El colmo de la desfachatez se manifestó en un insolente comunicado de prensa del Ministerio Público, en el cual se cita en calidad de imputado a Benavides Torres, excomandante general de la Guardia Nacional. Sin prueba alguna que lo comprometa, se pretende enjuiciar a un exitoso profesional de nuestras FANB, por la presunta violación de los derechos humanos, acusación ridícula que por los demás nos parece una vulgaridad. Por esta y otras razones, decimos que se trata de una aberración más de quienes se empeñan en desarticular la debida cooperación que debe existir entre los órganos del Poder Público para los fines del Estado.
Y porque el mono nunca se ve el rabo, también la nota de prensa del MP, hipócritamente pretende dar lecciones de moralidad cuando repite como loro "que es un deber de las instituciones velar por el debido resguardo de los derechos humanos". ¿Acaso no violan estos derechos fundamentales cuando opositores fascistas impiden el derecho de las personas al libre tránsito, y que los llamados trancazos sea caldo de cultivo para que el hampa común haga su agosto interrumpiendo la cotidianidad de los ciudadanos, incluso perjudicando a sus propios seguidores que cada vez son menos?
Y como deseos no empreñan, ni mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista, este martes 4 de julio, la Fiscal General deberá comparecer ante el TSJ a una audiencia oral y pública, de conformidad con lo previsto en los artículos 117 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia y 374 del Decreto de Rango, Valor y Fuerza de Ley del Código Procesal Penal. Se fijan que a cada cochino le llega su sábado, y el que a hierro mata no puede esperar morir a sombrerazos.
Una última recomendación. A los escuálidos aconsejamos que vayan comprando sus alpargatas, porque después del 30 de julio lo que viene es joropo. O no es verdura el apio.
