Nuestro país es escenario global, epicentro decisorio del combate contra el Occidente neoliberal. Sostenemos: aquí no habrá intervención gringa, los gobiernos apátridas, santuarios del paramilitarismo, seguirán siendo los testaferros de un imperio moribundo, ellos son la deshonra y la traición al legado de Bolívar y Chávez que un día los liberó.
El Estado burgués y el miquelenismo que aún tenemos tendrá su sepultura en la Asamblea Nacional Constituyente. Se ha insistido en la caracterización de la derecha psicótica del país, y de la guerra simbolico-mediatica que acontece. Su cotidianidad política ha quedado reducida a los llamados de ese "continente invisible" de "servidumbre voluntaria" llamado redes sociales.
Las mal llamadas "guarimbas" son espacios del psicoterrorismo, dispositivos de violencia extrema que intenta prolongar el expectro fantasmal, minar el imaginario del venezolano y de la desaparecida "clase media" y su "sueño americano". Vienen de una "burbuja" son fruto de la interiorización de un modelo rentista, del "vivismo criollo", la burocracia clientelar, el "arte de la adulancia", la "retórica" como discurso (entendiendo este como la caracterización aristotélica del arte de la mentira). La derecha fascista, siembra su propio debacle, en el exterior ya somos rechazados por esta impronta neurótico-fascista. Hoy es inevitable y su estrategia –si se puede llamar asi- experimenta una desintegración verdaderamente desencadenante. Una jauría demente, con sociólogos, políticos, actrices y locutores experimenta su "desconstrucción" como accionar político-simbólico en el sentido de Jacques Derrida. Con Mircea Elíade, diríamos viajan al caos pre-formal: violencia, neurosis en espacio público, putrefacción, síndrome de linchamiento, descomposición "orgiástica", gusto por lo excremental, piromanía y otras patologías. Un laboratorio escribe "noticias falsas" de lista de medicamentos, direcciones de amigos y familiares de izquierda y otros escenarios, una maquinaria para hacer sufrir ¿es de alguna utilidad? Un pueblo resiliente jamás será vencido.