Donald Trump, el dirigente principal de la organización derechista MUD, que en Venezuela despliega acciones terroristas para intentar acabar con nuestra patria soberana, acaba de amenazarnos una vez más. Se trata de una amenaza usual y ordinaria, muy parecida a la que siempre vociferan todos los mandatarios gringos cuando quieren frenar el avance de los pueblos hacia sus avances independentistas y de ejercicios de soberanía.
Empresario capitalista, fabricante de armas de exterminio masivo y presidente de los EEUU, el señor Trump se envalentona ante Venezuela por nuestra decisión firme e indeclinable de fortalecer nuestro Estado, mediante la Constituyente por la Independencia y la soberanía, bajo principios antimonopolistas y antiimperialistas, con bases en el Poder Popular. Vocifera nuevas amenazas, alienta con millonarias inversiones a sus serviles apátridas desplegados en nuestro territorio bajo el disfraz de "oposición democrática", se vale del ejército paramilitar entrenado por el narcotraficante Álvaro Uribe Vélez, para sembrar de violencia y terror algunas calles de nuestro país, para generar mentiras que por el mundo se propaguen como "verdades" y les sirvan como justificación para intervenir nuestro país, arrancarnos nuestras riquezas y hacernos su "patio trasero", tal como lo éramos en los tiempos en el que nuestro país estaba bajo la dictadura de gobiernos lacayos y proimperialistas que se auodefinían como "representativos".
Trump, al comprobar que Venezuela ha decidido soberanamente entregar en las manos del poder originario de su pueblo, la conformación de una Asamblea Nacional Constituyente -que fortalezca nuestra legislación en materia de independencia económica, soberanía comunicacional y vocación antiimperialista, para darnos un Estado de nuevo tipo hacia la construcción del socialismo-, entonces nuevamente amenaza. Dice que aplicará nuevas presiones económicas, inmediatas, de bloqueo y asfixia.
Olvida el señor Trump que aquí hay un pueblo de perseverancia en sus luchas contra el coloniaje y contra cualquier pretensión imperial. Ignora, quizá que el pueblo que está amenazando es el de Apacuana, de Urquía, de Guaicaipuro, de José Leonardo Chirinos, de Bolívar, de Miranda, de Sucre, de Ribas, de Maisanta, de Zamora, de Chávez y de Rondón, por tan solo nombrar a unos pocos. Su usual y ordinaria amenaza, típica del imperio capitalista al cual representa Trump, en esta Patria, no pasará. Y no pasará porque somos un pueblo de paz, de resistencia, de convicciones, de patriotismo y valentía, que hemos decidido elegir nuestra Asamblea Nacional CONSTITUYENTE por la paz, por la soberanía, por nuestra Independencia y por la construcción de la Patria libre y socialista.
Definitivamente, señor Trump, ¡yanquis de mierda, NO PASARÁN! Y la Constituyente sí va, es soberana y antiimperialista.