El simulacro del domingo 16 de julio, fue el indicativo más claro de que las cosas han cambiado en el país. La confianza que había sido captada por la derecha a través de la mentira y las deformaciones, fue dilapidada de manera increíble. Solo dos años le bastó a la oposición para malgastar el capital político que habían logrado captar, con la ayuda de las huestes imperiales y su mediática transnacional.
El 6 diciembre de 2015, en la elección parlamentaria, fueron favorecidos con 112 diputados, contra 55 del PSUV. Pero a pesar de que habían prometido acabar con las colas y el desabastecimiento, los presidentes que fueron electos, se dedicaron a desestabilizar al país y en conjunto con sus amos del norte, pusieron fecha de salida inconstitucional, al presidente legítimamente electo por el pueblo.
Pero aunque el accionar del parlamento de derecha parezca desmedido, se queda pequeño ante los eventos que se han desarrollado recientemente. Las expectativas de ese pueblo que los acompaño en un momento, se ha venido al suelo. La preferencia que lograron captar se les desvaneció entre las manos. Han quedado al descubierto. La Guerra Económica y la insurgencia liberada en contra de la paz y la tranquilidad del pueblo, fue evidenciada por el dirigente de primero justicia, Juan Requesens, en una conferencia en Florida. De igual manera, la angustia mostrada por Julio Borges, por el ingreso de dólares a la nación venezolana, producto de la venta de bonos de PDVSA, es una demostración de su aporte al padecimiento de la gente. La denuncia que hizo contra el organismo financiero internacional, por haberle facilitado divisas al estado para la compra de alimentos, fue evidente. Esta ARRECHERA, terminó con el despido del operador financiero que facilito la transacción con el país. Todo esto es una demostración fehaciente del papel destructor de economía, que viene jugando la derecha en contra de la patria.
Como si todo esto fuera poco, llevan varios meses con acciones terroristas y fascistas, que han conllevado a asesinatos espeluznantes y destrucción de infraestructuras y demás bienes de utilidad pública. Acciones tan oprobiosas que han horrorizado al pueblo venezolano. Las prácticas inhumanas y anti venezolanas son tan dantescas y deprimentes, que generan decepción y espanto, hasta en las zonas del este de caracas.
Este accionar tan alejado a toda práctica democrática y civilizada, desbarató la confianza que un sector de la población había puesto en ellos. No les bastó con la guerra económica. Ahora aterrorizan a los venezolanos en sus propios hogares. Sin dejar de mencionar la adopción de la quema de seres humanos, en su lucha por el alcance del poder.
¿Que persona en su sano juicio pudiera respaldar que se le rocíe gasolina a un ser humano y se le prenda fuego? ¿Que ser humano puede aceptar que se le martirice su vida, en los espacios que deberían ser para el descanso y la convivencia en familia? ¿Quien con 4 dedos de frente puede aceptar que se destruya la economía de un país, con el único objetivo de cambiar a un presidente?.
Las condiciones han cambiado. El ensayo realizado el 16 de julio, reveló que aunque nuestro pueblo no lo vocifera, rechaza esa derecha por asesina y empobrecedora. Las largas colas en los centros ese día, la espera en calma, fue un mensaje de profunda democracia a los fascistas. El pueblo de paz, con sus herramientas democráticas, expreso su rechazo masivo a esas prácticas que no se corresponden con nuestra idiosincrasia. Para este 30 julio, los escenarios son otros. Donal Trump y el accionar de sus lacayos, son el principal agente motivador al voto patriótico por la CONSTITUYENTE. Todos los estudios estadísticos reflejan la alta motivación del pueblo, por la instalación de este espacio de paz. Este 30 de julio se revertirá la sorpresa.
Proverbios 17:1 Expresa: Mejor es un bocado seco, y en paz, Que casa de contiendas llena de provisiones.
En el estado Sucre, está más que claro que la CONSTITUYENTE SI VA.