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Aquí hay gato encerrado
La Fiscal General de la República Luisas Ortega Díaz se desboronó. Dio una rueda de prensa bajo un estado de nervios que la hizo lucir insegura. Veía para los lados, como buscando apoyo de alguien. Lució torpe e inconexa en varias oportunidades. Alguna persona, tal vez algún periodista la hizo revelar el nombre de la institución a la que pertenecería quien disparó la bomba lacrimógena que dio muerte al joven Pernalete. Se dejó presionar. No tenía que acusar a la Guardia Nacional Bolivariana, ya que todavía está en curso la investigación. Pero ella tenía que echarle basura no sólo a la Guardia Nacional, sino al gobierno de Nicolás Maduro. Pregunto: ¿Por qué actuó así la Fiscal? ¿A quién le teme? Siendo su cargo tan importante, ¿por qué en su presentación se parcializa hacia un sector? ¿A qué obedeció su falta de dominio? Es raro, muy raro, ver a la Fiscal así. Ella nos tenía acostumbrados a ver a una mujer bien equilibrada. Sobria en su lenguaje y recta, muy recta, en lo que se refiere a la aplicación de la justicia.
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¿Con Dios o con el diablo?
Nadie puede estar con Dios y con el diablo, a la vez. La Fiscal está marcando una ruta. Alguien me soplo que desde hace algún tiempo viene mostrando una ruta distinta a la que nos tenía acostumbrados. Algo pasó que la hizo desviar. Resulta que la Policía Bolivariana y la Guardia Nacional Bolivariana, organismos que tienen que arriesgar sus vidas ante las acciones de estos grupos fascistas y desquiciados, son los culpables de las acciones destructivas y criminales de estos sujetos. Dicho de otra manera: los angelitos nada tienen que ver con esa vaina que le están echando al país. Es culpa de los bichos del gobierno chavista. De pronto el joven que golpearon, apuñalaron seis veces, y luego lo rociaron de gasolina y le prendieron fuego, con la intención de quemarlo vivo, y quitarle, la vida, pues, es obra del gobierno, a través de sus "colectivos armados". No es de extrañar que esa sea la conclusión de la investigación que está en curso. Fiscal, ni calvo ni con dos pelucas.
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No olvide que usted es cómplice
¿A qué está jugando usted? ¿Quién la tiene presionada? ¿Qué la ha hecho guardar una compostura rara, ante los medios de comunicación? ¿Por qué se fue rapidito, toda nerviosa, del escenario donde no hizo sino culpar al gobierno de todo? Le voy a decir lo siguiente, señora Fiscal, con todo el respeto que se merece: Usted tiene un bojote de años al frente de esa importante institución. Mejor, dicho Fiscal, usted ha sido "cómplice" de los aciertos y desaciertos de Hugo Chávez Frías y de Nicolás Maduro. De "las barbaridades" que han hecho a nuestro pueblo. Lo ha sido porque ha estado chupando del gobierno, y, ahora, por obra y gracias del Espíritu Santo, usted se ablanda… Como si nada. Esa gente, Fiscal, no perdona. Tal vez, ahora le aplaudan sus actos, pero no la perdonarán. Es sólo una advertencia, señora Fiscal. Fíjese lo que pasa en Miami con quienes estuvieron enchufados varios años, se robaron una Boloña de real, y se escaparon hacia Miami. El paraíso de los ladrones y de los traidores. Pero en esa ciudad los tienen chequeaditos y apuntaditos. Los tienen en la mira, pues. O sea, no los dejan moverse y les están sacando todo real que puedan. So pena de mandarlos bien largo al carajo. O sea, Fiscal, no sé qué me le hicieron…Por Dios, Fiscal, no hay razón…
Puerto Ordaz, 24 de mayo de 2017.
