A propósito de un debate imposible
Uno se pregunta qué fue lo que le hizo el chavismo al plumario Javier Santana, quien no pierde ocasión sino que las busca para derramar su resina de odio contra la revolución social. Que sea la Fiscal General de la Republica que se niegue a participar en el debate constituyentista, eso sí es noticia y hasta podría causar piquiña. Pero por el contrario, que sea un amargado del montón que busca relumbrón para alimentar su ego, no tiene mayor trascendencia.
Para conocer la esencia del Poder Constituyente Originario, no basta con leerse y repetir como loro esos tres artículos referidos al tema del Poder Constituyente, sea esta de carácter originario o derivada (347-348-y349 Constitución Bolivariana de Venezuela, 1999). Quizás por supina ignorancia de las ciencias jurídica, este "docente" califica a la ligera de "exabrupto jurídico "a la convocatoria hecha por el Jefe de Estado para actualizar la Carta Magna a los nuevos tiempos, y decimos remozar porque lo que ayer tenía plena vigencia, transcurrido el tiempo también pierde eficacia. ¿O es que la sociedad y sus instituciones son inmutables y rígidas como una momia egipcia? Por ello, recomendamos leerse las diversas teorías que existen en materia de la aplicación de la norma en el tiempo y el espacio.
Y porque no por mucho madrugar, amanece más temprano, consideramos que es un acto de piratería que ofende la inteligencia humana, adelantarse a los acontecimientos y emitir juicios a priores sobre el contenido y los posibles alcances que pudiera proponer el constituyentista que todavía no hemos elegido, y cuya rostro solo podremos conocer cuando el CNE anuncie el cronograma, para que el pueblo soberano elija a quienes se encargaran de debatir ese hipotético proyecto que permita remozar el texto constitucional a las nuevas exigencias históricas. De ahí, que mientras no nazca la criatura no es de personas responsables ponerse a conjeturar si será buena o mala la gestión de esos posibles constituyentista, a quienes ni siquiera les conocemos el rostro. O es que ahora también son epitomizo los que se desparraman augurando fatalidad como pájaros de mal agüero. De tal forma que no es aconsejable adelantarse a los acontecimientos, y mucho menos juzgar a priori lo que podría resultar de ese debate entre posibles constituyentistas, aun a la espera de su elección por el voto directo, secreto y universal de quienes queremos progreso, libertad y paz.
Ojo: Esto fue lo que pudimos obtener de esa conversación imaginaria, entre un político exitoso y un frustrado que no encuentra como superar su fracaso.
