definitiva pasa necesariamente por lo que el Comandante Chávez llamó las múltiples fuentes del socialismo del siglo XXI: el bolivarianismo, los indosocialismos y eco-socialismos, el marxismo crítico, las teologías de la liberación, los afro-americanismos, los feminismos, las filosofías de la liberación incluyendo las filosofías indias del buen vivir, extendidas a las microsociedades caribes, arahuacas y de lenguas independientes; las pedagogías de la liberación, pasando por la necesaria unidad cívico-militar. Al margen de este abanico de inclusión en la complejidad del mundo actual no habrá descolonización de fondo, revolución cultural y educativa, como complemento indispensable de la revolución política, económica y social.