Señor Julio Borges

Lo de señor no es más que una norma de cortesía dado que mi madre me enseñó que "lo cortés no quita lo valiente". Por mi parte usted merece otro tratamiento que no se lo endilgo por respeto a su progenitora. De seguro que ella no deseaba que su heredero se comportara tal como Ud. lo hace. También se me ocurre otro calificativo, pero no se lo endoso por consideración a las damas que venden su cuerpo, ningún vientre merece gestar a un ser tan indigno como Ud. Por esta misma vía le pronostico a su familia buenos deseos, excelentes augurios y una vida en paz, no la que usted le está procurando a miles de venezolanos en diversas ciudades del país. Es decir, una existencia de terror y de angustias.

Me sorprende cuando lo veo por la tv, en representación de los venezolanos, como si Ud. encarnara la venezolanidad personificando nuestro gentilicio. De seguro que su venezolanidad es un accidente geográfico muy lejos de la genética o del sentimiento originario de nuestro pueblos ancestrales.

No creo que su venezolanidad vaya más lejos de su partida de nacimiento. Estoy seguro que si le preguntaran el nombre de cinco héroes de nuestra independencia se quedaría en Simón Bolívar y Antonio José de Sucre. Tengo la certeza que Ud. desconoce la existencia de Rafael Urdaneta, Arismendi, Ambrosio Plaza, Bermúdez, Jacinto Lara, Mariño, Antonio Nicolás Briceño…entre otros. Su venezolanidad no va más allá como para seleccionar cuatro batallas libradas por nuestro ejército libertador. No solo debería nombrar la batalla de Carabobo, debería recodar la batalla de Mucuritas, de Pantano de Vargas, de las Queseras del Medio, de la Puerta, San Mateo, Bárbula, la Puerta, los Horcones, Araure, la Victoria, entre más de 80 que libraron nuestros próceres para dejarnos una patria soberana y libre del imperio español. Se me ocurre que si usted en su venezolanidad conoce de otra música representativa de nuestro gentilicio que no sea solo el joropo. Acaso sabe Ud. de la existencia de otras como el pajarillo, la fulía, el pasillo andino, el joropo tramado, la contradanza zuliana, el galerón margariteño, la periquera, la quirpa, la chipola, el seis por derecho, la marisela, el zumba que zumba entre tantas. Señor Borges, su venezolanidad es muy limitada y por eso desconfío que sea Ud. quien la represente. Se ha comido alguna vez un pisillo de chigüire, una fritura de lau lau, un pastel de plátano, un pastel de chucho, un loro guisado, una torta burrera, la torta bejarano, una cuca, una naiboa, un merey pasao, un pelao de gallina, un asado negro, y un pabellón veguero de seguro que ni lo ha probado, al igual que el pisillo de bagre. No solo dudo de su venezolanidad por desconocer lo anterior, si le pregunto por Burbusay, Chejendé, Cuicas, Pampán, Pampanito, Flor de Patria, Chaguaramal, el Mantecal, Bailadores, Ospino, Pueblo Nuevo, Chiguará, El Maco, Manzanillo, Queniquea, San Juan de las Galdonas, Lobatera, Calabozo, San José de Buja, Campoma, Pedernales, Curiapo…titubeará, dado que desconoce, presumo, que los nombres anteriores pertenecen a diversos pueblos de la geografía venezolana, que de seguro usted ni lo imaginaba. Señor diputado, en este escrito le debo recordar que la instalación de la sesión inaugural del primer Supremo Congreso Constituyente de la provincia de Venezuela fue el 12 de marzo de 1811.

En verdad, tengo razón de dudar de su venezolanidad, porque tan solo una persona ajena a Venezuela es capaz de propiciar los actos vandálicos recientes, con todas las características de acciones terroristas que están enlutando a numerosas familias venezolanas. Me da la impresión que Ud. en su temperamento y en el de sus acólitos llevan los genes de Antoñanzas, de Rosete y de Zuazola aquellos realistas criminales que se solazaban, durante las torturas, con la sangre derramada por aquellos patriotas y por los vecinos que de manera impasible se presentaban ante la las armas de sus verdugos. Me remonto al 1812, una época cuando la vida de los venezolanos estaba en manos de unos verdaderos asesinos. No sé por qué razón señor Borges, pero a usted lo asocio con Nepomuceno Quero, un venezolano al servicio de España, mejor dicho de Boves. Es Ud. corresponsable de las acciones terrorista, del vandalismo, de los saqueos, de las torturas, de la violación de los derechos humanos, de los secuestros, de los asesinatos, de las hogueras humanas, de los linchamientos, de los sicariatos, de la destrucción de las propiedades oficiales y privadas y de todos los desmanes que asolan a ciertas ciudades del país. Ud. junto con otros despreciables propició la agenda terrorista, caldeando lo ánimos de sus seguidores mediante el exacerbación de los instintos maléficos de ciertos individuos. Su ansiedad y su codicia deben alimentarse con la sangre del prójimo.

Durante la época de Boves, 1812, se emanó una ordenanza denominada "Decreto Penal para castigar la de deserción" refrendado los doctores Francisco Espejo, Francisco Javier Ustáriz y otros, en cuyo artículo 9 se explicaba el derecho penal contra los traidores y que reza así: "Los delitos que el gobierno se propone castigar de este modo riguroso y terrible son, primero: los de aquellas personas que tratan de formar partido contra nuestro sistema, con obras, atacándonos directamente o prestando auxilio a nuestros enemigos, o con palabras, seduciendo las gentes incautas para que se reúnan contra nosotros o se pasen al enemigo, o lo reciban con gusto en el caso que se presente. Los que incurran en este crimen serán pasados por las armas". Eran tiempos de la guerra de independencia, al igual que el de ahora. Si Ud. señor Borges hubiese vivido en aquella época ya habría presagiado su destino. Tiene suerte de la magnanimidad que arropa a los dirigentes de la Revolución Bolivariana.

Sr. Borges, no soy juez para juzgar sus aciagas actuaciones, pero la constitución me da el derecho de expresar mis pensamientos y más aún, formular mi opinión sobre su desempeño como diputado. Por esto yo lo acuso de:

Traidor, porque lo he visto en escenarios internacionales retratado con los enemigos de nuestro país, como lo son Luis Almugre así mismo, con el general H.R McMaster quien preside el Consejo de Seguridad del presidente Trump preparando entre los tres la estrategia interventora contra Venezuela.

Mentiroso compulsivo, porque lo he percibido frente a las cámaras negando su participación en golpe de estado contra mi comandante Chávez en el 2002. Ud. parece no recodar el pronunciamiento público que hizo solicitando la renuncia de todos los funcionarios que presidían diversos poderes públicos. También lo observé por la TV y lo leía en el periódico, todos los lunes, en su rueda de prensa despotricando de la misión maqueta, negando las casas y los apartamentos construidos por la GMV por el gobierno de Hugo y por el del presidente MM. Sr. Borges Ud. es un mendaz contumaz y como buen traidor, miente con algún fin personal o por codicia (solo Ud. lo sabe). Recién se presentó ante el congreso de la UE y expresó que millones de venezolanos manifiestan en las diversas ciudades del país. Ud. sabe muy bien que sus convocatorias no llegan ni cinco mil personas, mucho menos a las cifras multitudinarias que Ud. refiere. De la misma forma, denunció en esa reunión, engañando a los eurodiputados, que el presidente MM es responsable de más de 60 muertes acaecidas en las manifestaciones. Sr. Borges, Ud. es un desvergonzado, esa acusación es una malintencionada falacia, es sabido por todos los venezolanos que la mayoría de las víctimas son consecuencia de la violencia propiciada por la oposición derechista.

Fascista, porque con sus actuaciones terroríficas intenta alcanzar el poder por la vía violenta basada en la exaltación de los sentimientos irracionales, convirtiendo mentiras en verdades, justificando la intolerancia y el fanatismo. Intenta sacarle provecho al miedo y al odio creado por Ud. debido a las frustración de sus conmilitones causada por las perpetuas derrotas, en su afán de abatir la Revolución Bolivariana. Sr. Borges Ud. utiliza discurso hostil para agredir a los seguidores del presidente MM, instando a los opositores para que acometan de manera despiadada contra los chavista ocasionando muertos y heridos. Sr. Borges, su arma no es el diálogo, su arma para conquistar el poder es la violencia en todas su categorías (violencia terrorista, saqueos, linchamiento, lenguaje hostil, el odio, el miedo, la guerra económica, la guerra financiera, atentado contra la propiedad, la mentira mediática…).

Corrupto, ya que su partido se fundó con dinero mal habido, proveniente de las arcas de PDVSA suministrada de manera ilegal por la madre del Leopoldo López.

Pantalllero y bocón, algo que heredó de aquel programa nefasto y chabacano de la tv, "Justicia para todos", una manera que se le ocurrió a RCTV para promocionarlo.

Para cerrar señor Borges, le recuerdo que el petróleo es de todos los venezolanos, Ud. no puede andar por los países del norte negociando lo que no le pertenece. Tengo la certeza que ni a Ud. ni a sus acólitos le importa un bledo los muertos consecuencia de su llamado a la violencia. Señor Borges, como no soy creyente no creo en la justicia divina y a veces dudo de la terrenal, pero anhelo que vegete bastante y que sea la propia vida la que le cobre sus arbitrariedades y sus canalladas. Lee que algo queda



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Enoc Sánchez


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