La obsesión anti-madurista de este plumario que sufre de la enfermedad infantil del comunismo, cuando desfasado toca los extremo pretendiendo ser más papista que el Papa, casi que se confunde con cualquier vocero del fascismo que hace vida en la MUD. Y decimos que es grotesco su enfermizo odio a Maduro, porque ahora echa por la borda esas leyes dialécticas que explican porque las realidades cambiantes y porque no se puede concebir metafísicamente la evolución de la historia.
El llamado a una Constituyente Originaria no significa que el chavismo haya "capitulado" a sus postulados esenciales, pues una nueva sociedad no se construye trasplantando mecánicamente viejos cartabones, reñidos con la dialéctica y ajenos a cualquier visión de futuro. En ningún momento se está llamando al pueblo soberano y plenipotenciarios para que se suicide en primavera, para que involucione y se rinda ante los pies de la vieja cultura política puntofijista. En fin, de lo que se trata es de readaptarse a los nuevos tiempos para no nadar contra la realidad concreta. Por ejemplo, si en China Popular no se hubiese puesto en práctica nuevos esquemas que remozaran la "revolución cultural de Mao, ¿hoy esa potencia no estaría disputándose el primer lugar en la economía mundial? Tampoco podría decirse que en Rusia sus líderes capitularon porque no se aferraron dogmáticamente al pasado, sino que prefirieron redimensionar el concepto de "dictadura del proletariado que Lenin propuso tras derrocar el régimen zarista en octubre de 1917. ¿O es que acaso la historia de los pueblos se mueve en forma rectilínea, como si se tratara de un monorriel?
Por cierto, ahora encontramos razones para entender porque no se equivocó quien dijo que cuando alguien camina con la mirada fija en la izquierda, mirando siempre a la izquierda, tarde o temprano termina en la derecha. ¿Sera por eso que ahora Nicmer Evans este aspirando la Secretaria de la MUD? Por algo dicen que Dios los crías y ellos se juntan. ¿O no?
