Quiero dedicar estas líneas para rendirles un sincero, especial y bonito homenaje a las madres venezolanas, a esas grandiosas mujeres que nos regalan vida y amor todos los días del año, quienes con sus virtudes, su paciencia, experiencia y dedicación logran sacar adelante a sus hijos, en cualquier circunstancia.
Son guerreras, luchadoras, heroínas, gerentes, formadoras de valores y principios, sin duda la base fundamental de nuestras familias y un pilar primordial de la sociedad. Ellas lo dan todo y nosotros les debemos todo.
Ese rol tan importante -al igual que todas sus capacidades- se les ha ido reconociendo en el país con distintas acciones, leyes, planes, misiones y proyectos que garantizan su inclusión y participación en distintos escenarios y niveles, además del respeto y disfrute pleno de sus derechos. Hoy quiero celebrar que el presidente Nicolás Maduro las valoró una vez más proponiendo que el 50% de los asambleístas que conformarán la Asamblea Nacional Constituyente sean mujeres. Nadie mejor que ellas para impulsar el futuro que necesitamos y estamos esperando.
En Venezuela, actualmente el Día de la Madre se festeja todos los segundos domingos de mayo. Sin embargo, fue el 24 de mayo de 1921, en Valencia, estado Carabobo, cuando se celebró por primera vez el llamado "Día de las Tres Madres" en honor a las madres, a la Virgen y a la patria. En estos momentos quiero referirme a esta última para pedirles de corazón que la honremos, respetemos, queramos y defendamos con todo. Nos necesita firmes, leales y unidos.
Es necesario que luchemos con convicción, con fuerza, para lograr la unión de nuestros hermanos venezolanos. Debemos ponerle fin al odio y la violencia de inmediato por nuestras madres, por nuestros hijos y por nuestra patria Venezuela. La historia nos ha demostrado innumerables veces lo fuertes que podemos ser juntos y así debemos permanecer. Si realmente queremos alcanzar el bienestar y la felicidad de nuestro pueblo tenemos que demostrarlo con trabajo, diálogo, disposición y entendimiento. Sumemos y no restemos. Aportemos nuestras ideas en todas esas mesas que se están instalando para debatir sobre la Constituyente. Seamos y actuemos en positivo. Hay mucho por hacer y podemos lograrlo.
Apostemos todo a nuestras mujeres, a su fuerza, a su valor, al fortalecimiento de la paz, al amor que ellas nos brindan cada día y estaremos cada vez más cerca de alcanzar la vida, la patria, el país que todos soñamos. Un fuerte abrazo y todo mi cariño a las madres venezolanas.