No hay que llamarse a engaño; El simulacro superó todas las expectativas

Quien redacta esta nota, se inscribe en una actitud crítica de cómo se ha venido conduciendo en los últimos años el proceso bolivariano y he compartido algunos planteamientos de gente que ha deslindado del gobierno y a quienes considero hombres y mujeres de probada honestidad en el ejercicio público y gente comprometida con el sueño socialista.

Expreso como necesaria esa introducción porque lo que voy a contar sobre lo que vi el domingo 16 de Julio en Maturín, estado Monagas no es el cuento de un fanático militante, es simplemente un reportaje de lo sucedido y un llamado a los revolucionarios (que por ser revolucionarios debemos ser permanentemente críticos) a que realmente no nos embargue la emocionalidad y caigamos en una lectura subjetiva de lo sucedido; aun cuando podamos estar calientes por acciones que consideramos indebidas por parte de la dirección política del proceso bolivariano, debemos desde una lógica dialéctica hacer una interpretación desprejuiciada de ese evento.

Días antes del 16-J noté que en todas las páginas web que abría, aparecía publicidad al llamado a plebiscito convocado por la oposición, escuché declaraciones de ex presidentes de Latino América, de jerarcas de la iglesia católica, famosos deportistas y a figuras de la farándula hacer llamados a la participación del evento organizado por la oposición, pero apenas el día sábado me enteré del simulacro de votación para la Asamblea Nacional Constituyente convocado por el CNE.

El día domingo a las 9 de la mañana me fui caminando hasta la sede de la Universidad Bolivariana, el cual era uno de los centros habilitados para el evento. Confieso que primera vez que participo en un simulacro y lo hice sencillamente para ver como era el procedimiento, sin embargo había observado desde la calle simulacros anteriores y todos eran de escasa participación, por eso acudí a media mañana calculando que antes de las 12 del medio día ya estaría en casa.

Mi sorpresa fue que al cruzar la esquina que da a la entrada principal de la UBV, me encontré con una multitud agolpada a las puertas de la institución obstaculizando la vía pública y tres sendas colas; dos en ambos lado de la cerca y una de frente en plena calle; inmediatamente creí que era que estaban vendiendo alimentos a precio regulado, pero no, era gente queriendo votar.

Hice religiosamente mi cola a las 9:30 a.m. y salí a las 5:00 p.m. Allí aguantamos sol, un chaparrón de agua de una hora y nadie se movió, es mas cuando comenzó a llover la gente empezó a cantar canciones sobre Chávez y la de la Constituyente. Otra cosa que pude observar aparte de la alegría y la disposición de la gente fue que la gran mayoría acudía como acudí yo, sin ser transportados en vehículos de la maquinaria partidista o de las instituciones del estado, la gente vino por su cuenta. Supe después que la gente estuvo acudiendo hasta pasada las 10 de la noche.

Yo aquí no pretendo hacer una lectura o análisis del simulacro 16-J, solo es la descripción de lo sucedido; sin embargo, es necesario hacer un llamado a quienes se asumen de izquierda, se asumen revolucionarios, se asumen chavistas y mantienen posturas contrarias a la dirección del proceso bolivariano. Por ejemplo, dos casos sintomáticos que observé a través de los medios:

1- Vi a la Fiscal Luisa Ortega Díaz, ella que representa a una institución del estado venezolano avalar con su presencia una actividad de la oposición; sin embargo, el simulacro organizado por otra institución del estado venezolano, para ella no existió, como no existió el deseo de una gran cantidad de venezolanos mucho mayor que los que se expresaron en la consulta de la oposición.

2- Leí al mayor general (R) Miguel Rodríguez Torres, a través de su cuenta en la red social twitter: "Lo que más claro quedó hoy ante el mundo es que: VENEZUELA NO QUIERE CONSTITUYENTE" lógicamente lo está diciendo por la consulta de la oposición. Yo le digo al mayor general (R) Miguel Rodríguez Torres, a quien le guardo respeto y no lo considero un traidor:

  • Mi general y los otros venezolanos que así como en Maturín acudieron en todo el país al simulacro para la ANC; ¿para usted no existen? Así como usted evalúa negativamente el llamado a la Constituyente por el evento de la oposición, yo José Ovalles, un ciudadano mas de este país, que como usted y la fiscal consideré en su momento que debió llamarse al depositario del poder para consultarlo sobre si quería activar el proceso constituyente; hoy ante la contundente participación del pueblo en ese simulacro también pudiera decir que ya el pueblo legitimó el llamado a constituyente.

Reitero que mi intención en este articulo mas que hacer una valoración del simulacro del día 16 de julio es un llamado a quienes nos catalogamos chavistas críticos, a que realmente desarrollemos pensamiento crítico, y no seamos criticones, a que no invisibilicemos lo que pasó, que por sobre nuestras arrecheras, es necesario como decía Confucio: "tener siempre fría la cabeza, calienta el corazón"; que la visceralidad no nos nuble la razón; que algo nos quiso decir el pueblo en el simulacro del 16 de julio; que no nos pongamos obtusos, que independientemente de nuestros deseos una gran mayoría del pueblo expresó una realidad y el deber de un revolucionario es saber leerla, saber interpretarla.

ABREBRECHA y DESPUÉS HABLAMOS



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José Ovalles


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