Están caídos de una mata quienes estén creyendo que el gobierno está a punto de zozobrar, y que en cuestión de semanas el legado de Chávez naufragara en medio de una tempestad artificial que provocaron los laboratorios del fascismo que se emperran en ver con desprecio al poder popular. Y porque conocemos los alcances de la alianza cívico-militar y su proyección en el tiempo y el espacio histórico, decimos que para que este gobierno se caiga, tendrá que producirse un terremoto político de insospechables dimensiones, y que solo podría concretarse el año de la pera. O sea, podemos afirmar que será más fácil matar un burro a pellizco, que sacar de circulación el sentimiento de redención social que nuestro Comandante Eterno sembró en el corazón de los venezolanos, pues cada vez son más sólidos los pilares que sostienen este proyecto que surgió para escribir todas las páginas de la historia del promisor siglo XXI.
Pero del mismo modo que reconocemos la fortaleza de este nuevo sistema republicano, también es pertinente señalar que ha sido un gravísimo error que las fuerzas públicas se apeguen de manera dogmática a los fulanos derechos humanos, pues los mencionados derechos universales en ningún momento se concibieron para proteger a los terroristas, esos apátridas que intentan incendiar el país para enlutar a millares de hogares sin que medie una pizca de piedad. Y porque nadie quiere seguir calándose esta arremetida brutal de la ultraderecha cipaya, entonces vamos a organizarnos para que Rondón salga a pelear, porque bueno es cilantro pero no tanto.
Entre tanto, calma y cordura mientras los muertos entierren a sus muertos, total que importa que los cobardes y renegados se lancen al agua por andar creyendo que se hunde la revolución bolivariana. Como diría Chávez. ¡Verdad que parecen bobos!
Y por último le informamos a Maduro y Cabello que deben estar ojo avizor, que no se dejen engañar por algunos fariseos que se disfrazaron de chavista para andar haciendo negocios sucios y que son los mismos que el 11 de abril se cagaron los pantalones y le abrieron las piernas al carmonaso.
Con razón mucho de los que fundamos el chavismo estamos molesto. O será cierto que nadie sabe para quién trabaja.