Se les puso bien fea la situación a los pichones de halcones del sionismo internacional. Cierto es que los países árabes, en su gran mayoría gobernado por cobardes mandatarios, no aprovecharon la oportunidad que les brindó la resistencia de Hezbolá. Pero ya comienzan a aparecer algunas voces como las de Qatar, que ha considerado que Hezbolá ganó la guerra política en Líbano y que no puede ser desarmado como pretende Israle y los EE UU. Además está claro que esta es una guerra de ocupación, porque Israel decidió invadir el sur del Líbano y ocuparlo hasta el río Litani para apoderarse de sus fuentes de agua. Hoy Hezbolá se ha erigido en el artífice de la resistencia a la ocupación, con una popularidad que va mucho más allá de las fronteras de Líbano.
En Israel ya existe una crisis política que puede dar paso a unas decisiones terribles en el campo de la guerra, porque si el gobierno cae le sucederá una línea más dura y asesina. Eso lo sabe Hezbolá y para ello se está preparando. El triunfo de Hezbolá también ha provocado un temblor político en Washington porque por primera vez Bush admite que en Irak las cosas no van como él quería, aunque mientras él gobierno no se retirará de allí.
Otro gran triunfador de esa guerra ha sido el Presidente Chávez, quien es tan querido en los países como los más aguerridos luchadores de Hezbolá. Ante silencio global frente al genocidio que Israel provoca en el Líbano, Chávez fue el único mandatario en el mundo que levantó su voz. ¿Es que acaso el mundo puede volverse tan cobarde, tan servil, sordo y miserable frente a los horribles crímenes de Israel, convertido en punta de lanza mercenaria de los Estados Unidos para incendiar la Tierra? ¿Para qué los pueblos eligen a sus mandatarios en el mundo, para que callen por cobardía, para hacerse cómplices de ese pertinaz descuartizamiento de niños y civiles en el Líbano? ¿Es que se va a permanecer callado hasta que el incendio toque a nuestras propias puertas y ya no se pueda hacer nada? ¿Es esa la clase de democracia que los marines quieren imponer por el mundo, con esos asesinos que utilizan fósforo y bombas racimo sobre áreas pobladas? Pero el Estado genocida de Israel dice que es legal según Derecho Internacional que imponen los Estados Unidos.
Al parecer el Estado de Israel se regodea, se complace en aplicar las más monstruosas y aberrantes técnicas de los nazis, y hace esfuerzos inauditos para emular a Hitler en sus acciones criminales de guerra.
Pero al fin, una voz y una firme determinación le dan una bofetada a esa arrogancia bestial y sádica de los monstruos del Medio Oriente. El señor Presidente Hugo Chávez es esa voz única de dignidad, de coraje, de solidaridad en ese mar indolente del planeta, que se levanta en defensa de los oprimidos y de los masacrados civiles que en el Líbano recibieron ese baño de sangre y de fuego en sus casas.
Gracias, Presidente Chávez por su acto humanitario frente a la abulia y a la criminal indiferencia de tantos mandatarios en el mundo. Usted ha comprendido que esa guerra nos toca a todos y que no está lejana del corazón ni de la seguridad política, de la soberanía de nuestros pueblos. Que es una guerra que apunta hacia el Tercer Mundo. Es una guerra de dominio global. Una guerra apocalíptica cuyas llamas dentro de poco podrán estar tocando en nuestra América Latina. Una guerra por el control total de Medio Oriente, con un fuerte olor a petróleo, y con la decidida intención de aterrorizar primero al mundo, para después pasar a la fase del dominio de todos los recursos que la tierra posee, para sostener el modelo bestial del capitalismo euro-americano. Esta es una guerra con una clara intención de controlar al mundo en momentos cuando se está produciendo un despertar de los pueblos oprimidos frente al imperio, y es usted Presidente Chávez el líder de este despertar y de esta bandera de lucha y de dignidad frente al imperio homicida de Estados Unidos y su mayor perro de presa: el Estado de Israel.
Ya su gesto, señor Presidente, es la mayor clarinada de alerta en el globo sobre el horror que se avecina para todos. La historia, los pueblos del mundo se lo agradecen. Cuente usted, Presidente con los pueblos que hoy siguen paso a paso su decidida y frontal lucha por justicia, por dignidad y respeto para todos los pueblos.