A propósito de los lamentables acontecimientos que se han generado en Venezuela desde el inicio del gobierno revolucionario presidido por el Comandante Chávez en 1999, hasta los casi cinco años de gobierno de Nicolás Maduro, en la continuación de la gesta revolucionaria Bolivariana, es necesario reflexionar en cuanto a los procesos históricos surgidos en el seno de la sociedad venezolana, latinoamericana y mundial, desde la aparición de la "División del Trabajo" como origen del surgimiento de las clases sociales, que son radicalmente opuestas e irreconciliables, como lo expresa Carlos Marx en el "Manifiesto del Partido Comunista" : "La historia de todas las sociedades hasta nuestros días es la historia de las luchas de clases", y es precisamente por lo que los pobres del mundo hemos vivido en permanente resistencia ante la inclemencia de una clase social que se ha endosado una superioridad social sin otorgamiento legal o al menos natural, que se ha empecinado obstinadamente en ROBAR, mediante la expoliación, el saqueo, la explotación y el genocidio; las riquezas naturales, materiales, sociales, intelectuales y hasta espirituales, que le pertenecen a todo el pueblo, por ley natural, lo que les ha permitido ser los vencedores en esta permanente guerra que nos han impuesto como norma fundamental para la existencia del capitalismo, donde a pesar de que no han sido los vencedores absolutos, nos han aventajado por sus tácticas macabras, que han urdido desde los laboratorios de manipulación, con los cuales logran ejercer la dominación, la opresión y la explotación del hombre por el hombre, y de esa manera acrecentar sus riquezas extraídas, robadas al pueblo y plagando de penurias sociales al pueblo que resiste con la inmensa esperanza por lograr la libertad.
De estos señalamiento descritos, como sucesos propios de la Guerra de los Ricos o guerra burguesa, es que se generan las ideas proyectadas para la realización de las más nobles conquistas reivindicativas y sociales, logradas con sangre y sacrificios infinitos de los pueblos del planeta Tierra, donde pueden observarse los más heroicos sucesos de las clases explotadas y oprimidas, cuyas luchas se han transformado en importantes victorias que lograron cambiar el curso social de la humanidad entre estos podemos señalar los acontecimientos de Chicago de mayo de 1886, (entre muchos otros acontecimientos que trataremos de recordar en posteriores entregas), donde la clase obrera logra la relevante victoria reivindicativa para los trabajadores del mundo, conquistando la reducción de la jornada de trabajo de 18 horas diarias, para ese entonces, a 12 horas, costándole la vida, la libertad y la persecución a muchos trabajadores, lográndose con el tiempo, a través de la lucha sindical, consecutivas reivindicaciones a pesar de la imperante guerra de los ricos, empresarios que se han hecho dueños de los medios de producción a expensas de la plusvalía que es el producto que genera el trabajo creador de los hombres y mujeres que laboran en las fábricas, que el burgués se roba y convierte en capital, que multiplica aplicando la usura y la especulación con la venta de los productos que han salido del esfuerzo mancomunado de los trabajadores. "Y a esto se refiere – según Marx y Engels- tanto a la producción material, como la intelectual (…) ya que la burguesía no puede existir sino a condición de revolucionar incesantemente los instrumentos de producción y con ello todas las relaciones sociales" y para lograrlo obligatoriamente debe mantener al pueblo sometido a su permanente guerra. Pero la historia nos ha dicho que el pueblo no se ha dejado someter mansamente por el su enemigo común: la burguesía, sino que desde su trinchera de paciencia, lucha, resiste y resiste hasta lograr la victoria final.
Así vemos hoy día, en Venezuela la guerra de los ricos desatada en visceral odio, realizando destrozos materiales y asesinando a venezolanos de la manera más vil donde queman vivos a seres humanos para imponerse mediante el escarmiento, que ha sido utilizado históricamente contra el pueblo, como lo hicieron con los precursores: José Leonardo Chirino, José María España, José Félix Ribas, Guaicaipuro, Túpac Amaru, Ana Soto y tantos héroes latinoamericanos que decidieron irrumpir con el ímpetu popular ante la guerra de los ricos.
De esta manera hemos de observar la Guerra de Independencia, que aunque su génesis no era meramente popular sino más bien "mantuana", Bolívar la convirtió en una gesta de participación del pueblo con la promesa de abolir la esclavitud y aplicar el reparto de las tierras, lo cual no se pudo plasmar en aquella gesta independista, que luego Zamora retoma y logra la gran victoria popular en la Batalla de Santa Inés de Barinas, en diciembre de 1869, victoria que duró hasta el 10 de enero de 1860, cuando cae Zamora mortalmente, víctima de la traición urdida por la burguesía terrateniente y a partir de allí continúa la guerra de los ricos contra los pobres que han sido víctimas de funestas traiciones comunes en esta guerra de clases, hasta llegar a las postrimerías del siglo 20 donde se perfila la gigantesca esperanza con el surgimiento de la rebelión del 4 de febrero, encabezada por el Comandante Chávez, con el "por ahora" como mensaje de anhelo popular para el triunfo del pueblo venezolano en las urnas electorales en diciembre del año 1999, siendo electo Presidente el Comandante Chávez.
A partir de allí hemos visto cómo la burguesía apoyada por el imperio norteamericano ha irrumpido en múltiples acciones en el intento por derrocar al gobierno revolucionario, como el golpe de estado y secuestro del Presidente Chávez, en abril del año 2002, el paro petrolero, luego de ese fallido golpe, la guarimbas de 2013, cuando se desató la "arrechera" de Capriles que produjo una serie de fallecidos, luego Leopoldo López "con la salida" con más venezolanos asesinados, el permanente acoso al gobierno del Presidente Maduro, hasta el 2017, cuando se han desatado los más crueles demonios de la guerra de los ricos, que han puesto en jaque a una minúscula porción del territorio venezolano, donde grupúsculos violentos han venido desde hace unos 90 días creando zozobra en puntos muy focalizados en Caracas y en otras ciudades importantes del país, lo cual ha generado terribles molestias a los habitantes de las urbanizaciones donde viven la mayoría de burgueses, lo que deja entrever, que a los jefes de la oposición se les ha escapado el control de las manifestaciones, que ellos han llamado "pacíficas", pero ha servido como caldo de sustancia para los medios internacionales manipuladores de la información, gobiernos de la derecha reaccionaria, al imperio estadounidense, al secretario general de la OEA Luis Almagro, para el impulso de una insolente posible intervención a nuestra patria.
Mientras esto sucede en el sector opositor, el pueblo resiste por la paz, desde tantas trincheras de patria, que nos ha aportado el gobierno revolucionario y que hoy nos toca defender con fuerza y valor revolucionario con el impulso de la ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE EL PROXIMO 30 DE JULIO.
Como podemos ver esta guerra de los ricos ya es de muy vieja data y nos fue declara en todo el territorio Abya Yala, hoy América, el 12 de octubre de 1492, cuando el navegante conquistador Cristóbal Colón, llegó a tierras de Guanahaní, con apoyo imperial, por parte de los señores, reyes católicos de España, para iniciar el saqueo y robo de nuestras riquezas naturales y el exterminio de las culturas y pueblos originarios.
(CONTINUA)