Siento que el diputado y jefe de Acción democrática desde el siglo pasado, debe estar hoy con permanentes pesadillas, insomnios y depresiones. Aquello, que mostró como un fuerte motor en su momento que estaba como presidente de la Asamblea Nacional, no debe estarle funcionando bien, porque ahí la ley de causalidad impera. Angustia, pesadillas, depresiones y mucha ansiedad, definitivamente tiene sus consecuencias en el alma y en ese motor, que una vez mostró señalando con el dedo. ¿Se acuerdan?
Las consultas psiquiátricas se abarrotan porque esas relaciones se expresan. Esa conversación de Diana D´Agostino con su papá echándole peste a parte de la MUD es otra evidencia empírica de este complejo asunto que debe estar viviendo o sufriendo Ramos Allup. No la tiene fácil Diana
Hay datos sólidos empíricamente que permiten deducir la noches en blanco, los niveles de ansiedad y depresión que hoy debe estar pasando Ramos Allup. Luis Almagro fue el único funcionario de los EEUU que pudo recibirlo en un saloncito. Pudo ver a Luis Almagro desde una salita de la OEA en televisor.
Ramos Allup nunca pudo verse un ratico para una foto con George Walker Bush. EEUU efectivamente no lo quiere desde hace largo tiempo. Pero lo que ahora debe estar consumiendo la existencia de Ramos Allup, es que frente a estas y otras referencias, es Julio Borges, quien seguramente se propuso agararlo en la bajadita.
Aunque Ramos Allup prometió salir de Maduro en seis meses, jamás fue recibido por ningún alto funcionario del gobierno de los EEUU. Lo recibió en una salida el más bajo y más arrastrado. No pasó de la estación de Luis Almagro.
Julio Borges en cambio, se ha reunido con altos funcionarios de los EEUU. Lo llaman, lo procuran y le fijan tareas, cosas que no fue muy evidente con Ramos Allup.
Comprendo las angustias, sus insomnios o noches pelándose con la almohada y en la habitación de huéspedes. Veo a Diana diciendo que hago con cigarro y sin fósforos. Ramos Allup necesita mucha comprensión.
Veo a Ramos Allup en ese cuarto de huéspedes de su mansión con insomnio y preguntándose: ¿Y ahora que co... hago? ¿Será que Borges me agarró en la bajadita?