En debates sostenidos con las bases activas en política, bases estas algunas afectas al madurismo, algunas otras afectas a la mud, pero también en gran mayoría las bases ya despiertas y despolarizadas las que ahora conforman una notable mayoría en la población votante, es agradable notar que entre muy pocas veces como está ahora, se ha logrado un consenso u opinión igualitaria con respecto al tema de la asamblea nacional constituyente, iniciativa del presidente Nicolás Maduro al país, aunque carente hasta ahora por lo dicho, de sistemas claros que brinden la participación plena del pueblo en este proceso tan vital para la república, a lo que, persuadido por estas opiniones en este artículo emitiré dos puntos de reflexión tomados de estos debates, y con la intención de enriquecer el debate nacional sobre el tema de la constituyente, los cuales son los siguientes:
1.Todas las opiniones recogidas demuestran, que hasta ahora nuestra república ha contado con una constitución completa, que garantiza hasta el más mínimo derecho esencial, como también promueve profundamente la organización y participación popular, tal es que se ha ganado un reconocimiento mundial como una de las constituciones más perfecta, moderna e innovadora del mundo, orgullo que siente nuestra patria al referirse a este gran regalo dejado por Hugo Chávez y ganado por el pueblo a costa de muchas luchas y sacrificios; esto desvirtúa que la iniciativa a constituyente por motivos de constitucionalizar los claps y las misiones sea innecesario porque nuestra actual constitución prevé y garantiza estos derechos.
2. Estas opiniones también acentúan que nuestra patria cuenta ya con las leyes necesarias para seguir construyendo en el país la paz, la convivencia, el reencuentro, la tolerancia y el respeto mutuo, sin llamar a sacrificar nuestra constitución como regalo de Chávez, solo se hace vitalmente necesario hacer un vuelco profundo al sistema de modo que las leyes ya existentes se apliquen de manera intensiva y justa, para así lograr cumplir y hacer cumplir los planes ya existentes de desarrollo y prosperidad dejados como legado, entre esos planes está el plan de la patria y el golpe de timón, que solo nos impulsa a aplicar y cumplir profundamente nuestra completa y moderna constitución así como las leyes ya existentes como salida de estas dificultades nacionales.
Todo lo antes descrito solo nos da el consenso popular de que nuestra constitución por ahora no merece ser sacrificada ni modificada, y reenrumbar todos esos esfuerzos políticos hacia la búsqueda inmediata de un espacio de encuentro y verdadero dialogo, que le oferte al país un gran acuerdo democrático electoral donde pueda manifestar su opinión y pensamientos, dando como resultado avanzar en el primer paso fundamental a la salida a la crisis económica, moral y democrática electoral que afecta a esta república.